Parte 18

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Los gritos de los Matsuno y algunos trabajadores que presenciaron lo ocurrido atrajeron la atención de Osoko y Atsushi.

Karamatsu se encontraba en el suelo reprimiendo un quejido, con sus brazos mantenía cubierta su cabeza sin poder salir del reciente shock.

Osomatsu fue el primero en correr hasta su hermano, hincándose a su lado reviso con la vista el cuerpo del menor en busca de alguna herida visible.

- Karamatsu, ¿Te duele algo? – acerco su mano al hombro del menor, pero se detuvo al escucharlo.

- ¿Por qué están aquí? – preguntó en voz baja el bailarín.

- Kara... – el de rojo suavizó su voz esperando que el otro le mirase.

- ¡Aléjate de él! – el grito de Atsushi llego junto a un golpe directo al rostro del nini.

Osomatsu no perdió tiempo y se levantó listo para pelear; sin embargo, Choromatsu y Jyushimatsu fueron más rápidos y alcanzaron a sujetarlo. Por su lado, Totty e Ichimatsu hacían lo mismo con Atsushi. Algunas meseras intentaban que Karamatsu les respondiera sobre su estado.

- ¡¿Qué demonios les ocurre?! – la fuerte voz de Osoko silencio a quienes insistían en pelear. Detrás de ella Choroko miraba atentamente a los involucrados.

- ¡Trap! – Grito la de lentes señalando a Todomatsu – ¡Santo Dios del Yaoi! ¡Trap y trap! – grito eufórica señalando a Choro y a Jyushi.

- Así que disfraces... – Osoko frunció el ceño. Tras un ademán con su mano varios hombres aparecieron rodeando a los hermanos.

Atsushi aprovechó el momento y logrando zafarse corrió hasta Karamatsu, se arrodillo a su lado, mantenía sus manos ligeramente sobre el cuerpo del otro, temeroso de moverlo.

- Atsushi... – murmuró el bailarín sin descubrir su rostro.

Los hermanos solamente observaban, los guardias les impedían acercarse.

- ¿Puedes levantarte? – pregunto el castaño.

- Duele... – respondió en voz baja.

- Ya viene la ambulancia – Osoko anuncio acercándose.

Los paramédicos no tardaron en aparecer, llevando a cabo el procedimiento necesario inmovilizaron al bailarín y lo llevaron fuera del establecimiento ante la atenta mirada de trabajadores y clientes.

El resto de sextillizos se encontraban en una esquina del lugar siendo custodiados por varios guardias.

Jyushimatsu estaba sentado en el suelo abrazando sus piernas y ocultando el rostro entre las mismas; a su lado Todomatsu intentaba reconfortarlo.

El resto estaba recargado contra la pared, con rostros totalmente serios se mantenían en silencio.

Atsushi se acercó y se detuvo frente a los mayores.

- Es necesario dar información sobre Karamatsu en el hospital y ya que no tengo intención de preocupar a sus padres, uno de ustedes tendrá que acompañarme – informó sin cambiar la expresión enojada que había mantenido desde que se vieron. El más joven de los Matsuno se puso de pie al escucharle – Tú no Todomatsu – Atsushi negó de inmediato sorprendiendo a su amigo – realmente no quisiera llevar a ninguno, dudo que Karamatsu siquiera desee verlos... Pero ya que no hay otra opción, te llevare a ti – indicó con un ademán hacia Choromatsu.

El tercer hermano suspiro y dio un paso al frente.

- Iré, pero Jyushimatsu viene conmigo – se cruzó de brazos para enfatizar su condición.

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