Capítulo No. 10.

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Ella no dijo nada, solo se acercó poco a poco logrando que mis nervios se hicieran presentes. Sentí mis piernas flaquear pero no me permití rendirme, no hasta que cometí el peor error de mi vida. Por estar tan ansioso y con un trapo mojado en mano, terminé por exprimir un poco de agua en su ropa, ah maldicióm Jimin, ¿tenías que cagarla así de feo?
Sorim se movió del sitio más que asustada y yo maldije para mis interiores, era un idiota de primera.

—Lo siento, como lo siento, en serio— dije brincando del sitio y corriendo por una toalla.

Se la brindé y ella la tomó para secarse, había aurrinado el único momento donde más deseaba que se hiciese realidad, maldición.
Me tomé de los cabellos harto de mi mismo, pero me limité a llevar todo a su debido sitio y guardar todo lo que ocupé, me odiaría por el resto de mi vida, lo juro.
Tuve que buscar algo de ropa en el departamento de cosas perdidas del edificio, no era del todo seguro pero reclamé por ellas como si fueran mías. Le brindé a Sorim un pantalón deportivo y una camiseta holgada, su ropa femenina se había ido pero de cualquier manera se veía bien.
Ella terminó durmiendo en la cama y yo, yo solo me mantuve en una silla cabezeando poco a poco. Después de todo aquello, no habíamos mantenido conversación, era un momento bastante incómodo y ninguno de los dos podía huir de el.
La madrugada se hizo presente, el sol aún no salía pero estaba seguro que pronto se asomaría revelando el amanecer.
Sorim se despertó y con ello, también me despertó a mi.

—Jimin, ¿estás dormido?— preguntó desde la cama.

—¿Qué?, no, no estoy dormido— dije algo tonto del sueño.

—¿No has dormido nada?— preguntó nuevamente.

—No, tengo que cuidarte.

—Deja de decir cosas estúpidas y ven para acá, tienes que dormir— dijo con tono serio.

Mis ojos se abrieron de par en par, ahora si estaba completamente despierto pues Yoon Sorim me había indicado que fuese a dormir junto con ella, ¡junto con ella! Quise morir a la par de vivir el momento, pues no siempre se presentaba la oportunidad de que la chica que te gusta te invite a dormir junto con ella. Me acerqué a la cama con un poco de cautela y en un movimiento rápido, me adentré a las sábanas para terminar a su lado.
Era incómodo, realmente no fue como lo imaginé, ambos dándonos la espalda y con los ojos más que abiertos, bueno, al menos ese era mi caso pues Sorim probablemente ya había caído rendida.

—Jimin— se escuchó decir de la menor, lo cual me causó un gran alivio, estaba viva. Me di media vuelta y me topé con su espalda.

—¿Qué sucede?— pregunté sin ningún tipo de presión.

—¿Eres feliz?— preguntó sin rodeos.

Reí ante su pregunta pues me parecía extraño, pero más bien fue una risa de desgana—¿Por qué lo preguntas?

—Es solo una pregunta alternativa, no la respondas si no lo deseas.

—No, no, si, si la responderé—me pensé mejor las cosas, ciertamente nadie jamás me había hecho esa pregunta, ni siquiera yo mismo me la había hecho, había estado tan preocupado más en mi exterior, de las personas que me rodean, que de mi mismo y lo que sucedía en mi interior, ¿en realidad era feliz?— la verdad, pienso que la felicidad es un sentimiento que no todos estamos listos tanto de sentir como de hacer que exista.

—¿A qué te refieres?

—No todas las personas se disponen a ser felices, algunas pretenden serlo pero realmente viven una mentira, mientras que otras simplemente se niegan a aceptarlo, rechazan la felicidad y prefieren vivir en una vida llena de amargura— deduje, esa era mi manera de interpretarlo y podía ser no del todo cierta— todo depende de ti, que tipo de felicidad deseas, la real, la mentira, o la inexistencia de la misma.

—¿Y cuál es tu felicidad?— preguntó después de un rato de haber guardado silencio.

Me levanté un poco, tomé el hombro derecho de Sorim para volverla a mi, y una vez que la tuve frente a frente, observé cada una de sus facciones, sus ojos grandes marrones claro, su pequeña nariz, sus pómulos y sus labios que me pedían a gritos que los uniera a los míos, y yo como buena persona, le hice caso. Me acerqué lentamente a ella, para no asustarla, y una vez a milímetros de distancia, donde nuestras respiraciones se había vuelto una sola, lamí mi labio inferior y me apresuré a unir sus labios con los míos. Ella al principio parecía estar asombrada, incluso había colocado sus manos en mi pecho casi como para apartarme, y aquello me causó terror pues creí que estaría disgustada por mi actitud fuerte y me terminaría por dar una bofeta, pero no fue así. Después de unos cuantos segundos, Sorim reaccionó y correspondió logrando que sus labios fueran al compas de los míos. Sus labios sabían a dulce, quizá a fresa, no estaba seguro pero era un sabor que me encantaría probar todos los días a todas horas. Era un dulce, tierno, y lento beso donde lo único que deseaba expresarle era mi amor hacia ella y ella aparentemente expresaba su amor hacia mi. Ella aún tenía sus manos en mi pecho pero ahora sujetaba mi camiseta pues al parecer me quería aún mas cerca. Sonreí durante el beso ante aquellos actos tan dulces de Sorim, después de todo lo decía en serio cuando me extrañaba. Nuestras lenguas juegueteaban y nuestro labios se movían de forma casi simétrica, sentí que todo había desaparecido y que lo único que quedaba eramos nosotros, sentía como todo lo malo se iba y no podía permitir que volviese nuevamente, ella no lo permitía.
Tuvimos que separarnos a causa de poco oxígeno, pero aún así, nos separamos quedando de punta en punta de la nariz, sonriendo como unos niños pequeños y tomando aire.

—Mi felicidad tiene múltiples sinónimos y uno de ellos eres tú, si tú eres feliz, yo soy feliz— dije observando como el Sol salía y se reflejaba en sus hermosos ojos.

—¿Tu felicidad depende de mi?—preguntó pasando sus dedos por mis mechones de cabello— es mucha carga, ¿no crees?— sonrió de una forma tan hermosa que creí que moriría en ese mismo instante.

Reí por su comentario y me apresuré a hablar— Bien, mi felicidad no depende de ti, pero tu eres una parte de ella.

—Solo seamos felices, ¿de acuerdo? No importa el tiempo o el espacio, las preocupaciones o inquietudes, las diferencias y los defectos, seamos felices ante todo, ¿de acuerdo?

—Seamos felices— aseguré sonriendo, y sin pensarlo mas, me acerqué nuevamente a ella para fundirnos en otro beso que estaba dispuesto a repetir una y otra vez durante lo que nos restaba del día.

~♡~

Waaah, ya se dieron un beso, kemozion :v Me siento bien rara porque yo jamás he dado mi primer beso y me es difícil poder describir uno, por eso la narración es muy seca, lo siento :'v además de que en esos ámbitos soy muy tímida porque aunque no lo he vivido, sé que es algo muy privado y difícil de narrar, además de que es feo ilusionarte con alguien que ni siquiera sabe de tu existencia :'v igual traté de hacer mi mejor intento, juro que hice como 3 borradores y este aunque no me terminó de convencer del todo, fue el más descente, así que no esperen lemon siendo que soy así de tímida :v
Bueno, sin más que decir y dejándole con las dudas de qué hicieron después de aquel beso, me marcho :v aveda, nel, ellos son unos bebés, no pueden hacer eso ¿o si? 7u7 ahre no xD
Bueno ahora si, sin más que decir, espero les haya gustado, si es así hagánmelo saber y nos vemos hasta la próxima.

Bye Bye  

I want to see your smile again [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora