- ¿Y no te parece que la respuesta no tiene mucha lógica?- Blaine estaba haciendo los deberes de matemáticas junto con Tina en casa de este, la asiatica era quien le controlaba para que no se despistara y no dejara de estudiar, aun así nunca se iba a quitar de suspender alguna que otra materia.
Gracias a quien estuviese en el cielo, las matemáticas era algo que se le daba bastante bien, a su mejor amiga sin embargo, no.
- Tiene mucha lógica.- Respondió ella segura de si misma.
- No tiene ninguna.- Insistió.- ¿Cómo va a ser la respuesta que un árbol mide dos kilómetros?
Eso la dejó callada y el ojimiel se rio provocando que la joven le echase una muy fea mirada, pero al mismo tiempo, ella tambien sonrió.
- Vale, puede ser que tu seas el listo de esta amistad.- Comenzó a decir rindiendose.- Pero yo soy la guapa.- Blaine se rió mientras le dio un tierno beso en la mejilla.
- No lo dudes.
Tampoco se consideraba listo, pero lo dejó pasar y continuó el resto de la tarde intentando que su mejor amiga entendiese los ejercicios, y tras una largas y duras horas lo logró. Ambos se acostaron en la cama agotados mentalmente por todo y empezaron ha hablr de tonterias.
- ¿Blaine puedo hacerte una pregunta?- Habló de repente la chica con algo de temor.
- Claro.
- ¿Cuando descubriste que eras gay?
- Siempre estuve enamorado de Kurt.- Comenzó a explicar, su tono de voz había disminuido notablemente, no podía arriesgarse lo más mínimo a que le escucharan sus padres. Casi estaba hablando en susurros.- Pero el preciso instante donde me di cuenta de que mis preferencias sexuales no eran las mujeres y que me gustaban los hombres, que el era quien me gustaba, fue la primera vez que le ví besarse con ella chica. Me pasé la tarde entera llorando por lo que ví y por lo que descubrí.
- ¿Qué edad tenías?
- Diez años.
- Eras muy pequeño... Es horrible que un niño tan pequeño tenga que vivir algo así y sentir tanto miedo por amar a una persona solo porque no es quien la sociedad ha impuesto.
- Ya...- Suspiró.
- Tienes que plantarle cara a esto de nueva vez, Kurt no te va a seguir queriendo toda la vida.
Se quedó callado y prefirió dejarlo estar. La mayoría del tiempo estaba mejor calladito.
Al día siguiente había una tensión terrible en el Glee Club, ninguno hablaba y la distancia entre los dos grupos era bastante notable, al igual que la incomodez.
Hubo un momento que Blaine casi se callo de la silla por intentar ver si Sam y Kurt tenían las manos agarradas, y el señor Schuester aprovechandolo, decidió hablar con la clase.
- Chicos, ¿qué esta ocurriendo?- Preguntó con tono duro de voz, el se había percatado de todo y no le gustaba nada como estaban sucediendo las cosas.
- Nada señor Schue.- La que respondió fue Rachel.- Es solo que estos gilipollas han estado acosando a Kurt y no nos gusta tenerlos en el grupo.
- Vamos Rachel.- Finn intervino en la situación.- Estan ardidos nada más porque no los queriamos en el grupo. Todos quiren estar en nuestro grupo.- Sonrió a Puck y Blaine y entre los tres se chocaron las manos, aunque la sonrisa del chico con rizos se borró muy rápido.
- Antes de volver a estar en tu grupo, me corto la lengua.- Espetó Rachel.
-Tranquila narizotas.- Blaine decidió intervenir en la conversación con un tono divertido, se suponía que las cosas debían ser así, Puck, Finn y el debían ser los que se dieran a respetar, los que hablasen siempre.
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Armonía Perfecta [Klaine]
Hayran Kurgu- Siempre seremos mejores amigos ¿a que si?- Le preguntó el pequeño niño de ojos azules a su mejor amigo, quien le miraba con una profunda admiración. - Siempre Kurt. Y ambos se abrazaron sellando su promesa.