ᴇɴ ʙᴜsᴄᴀ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ 《ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ》

•40•

Capítulo Final parte 1

Narra Ruggero

Entré viendo hacia todos lados, estaba todo vacío con cuatro puertas. Con mucho cuidado abro la primera puerta...adentro de esta había una mesa, donde a medida que fui entrando note que se encontraban varias armas de fuego (pistolas, revolver, y navajas), también habían pañuelos al lado de estas habían unas cuerdas, pero estaban rotas. Seguro con eso debieron amarrar a Mariana o Karol, de tan solo pensar que una de ellas estén en peligro me da ganas de matar a cualquier persona que esté detrás de esto.

<< "Más vale prevenir, que lamentar" >>

Debido a que siempre suelo prevenir, tome una pistola escondiéndola entre mi atuendo. Salí de aquella habitación para luego abrir la siguiente puerta, estaba a nada de salir a la siguiente puerta cuando escuche unos sollozos. Reconocí esa manera de sollozar y entre completamente mi corazón empezó a latir muy fuerte. Mire por toda la habitación pero no había nadie, me desespere y golpee un armario viejo que estaba ahí, fue ahí cuando el sollozo fue más fuerte.

Rápidamente abro el armario dando así con mi pequeña hija llorando abrazando al niño que fue su amigo.

—Princesa—susurro, veo como me mira pero no puede decir nada por el pañuelo que tenía en su boca.

La desato tanto de las cuerdas como aquel pañuelo y luego nos fundimos en un abrazo.

—Pa-pi—susurra llorando.

—Mi amor—no puedo evitar algunas lágrimas—por fin estas en mis manos cariño—acaricio su cabello.

—Te extrañe mucho papi—escucho su susurro.

Luego de tener en mi brazos, la coloco detrás de mí fue ahí donde la cara de Joel se hace presente lo miro serio, él llora.

—Perdón, perdón. Perdón...perdón—empieza a repetir—y-yo no quería hacer nada de esto, no pensé que mi mamá—solloza—hiciera esto—termina, lo miro confundido.

—No Joel, tú no tienes la culpa. No sabias que Candelabro iba a hacer esto—escuchó la voz de mi hija.

—¿Mamá?¿Candelabro?—pregunto—¿Qué está pasando?—

—Papi, la mamá de Joel es Candelaria, ella junto a Federico, Sofía, Federico, Mario y un tal Luis son los que está haciendo todo esto—ella baja la mirada—So-sofía me golpeo—solloza, luego niega y me mira— mi ma-mi me quiso defender pero...pero ese chico le hizo algo con un cuchillo—cuenta—y-yo no quería que le hiciera daño. A mami le dolia mucho—cierro los ojos, Karol no.

Abrazo a mi hija mientras ella sigue llorando.

—Tranquila princesa, saldremos de esta—comento.

—No sabemos nada Sr. Ruggero— la voz de Joel hace que lo mire—nos trajeron acá y nos volvieron a atar para luego encerrarnos en este armario—explica, luego me mira con lágrimas en sus ojos—lo lamento mucho señor Ruggero, yo no quería que pasará esto—solloza.

Una imagen cruza por mi cabeza. Ese niño podría ser mi hijo, y jamás soportaría que él pase por esto.

—No te preocupes Joel—él sigue sollozando, lo atraigo a mi brazos y siento como empieza a llorar sobre mi pecho, Mariana nos veía con sus ojitos tristes—Todo saldrá bien—susurro.

Los tranquilizo por un momento, luego les mando un mensaje a mi amigos que esperaban afuera.

—Miren niños—me coloco delante de los dos— escaparemos de aquí, siempre tienen que estar detrás de mí. Para nada se pueden adelantar. Si pasa algo, solo háganme caso. Agustín y Michael estarán esperándolos afuera. Cuando les diga corran, lo harán. Es por su bien. ¿Entendido?—los dos asienten.