La noche en la casa de Annie fue tranquila.
Al menos durante la cena. Ya que, cuando subimos a si habitación, le conté lo que había sucedido hace unas pocas horas en mi casa, y el por qué me encontraba ahora en la suya.
-No me puedo creer que esa zorra te haya pegado, y todo para qué, ¿Para obligarte a casarte con un desconocido? -Annie bufó- por lo menos dime que está bueno.
No pude evitar soltar una pequeña risa.
Había pasado del enfado a poner una cara pervertida en cuestión de segundos.
Por eso la amaba, es capáz de hacerme reir en mis peores momentos, siempre está ahí para mí.
-A ver, el chico no está mal, pero no es mi tipo, nunca me fijaría en él.
Más que nada porque ya me he fijado en uno.
-Podría quedarmelo yo, si no te gusta.
-Por mi todo tuyo, aunque no te recomiendo estar con un tío capáz de pagar una gran suma de dinero para casarse con una menor.
-Bueno, ya encontraré alguno... -dijo mordiendo su labio- Debiste haberme avisado antes, podría haber llamado a las demás chicas y haber montado una fiesta de pijamas.
Si hay algo que le gusta a Annie es montar fiestas del pijama. Aunque no sean las más originales siempre lo pasamos bien.
Pasamos un par de horas hablando de todo lo que se nos pasaba por la cabeza, hasta que nos tumbamos, listas para dormir.
-Y... ¿Qué vas a hacer con el tema de Bastian? ¿Te vas a casar? ¿Vas a volver a casa de tus padres? -preguntó mientras estábamos a oscuras.
Agarré el borde de la sábana y suspiré mirando al techo.
-No quiero casarme con él, no lo amo. Y no quiero volver a casa, pero tarde o temprano tendré que volver, mi padre y Carol vendrán a por mí y me obligarán a casarme...
-Esa maldita zorra, ¿Cómo ha podido convencer a tu padre? Antes era un amor de persona, no habría permitido esto.
Suspiré.
-Ha cambiado... -hize una pausa- bueno, ella lo ha cambiado... Echo de menos como era antes conmigo.
-Ya tiene que ser buena en la cama para tenerlo babeando como un imbécil...
-¡Annie! -alzé la voz y le tiré una almohada.
A lo que sólo escuché su risa como respuesta.
-¿Qué? Vamos Dani, sabes que es verdad, tiene a tu padre comiendo de su mano.
-Ya lo sé, pero me ha pillado por sorpresa.
Me quedé mirando hacia el techo hasta que me dí cuenta de que Annie se había quedado dormida.
De verdad le agradecía que me haya dejado quedarme en su casa avisándola con tan poco tiempo de antelación.
Siempre ha estado ahí para mí, es como la hermana que nunca tuve.
Poco a poco mis ojos se iban cerrando, agotados por todo lo que había pasado hoy, hasta quedarme dormida.
**
Ya han pasado varios días desde que me tuve que ir a la casa de Annie por los problemas que había tenido con mi padre y su novia.
Su familia ha sido muy amable al permitir que me quedase estos días en su casa.
Pero no puedo vivir aquí eternamente, tengo que buscar algún lugar en el que pueda quedarme y devolverles el favor que me han prestado.
-Hoy mismo buscaré algún sitio en el que pueda quedarme, para no seguir siendo una molestia.
La madre de Annie negó.
-No eres una molestia Dani, eres como otra hija más en esta familia, te puedes quedar todo el tiempo que quieras, además, con lo que me habéis contado, y dada tu situación actual, no estarás en un lugar mejor que aquí.
Sonreí agradecida a la madre de Annie.
Siempre ha sido muy amable conmigo, para mí era como una madre.
-Muchas gracias por su amabilidad, de verdad, intentaré molestarles lo menos posible. Espero que esto sea algo temporal y que en un corto plazo de tiempo pueda dejar de serles una molestia.
-No lo eres, tu quédate, como si fuese tu casa, tu hogar.
Mi casa...
Hacía tiempo que no sentía mi casa como un hogar en si.
Sólo vivía allí con mi padre y Carol. Desde pequeña esperaba todas las noches a mi padre a que volviese del trabajo para verlo, era mi momento preferido del día.
Me encantaba ver la sonrisa que le aparecía en la cara cuando me veía correr a sus brazos. Sé que a él le pasaba lo mismo.
Es lo más importante que he tenido, pero ya no le reconozco, Carol se ha encargado de lavarle el cerebro. Y echo de menos tener esa relación de la cual antes disfrutábamos a diario.
-Dani, ¿Estás bien? -noto como una mano se posa en mi hombro, devolviendome a la realidad.
Me había quedado sumergida en mis pensamientos mientras observaba el plato del desayuno que la madre de Annie nos había preparado.
-¿Eh? Sí, perdón. -dije volviendo a la realidad, para poco después darle un bocado a mi desayuno.
Una vez terminamos decidimos arreglarnos y dar una vuelta por el pueblo, o según el tiempo que hiciese, poder llegar hasta la ciudad.
Me encantaba poder deambular por allí. Por todas las calles abarrotadas de gente, las tiendas, cafeterías, etc.
Decidimos ir andando, para hacer algo de ejercicio y bajar el desayuno.
Nada más llegar ya podía oler ese aroma a café y pasteles. Ver a niños corriendo con sus paquetes de patatas o bolsas de chuches, sin preocupación alguna.
Como los envidiaba.
Decidimos deambular entre las tiendas, mirando ropa, por el simple placer de ver que habían traído nuevo al establecimiento.
Pero tanto Annie como yo sabíamos que mi amiga saldría con un par de bolsas en la mano.
Mientras seguía a Annie, la cuál iba a los probadores para probarse algunas prendas que le habían llamado la atención escuché unos susurros.
-¿Has oído lo que ha pasado en el pueblo cercano al bosque? Dicen que ha vuelto a atacar ese animal, o lo que quiera que sea. Por lo que sé ya hay muertos...
Sabía que se referían a mi pueblo.
Noté como un sudor frío acompañado de un escalofrío me recorría.
¿Y si ese muerto fuese mi padre o alguna persona a la que aprecio?
Xx.
¡Hola!
Aquí os dejo el nuevo capítulo de Eres Mía.
¿Qué os ha parecido?
¿Qué creéis que ha pasado? ¿Qué os imagináis que va a pasar en los siguientes capítulos?
Si os ha gustado os agradecería que dejáseis vuestro voto y algun comentario.
De verdad me ha gustado ver el apoyo que le dejásteis al anterior capítulo, y ver esos comentarios. Me alegra ver que más personas se animan a comentar.
Así me dan más ganas de escribir, porque veo que os está gustando y queréis saber que pasará.
A mí también me pasa igual.
Y también quería agradeceros porque ya casi hemos llegado a 1K de lecturas. Os lo agradezco de verdad.
Espero que sigáis apoyando esta historia y que cada vez seamos más y estéis más activos.
Besos,
Withthemx.
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Eres mía.
WerewolfTodos tenemos que tomar decisiones difíciles en algún momento de nuestras vidas. Por suerte o desgracia, a Daniela Claire le ha tocado tomar una a sus 17 años. Tendrá que enfrentarse a cosas de las que nunca imaginó. Si quieres conocer su historia...