Parte 21

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Osomatsu paseaba con suavidad sus manos por el pecho y abdomen del menor, deleitándose con la tersa piel que tenía a merced. Su mente estaba en blanco y solamente el calor de su cuerpo le hacía reaccionar.

Karamatsu mantenía sus ojos cerrados con fuerza y cubriendo su boca con ambas manos intentaba reprimir todo sonido. Dio un respingo al sentir en su cuello la lengua del otro.

El mayor empezó a besar su rostro mientras que con la mano derecha tomaba las muñecas de Karamatsu llevándolas por sobre la cabeza del mismo, presionando para evitar que el otro se moviera, su otra mano comenzaba a deslizarse hasta la entrepierna del menor.

Ante el toque Karamatsu se removió nervioso en un vano intento de ser liberado - Por favor... - suplicaba en voz baja - detente Osomatsu... -

El nombrado haciendo caso omiso comenzó a frotar por sobre la delgada tela el miembro del menor. Karamatsu emitía leves gemidos, la sensación de placer y confusión que golpeaban su mente comenzaban a marearle.

Osomatsu frotaba con mayor fuerza a la par que se dirigía a los labios de su hermano, no dudo en besarlo con frenesí.

El de rojo movía con desesperación su lengua en la cavidad del otro, embriagado por la excitación no resentía la falta de aire a diferencia de su hermano que sentía que se ahogaba.

En una acción desesperada Karamatsu solamente atino a morder el labio del otro logrando así separarse.

- ¡Mierda! - grito molesto el mayor llevando su mano izquierda hasta la reciente herida y limpiando algo de sangre en el proceso - Maldita sea Karama-... - se detuvo de golpe, no pudo pronunciar más al ver el rostro lloroso de su hermano - Kara... - susurró mientras retiraba su mano derecha de las muñecas del otro.

Karamatsu poso ambas manos sobre su rostro intentando dejar de sollozar, se colocó de lado, el temblor en su cuerpo era visible.

Osomatsu sintió una opresión en su pecho ¿Qué estuvo a punto de hacer? Con lentitud se inclinó para alcanzar el nudo que había hecho en la corbata, en cuanto libero al menor un puño dio directo a su mejilla izquierda, el mismo lado en el que había sido golpeado con anterioridad por Atsushi.

- ¡Eres un maldito idiota! – grito el menor retrocediendo con dificultad, si no fuera por el yeso de su pierna ya se habría levantado para salir corriendo.

Osomatsu no respondió, mantuvo una mano sobre su mejilla y el rostro agachado.

- Debí escuchar a Atsushi – murmuro intentando limpiar con su brazo las lágrimas que no paraban de salir – fue mala idea traerte aquí – continuo retrocediendo, manteniendo su vista fija en el mayor por si intentaba algo.

Pero Osomatsu seguía en silencio, oprimiendo con fuerza su mandíbula reprimía todo impulso de contestar lo que tenía en mente ¿Por qué Karamatsu debía que mencionar a ese tipo? Nuevamente sentía que su razón comenzaba apagarse y eso le daba miedo, le aterraba que sus sentimientos lo cegaran y terminara haciendo una estupidez. Se concentró en tratar de mantener la calma, lo que ahora necesitaba era hablar con Karamatsu, solamente eso. El mayor salió de sus cavilaciones cuando escucho la puerta azotarse, miro a todos lados solamente para descubrir que su hermano ya no estaba en la habitación - ¿Karamatsu? – le llamo en voz baja, por inercia se levantó y corrió a la habitación más cercana – Karamatsu... – golpeo repetidas veces sin obtener respuesta – tenemos que hablar, déjame explicarte – intento abrir pero ya tenía el seguro puesto - ¡Abre Karamatsu! – continuo golpeando.

Al otro lado Karamatsu estaba de pie con la frente recargada en la puerta y una mano sosteniendo el seguro, con cada golpe sentía que su corazón se aceleraba - ¡Déjame en paz! – grito sintiendo que perdía toda fuerza, deslizándose lentamente termino hincado con un nuevo nudo en la garganta formándose.

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