Armonía Perfecta [Klaine]

Capitulo 9.

- ¿¡Qué has hecho qué!?- Gritó Mercedes histérica dando un salto de la cama para quedarse de pie. En ese momento, Kurt se arrepintió completamente de haberselo contado, pero tenía que hacerlo necesitaba que su mejor amiga le guiara.

En cuando volvieron del campo, el ojiazul sintió la necesidad de ir a casa de Mercedes para hablar con ella y que le ayudara en esa situación tan complicada para él.

- No pude evitarlo.- Se defendió.

- Claro que pudiste, pero no quisiste.- El castaño se quedó callado sabiendo que tenía toda la razón del mundo.

- Lo amo Mercedes.

- Me da igual Kurt, no puedes prestarte a algo así porque tu vales más que eso.

- Ya lo sé, pero es la única manera que tengo de acercarme a él y no solo como mejores amigos.

La joven lo miró furiosa.

- Tu eres tonto ¿cierto?- Suspiró intentando calmarse.- Eres solo un experimento para el Kurt, y además eres virgen, no le entregues algo tan preciado a alguien que solo quiere tenerte para saber que es tener sexo con otro hombre y que posiblemente sea homofóbico. Debes guardar eso para alguien especial.

- Blaine es especial.- Se quejó el castaño, quería auto convencerse de que no era tan mala ídea.

- Es heterosexual, Kurt, además de que es un adicto al sexo que solo por experimentar nuevas sensaciones posiblemente se cargue la relación con su mejor amigo. ¿Estas dispuesto a entregarte a una persona así?

- Quiero tenerlo cerca Mercedes, y no como mi mejor amigo. Quiero demostrarle cuanto lo amo aunque el no se de cuenta de lo que le demuestro, quiero entregarle eso al amor de mi vida aunque sepa que para él no va a ser especial.

- Si tantas ganas tienes de demostrarle las cosas, ábrele tu corazón y no tus piernas.

Kurt suspiró frustrado, su mejor amiga no entendía nada, no entendía que jamás podría decirle a Blaine que era homosexual y que estaba perdidamente enamorado de él, era plenamente consciente de que el moreno se alejaría de él si se lo contaba. El castaño no quería morirse sin haberse sentido completo, y sabía que la única manera de sentirse completo era estando en los brazos de Blaine, iba a sacrificar su dignidad y a ignorar todo lo que su padre le había inculcado desde que era pequeño. Pero amaba a Blaine y quería tenerlo cerca a toda costa, y ahora que tenía la oportunidad incluso de ser una misma persona con él no estaba dispuesto a perderla. No estaba dispuesto y no lo haría.

- Me tengo que ir.- Finalizó Kurt mirando la pantalla de su móvil.- Mañana me espera un día largo.

Se fue a marchar pero antes la muchacha le agarró del brazo y le miró preocupada.

- Kurt mis presentimientos nunca fallan, y tengo el presentimiento de que te estas metiendo en algo tan gordo que no vas a poder salir.

- Solo es sexo.- Afirmó extrañado.

- Solo piensalo bien.

El ojiazul afirmó con la cabeza algo pensativo, y no porque tuviese que pensarse si al día siguiente tendría relaciones sexuales con Blaine, si no por las palabras de su amiga. Las cosas no podían salir tan mal, como el mismo dijo, solo era sexo aunque para Kurt significara entregarle su más preciado tesoro a la persona que más amaba en el mundo.

Al día siguiente Blaine se despertó con un gran dolor de cabeza, quizás por todos los nervios que sentía ante lo que iba a ocurrir ese día. No sabía si podría controlarse, si se notaría demasiado cuanto le deseaba. Tenía que ser lo más discreto posible, no podía permitirse el lujo de que Kurt notara ni lo más minimo.