Capítulo 10

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El médico entró al cabo de un rato para comunicarme que ya podía irme.

Así que sin perder nada de tiempo me levanté, en cuanto me quitaron la vía, y recogí todo lo que había en la habitación, que era poco.

Antes de irme me paré enfrente del espejo.

Podía notar mi cara echa un asco, más que nada por el golpe que me habría dado en la cara al caer.

Tampoco me importaba mucho como me veía ahora.

Quería ver a Annie y a los demás.

Salí de la cada donde me encontraba.

Ya podía ver un grupo de personas reunidad en la fuente.

Me vino la imagen del lobo a la cabeza.

El lobo que ví podría ser real, ya que lo han visto salir del pueblo.

Pero, ¿Y lo que escuché en mi cabeza?

"Eres mía, Daniela"

¿Había sido mi imaginación?

Era imposible poder escuchar una voz en mi cabeza, a no ser que yo me la imagine.

No entiendo por qué escuché esa voz.

Noté un peso encima de mí.

Reaccioné ya que me había quedado quieta en el mismo sitio, mirando al lugar donde ví a aquel lobo.

Alguien me estaba abrazandome.

-¡Qué alegría que estés bien! Justo iba a verte. -me apretó más contra ella.

Era Annie.

La abracé enseguida.

Había tenido miedo de que le hubiese pasado algo.

-Me alegro de que estés bien... -susurro abrazándola más fuerte.

-Mira quién más ha venido... -dice al apartarse.

Levanto al vista y los veo.

Son todos mis amigos.

Todos están bien.

Se acercan a mí y nos fundimos en un abrazo.

Sé que puedo ser muy exagerada, pero me alegraba de verlos bien.

Ahora sí creo en que no sabes lo que tienes y a quién quieres hasta que estás a punto de perderlos.

Una vez nos separamos, recordé a toda la gente en el centro del pueblo.

-¿Qué pasa ahí? ¿Por qué hay tanta gente?

-El cazador ha llegado.

No sé por qué, pero ando hasta el centro.

Me abro hueco entre toda la gente.

-He estadi viendo las huellas que ha dejado el animal, he hablado con algunos testigos, y con los heridos. Lo que os está atacando no es un animal cualquiera, ni un simple lobo. Es un hombre lobo. -habló el cazador.

¿Un hombre lobo?

Esto tiene que ser una broma.

El murmullo se hace presente entre toda la gente.

Algunos están asimilando la situación, otros, no se lo creían. Incluso llegaron a insultar al cazador, acusándolo de loco.

-Sé que es difícil de creer. -volvió a hablar- Si no fuese porque yo mismo he vivido ciertas expreriencias, ni yo me lo creería. Pero os estoy diciendo la verdad.

Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora