COMIENZO

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Su cuerpo dolía, la cabeza le daba vueltas cierta parte de su anatomía ardía, abrió lentamente sus ojos, unas manos lo sostenían con fuerza, el viento soplo haciéndolo estremecer, observo el estacionamiento del colegio.

Se removió bruscamente soltándose de los brazos del pelirrojo, cayendo de al suelo -Ay-exclamo Nathaniel.

Castiel suspiro molesto -Eres un idiota-exclamo ayudándolo a levantarse, un gemido salió de los labios de Nathaniel al estar completamente de pie -Debes tener más cuidado, en tu condición no es bueno moverse mucho- paso un brazo por la cintura del rubio.

Nathaniel miro sus pies notándolos desnudos, un flas de lo sucedido llego a su mente y sus ojos se aguadaron soltándose del agarre del pelirrojo -Deja de bromear conmigo- dijo de forma seria

-Déjame ayudarte-

-No-grito Nathaniel -No dejare que me tengas lastima- tirito por el frio al chocar con su cuerpo desnudo se abrazó con sus brazos para darse calor.

Castiel lo miro frágil, su camisa estaba hecha girones, sus pies desnudos, llenos de magulladuras, unas recientes otras más viejas, por el interior de sus muslos una sustancia blanquecina mesclada con sangre resbalaba.

Castiel tomo su chaqueta del suelo, la cual habia caido junto con el rubio colocándola en los hombros de Nathaniel - No es lastima Nathaniel, solo déjame ayudarte - eldelegado no dijo nada estaba confundido y adolorido, dejo que le dejara la chamarra.

-Debemos ir a la policía- dijo castiel mirando al rubio, los ojos de Nathaniel se abrieron un miedo se apodero de el -No- salió de su boca como un débil susurro -Solo necesito descansar- y comenzó a caminar con cierta dificultad - Nathaniel debemos denunciar lo sucedido- exclamo molesto Castel por la actitud del rubio -No, nada paso, el robo lo denunciaran mañana - dijo seguro Nathaniel

-Pero lo que te hicieron -casi grito Castiel enojado unos pasos atrás del rubio, el cual detuvo su paso temblando como una hoja, coloco una mano en su pecho, ahogo un grito y volteo molesto -No me paso nada- menciono mirando directamente a Castiel a los ojos, Castiel miro el dolor y la humillación que estos reflejaban - ¿Entendiste? - pregunto

-Sí, entonces déjame llevarte a tu casa- se ofrece a acompañarlo, mientras caminaban Nathaniel recordó algo importante -Y Sucrette- pregunto asustado - No le hicieron daño, ella nos encontró en el patio, Lisandro fue a dejarla a casa, estaba muy asustada- le explico Castiel.

-Gracias- menciono Nathaniel con una pequeña sonrisa -Por todo- levanto la mirada viendo aquellos ojos grises y le dedico una ligera sonrisa.

El camino después de eso fue en silencio, mas no fue uno incomodo fue uno agradable, Nathaniel rompió el silencio al llegar a la puerta de su casa - Hasta aquí está bien - y comenzó a caminar hacia la puerta.

El timbre sonó un par de veces, y una Amber algo preocupada salió a abrir estaba nerviosa, Nathaniel aun no llegaba y si su padre llegaba antes, iba a castigar severamente al rubio.

De su boca salió un grito mudo al ver el lamentable estado de su hermano, Nathaniel perdió el conocimiento y Castiel junto con Amber lograron sostenerlo.

Amber ni se fijó en quien era quien le ayudaba con Nathaniel, solo lo guio hacia la habitación del rubio, subieron las escaleras, y entraron al primer cuarto a la derecha -Ponlo en la cama voy por el botiquín - exclamo Amber con nerviosismo mientras entraba al baño de la habitación

Castiel miro al rubio dormir, sus ojos viajaron a su entrepierna donde el semen mesclado con sangre hacia su aparición, con la mirada busco algo que limpiarlo, saco de uno de los cajones lo que parecía se ropa interior y limpio con sumo cuidado las piernas del rubio.

Amber no tenía por qué saber todo lo que paso el rubio delegado.

La rubia llego con un maletín y lo coloco sobre la cama de Nathaniel -Que le paso-pregunto sacando alcohol y algodón del maletín, miro a su acompañante y los colores subieron por su rostro -Castiel- exclamo sorprendida al ver al pelirrojo enemigo de su hermano.

-Lo asaltaron- fue lo único que dijo pues la actitud de su rubia compañera lo asombraba ya que no se parecía a nada a la rubia tonta y prepotente que solía ser en la escuela, ni tampoco estaba tan maquillada, su rostro estaba natural, sus ojos verdes estaban detrás de unos cristales que llevaba por anteojos.

Con sumo cuidado curaba las heridas del rubio delegado, coloco unos parches, parecía como si fuera algo común ver a Nathaniel en ese estado.

Al terminar miro a Castiel, -Será mejor que te vayas-

Castiel miro a la chica se había quedado embobado mirando a Nathaniel suspiro y marcho de la casa.

el secreto de NathanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora