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Jack's Bar

Había sido una noche larga, no pegué el ojo ni una sola vez. Todo era culpa de Hunter. Era sábado y tenía la agenda llena para variar. Iría a reunirme con Sam en Bird's a contarle todo con pelos y señales porque así era nuestra amistad, después iría a hacer el proyecto con el imbécil porque era la única manera de recuperar los puntos del examen que perdimos en la clase del profesor Mick.

— Déjame ver si entiendo. Hunter, el actual chico más caliente de toda la escuela te pidió ser tu amigo y tú sólo le cerraste la puerta en sus narices —Sam repasaba los hechos de la noche anterior con expresión de inminente confusión—. Sólo porque dijo que no te dejaría de molestar. En serio, Ash ¿qué está mal contigo? ¡No se te va a presentar otra oportunidad igual!

— No estás entendiendo, Sam. Si no se vuelve a presentar esa oportunidad, me da igual ¡Él es un mujeriego! Lo he visto con muchas chicas entrar y salir de su casa ¿y si sólo con tenerlo cerca me pega una ETS? —dije horrorizada.

— Dios, ilumina a la pobre. Recuérdame el porqué eres mi amiga. No te ofreció llevarte a la cama, sólo una amistad ¿Es tan difícil de aceptar? —respondió defendiéndolo.

— ¡Pero lo insinuó!

— ¡Le gustas! Espera ¿cuándo? —dijo con sus manos tapando su boca y yo me ahogué con mi chocolate caliente.

— ¿Ves lo que haces? ¡Tú quieres que me muera! No le gusto, sólo le da placer hacerme molestar cada vez que tiene oportunidad.

— Si tú lo dices... —dijo tomando de su bebida— Hottie se ve molesto hoy —dirigimos la mirada hacia él y notamos que estaba teniendo una pequeña discusión con un chico.

— Si trabajara aquí, le haría los días felices—dije aún viéndolo.

— Escuché que pronto estarán solicitando a alguien que trabaje en las tardes.

— ¡Perfecto! Postularé. Prepárate, Hottie, porque voy en camino, baby —Sam río y se levantó de la mesa.

— Te llamo más tarde, hoy tengo una cita —dijo dejándome sola un poco confundida.

Mire la hora en mi teléfono y nuevamente se me hacía tarde. Hoy tenía que reunirme con Hunter para entregar el proyecto el lunes.

Realmente no quería ver su cara. El viejo de Mick se estaba ganando mi odio también.

Suspiré, le di una última mirada a Hottie y me dispuse a irme.

Muy bien, Ash, tranquila. Sólo serán un par de horas con él en la misma habitación, haces el jodido ensayo y te largas de ahí. No suena tan difícil ¿cierto? Lo único que tengo que hacer es ignorar sus estúpidas provocaciones y él se detendrá, de lo contrario espero que Sam me ayude a esconder su cadáver.

¡Tú puedes, sensual Ash!

Terminando mi monólogo y armada de valor me dispuse a tocar el timbre de su casa y después de unos segundos salió su mamá.

— Ashton, cariño. Que agradable sorpresa ¿Buscas a Hunter? Me comentó que ayer salieron, espero que haya ido de maravilla.

Mi madre y la señora Miller no sabían el significado de la palabra "discreción".

— Buenas tardes, señora Miller. Si, tenemos que hacer un ensayo para el lunes —aclaré el motivo de mi visita ignorando el último comentario.

— Oh, cariño. Él no se encuentra y no creo que vuelva pronto.

Lo que me faltaba. Al imbécil le dio por desaparecer. No se iba a librar de mi tan fácil. Sólo me queda una opción.

— ¿Me podría dar su número de teléfono, por favor? —le pregunté con una falsa sonrisa.

La señora Miller me dio el número de Hunter encantada. Ni idea por qué tanto entusiasmo.

Miraba el número ya registrado en mi teléfono, sólo tenía que marcar y exigirle que moviera su culo hasta aquí. Y así hice.

— ¿Hola? ¿Quién es?

— Ash. Teníamos que hacer el ensayo hoy ¿Dónde estás? —le dije un poco molesta.

— ¿Ahora me acosas? ¿Cómo conseguiste mi número? No sabía este lado tuyo, querida, tengo que decir que me gusta. Pero no te hubieses esforzado tanto, yo encantado te lo hubiese dado.

Juro que lo imaginaba con su típica sonrisa de suficiencia.

— No te creas tan importante. Mueve tu culo hasta aquí, Hunter. Tenemos que hacer el ensayo.

— Eso no se podrá, cariño, estoy en Jack's Bar pasando un buen momento —y sin más colgó dejándome con la palabra en mi boca.

¡Joder!

No podía reprobar por su culpa. Por esto es que me gustaba hacer todo sola, todos eran unos incompetentes.

Sin perder más tiempo busqué la ubicación del lugar por el google maps solo para descubrir que tenía que cruzar toda la jodida ciudad.

 ¡Genial!

Me las pagaría.

Tomé un bus y después de 50 minutos de camino me encontraba relativamente cerca. Aún me faltaban un par de cuadras.

Caminaba atenta, miraba a mis alrededores por dos razones: ya estaba oscureciendo; y esta no era la mejor zona de la ciudad.

¿Qué diablos hacía Hunter aquí? Aún más importante ¿por qué no hice el ensayo por mi cuenta y simplemente no escribía su nombre en él?

Ya quería llegar así que decidí acortar un poco de camino atravesando un callejón que conectaba directamente con el jodido bar.

Arrugué mi nariz por el mal olor que expelian los botes de basura a los costados del callejón, mis zapatos estaban mojados por el agua estancada que había pisado, no lo noté por la mala iluminación del lugar, en serio esperaba que fuese solo agua.

Tenía una mala sensación en mi pecho, me arrepentí de haber venido. Apresuré el paso y algo apareció frente a mí. Mejor dicho, alguien.

Grité por el susto y logré detenerme a tiempo evitando chocar con él.

No podía ver su cara, llevaba una especie de aterradora máscara y sus ropas lucían sucias.

— Vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí? —preguntó una tranquila voz.

— ¿Por qué ibas caminando tan rápido, dulzura? —dijo otra voz a mi espalda. Juro que no había notado a ese otro sujeto.

Mi corazón latía desenfrenado y mis ojos miraban a todos lados buscando una salida.

Ambos se me fueron acercando lentamente y yo retrocedía en dirección hacia la pared. No era la idea más inteligente pero no tenía otra opción, ellos obstaculizaban las únicas salidas disponibles.

— ¿Qué podemos hacer con ella?

— Estoy seguro que podemos divertirnos —respondió a su compañero el primero.

Iba a morir por culpa del imbécil.

¡No soy Ariel!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora