Armonía Perfecta [Klaine]

Capítulo 22.

- Prueba esto.- Elliot le ofreción un trozo de plástico con unos polvos blanco blancos. Blaine lo observó detenidamente.

- ¿Qué es?

- Tu lo sabes.- El mayor sonrió insinuadamente y el ojimiel sintió como se le salía el corazón por la boca.- Vamos, pruebalo, te gustará.

- No lo sé Elliot, un cigarrillo es una cosa pero no lo sé, esto es otra...

- Te va a gustar, te hará ir a un mundo de sensaciones que no puede ni imaginarte, te da un placer que ni el sexo puede darte.

- Eso es decir mucho.

- Lo sé.

Blaine se quedó pensando.

- Pero solo un poco.- Se rindió haciendo que una pequeña sonrisa triunfante se dibujase en el rostro de Elliot.

- Por esto eres mi favorito.- Le entregó el trozo de plástico con la droga en el interior y Blaine lo tomó algo temeroso pero animado por las palabras del mayor.

- ¿Cómo mierda me tomo esto?

- Inhalalo por la nariz.

El ojimiel abrió los ojos sorprendido y asustado al mismo tiempo, se acercó el plástico a su nariz y comenzó a inhalar con tal vez demasiada rápidez, pues empezó a toser ahogandose de la fuerza con la que entró a su garganta. Elliot le dió varios golpes en la espalda riendose.

- Eres un animal, te vas a colocar muy rápido no te lo tomés tan deprisa.

- Dame más.- Respondió Blaine cuando se recobró y con una sonrisa que Elliot no dudo en devolver.

-

- ¿Por qué has tardado tanto en venir?- Preguntó Kurt con una ceja alzada en cuanto abrió la puerta y se encontré con el rostro de Blaine frente a él.- Te dije que estuvieses aquí a las cinco y son las siete. Sam y yo hemos hecho ya la mayoría del trabajo y arreglos de la canción.

- Lo siento, me he olvidado completamente.

Kurt se apartó de la puerta dejandole pasar y caminó hacía el salón donde el rubio se encontraba sentado en el sofá sujetando las partituras y observandolas. Levantó la mirada cuando escuchó la voz de Kurt y los pasos de este, seguidos de los de Blaine.

- Ya era hora...- Le espetó Sam, aunque en realidad se alegraba, había logrado enrrollarse con Kurt, aunque no demasiado ya que el castaño había terminado bastante alterado, pero el momento había existido y eso se lo debía todo al ojimiel.

- Me he quedado.. dormi.. dormido.

Sam alzó la ceja al notar la forma en la que Blaine arrastraba las palabras y cuando se sentó a su lado junto a Kurt con mucha lentitud y torpeza y observó sus ojos inyectados en sangre solo confirmaron su primer pensamiento. Blaine estaba colocado hasta las cejas.

Y se lo esperaba, de el se lo esperaba todo. Incluso las drogas.

Aun así no pudo evitar sorprenderse.

- Tengo sueño.- Se quejó Blaine.

- ¡Blaine, vienes de dormir se supone ¿no?!- Kurt estaba notablemente alterado.

- Si, pero tengo más sueño.- Se acostó en el respaldo del sofá.

- ¿¡Pero tu eres gilipollas o qué!?

- Que no me chilles, joder.

Kurt no pudo más con la rabia y abofeteó el rostro del moreno sin ningún reparo. Se estaba comportando como un idiota después de encima llegar bastante tarde y haberles hecho a Sam y él tener que hacer el doble de trabajo. Aunque si estaba tan idiota era mejor así, lo bien y lo tranquilos que habían estado ambos antes de que él llegara no tenía precio. Que había venido, ¿a molestar? Porque si era así se negaba a dejarle.