Epílogo

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Epílogo


Me despierto temprano y salgo a correr por la orilla del mar, al ritmo de Maroon 5, en el iPhone, ¡cómo me gusta esta banda y la voz de Levine! Buena manera de empezar el final del año, porque ando engordando con tanta celebración y sobredosis ansiosa.

El cumple de mi papá fue muy emotivo. Ahora ya debe estar por salir su vuelo rumbo al Valle Sagrado donde pasará una semana de lujo con Luciana en el Hotel Boutique & Spa de Blas: todo incluido. Estaban felices. El Aspie había llamado a saludar a mi papá. Seguía en Brasil. Tal vez se estará tirando a cuanta paulistana bonita pudiera tirarse, con montones de bellezas por allá y tanta top model. Total conmigo está hecho un pichín.

No ha recapacitado en su manera de pensar y yo he tratado de ceder, pero algo más fuerte que yo no me deja ¿Podría firmar una declaración a futuro, a mi juicio irracional, como prueba de amor? Sí. Los ojos de gata de Ema me dicen que es darle demasiado poder a un hombre...

6:15 a.m. El sol promete un candente día de playa. Viviana y Sandra me invitaron a para pasar año nuevo con ellas. Alquilan casa por la temporada de verano en la playa Flamencos, donde tienen muchos amigos. He dejado a Chino en la casa de mi abuelo.

El treinta corrió en medio de un silencio sepulcral entre los dos. Y yo, prácticamente maniatándome para no llamarlo. Tenía que resistir cual heroína que me jacto inconscientemente de ser. No me buscó, no me llamó y anoche decidí fugar con mis amigas. Pasaré el día con Ema en Cocos. Y en la noche me la pegaré y bailaré hasta morir en la esta del condominio. Una promesa PUCP. No pasamos año nuevo juntas desde Máncora del 2000.

¿Y Blas dónde estará? ¿Hasta cuándo estaremos peleando? El tiempo pasa y el constante tira y afloja, rige ¡Peleamos tanto!!! Siempre está molesto conmigo. Tal vez porque no cedo tanto como antes y nos hacemos más viejos y menos tolerantes Seré yo, porque Blas ha sido intolerante desde siempre.

¡Nuestra historia no puede acabar por un estúpido papel sin firma! Él tiene que calmarse y recuperar la cordura. Yo pienso buscarlo y terminar de domarlo. Pero no ahora, recién ayer venció el plazo del ultimátum. Debe estar un re pichín, donde esté. Y pelear con Blas cuando tiene la cabeza hirviendo, es quemarse 100% seguro.


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Para mí es un suplicio estar sin él en año nuevo. Hemos peleado en navidad y ahora ¡Nuevamente! ¡Estas fechas me ponen sentimental!!! No me quiero deprimir hoy. Ya el dos de enero llamaré a Jose para ver cómo anda el clima en la casa de Blas y espero poder acercarme para entonces. Pasaré el día leyendo Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro, de la que escuché hablar, pero jamás he leído nada suyo. Me mantendrá entretenida mientras veo pasar el 31 de diciembre.

Viviana y Umberto caminan en mi dirección, en lo que parece ser una intensa discusión. Ella ha recuperado muy rápido su figura desde el nacimiento de Antonia ¿Qué será de mí cuando tenga hijos? Pero estoy pensando en las uvas cuando ni siquiera tengo la parra. No tengo a Blas para que me germine, je. No puedo dejar pasar el tiempo ¿Estaré actuando correctamente? Ninguna de las posibilidades me deja tranquila. Según su ultimátum hoy ya no somos nada. Pero él dijo que ya no seremos nada a partir del otro año y hoy estamos treinta y uno. Hoy estamos en el limbo...

–¡Emilia es toda una deportista!– comenta Umberto sonriente, con ese delicioso dejo italiano.

–¿Qué me queda?– resignada, levantando los hombros–. No tengo el metabolismo glorioso de tu esposa.

El Rompecabezas de Emilia y BlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora