Mi extraña manera de decir adiós ⛈

2. El escritor que no necesita tinta🌤 2/2

Llego a mi casa, mi padre aún no llega, Tal vez tiene demasiado trabajo...
Caliento comida de ayer en el microondas y saco un tenedor, me siento en la silla de la cocina y comienzo a comer, me gustaba este ensordecedor silencio. Solo se podía escuchar el crujir de la comida en mi boca, y un lejano carro que se estaciona.
Termino y dejo mi plato en el fregadero, agarro mi mochila y subo a mi habitación, hago mis tareas, no me tomó mas de una hora, veo mi reloj: 6:23 pm.
Lanzó un suspiro al piso, de reojo veo mi mochila, que está sobre mi escritorio, sobresale una parte del libro que agarre en la biblioteca.
Sin pensarlo lo saque de mi mochila, y ahora, decidí leerlo desde el principio.
Gracias a todas las personas que, sin ellas, no sería posible el trabajo que ahora tienes en tus manos.
Antes de que comiences con tu lectura, quiero decirte que cada palabra, de cada verso es real.
Paso de hoja.
Leo el índice.
1. Presentación del autor............................1
2. ¿Que es esto?............................................3
3. El sábado más lluvioso...........................8
4. Carta para mí .........................................12
5. Las cuerdas de este estúpido violín.......19
Me pase toda la noche leyendo, saber más de la vida de esta persona, cada rincón inhabitado de la fría alma del autor está escrita aquí, la describe detalladamente, según cómo el siente.
Llegue al escrito que había leído en la biblioteca.
26. Quiero que entiendas bien...................82
Lo volví a leer, hasta este punto me doy cuenta de que todos los versos forman una historia, su historia. No importa cuantos renglones tenga cada capítulo, cada uno tiene una cierta escénica que hace que cuando leas lo sientas , lo vivas.
Escucho la puerta principal abrir, no decidí voltear a ver por mi ventana, pues ya sabía que era mi padre, mi reloj marcaba las 11:46 pm.
Extraña hora para que mi padre regresara, me pare de la silla, agarre el libro, apague la luz y me acoste en mi cama; prendo mi lámpara que está arriba de mi buró y continuo leyendo, mis ojos no paraban de caerse por lo agotados que estaban, decido dejar mi lectura, cierro el libro y dejo sobre mi buró, apago la luz y cierro los ojos tratando de dormir, era algo imposible, pues quería seguir leyendo, me pare de la cama y en lugar de eso, veo por mi ventana, todas esas luces de las casas, los autos que todavía siguen en movimiento, las personas que están en esos autos, todos tienen sueños, por lo menos uno, era demasiado raro que yo dijera eso, tal vez, fue por culpa del libro.
Ya en la mañana, me despierto, demasiado temprano, más temprano que mi despertador, veo por la ventana y ahí seguía el auto de mi padre, era extraño pues siempre se va a trabajar en el, supongo que le dieron el día.
Escuche que alguien estaba haciendo ruido en la cocina así que decidí bajar, solo para saber qué sucedía, era mi padre, casi sin noción de lo que pasaba, por lo menos así lo veía.
-Padre, ¿te ocurre algo?, ¿estás bien?- Lo dice tratando de evitarme.
-Si, si, solo... estoy buscando algo.
-Mmmm está bien- ¿que otra cosa puedes buscar en la alacena que no sea comida?.
Regreso a mi cuarto y mi padre me habla.
-¿no irás a ala escuela?- Lo dice con un tono desconcertado y algo preocupado.
-Si, voy a cambiarme de camisa.
-Oh ya, ¿quieres que yo te lleve?- Lo dice dudando, ese tono que está utilizando mi padre no me gusta, tiene algo, y quizá me diga.
-Mmmm claro, bajo rápido, ahora vuelvo.
No quería regresar a ese lugar, solo regresaría para recibir nuevamente acoso escolar...
No pienso de nuevo en eso, y me alisto.
En el carro me siento en el asiento del copiloto, tal vez solo me senté ahí por qué quería saber qué sucedía con papá.
-¿Me vas a recoger también? Papá.- Le dije para comenzar la plática.
-Ammm... tal vez llegue un poco tarde a la casa.-Dice tratando de evitar hablar más.
-¿Casi tan tarde como ayer?- Le preguntó mirándolo.
-Te prometo que trataré de llegar más temprano- Lo dice sin expresión.
Como quisiera que lo que dijo esa vez hubiera sido verdad; pues así pasaron los días, mi padre llegaba demasiado tarde a la casa, él creía que no me daba cuenta, siempre llevaba puesto un traje, una vez decidí bajar a la cocina, lo mire, sonriendo, se estaba sirviendo un vaso de agua, se veía tan despreocupado.
De repente me ve, se le borro la sonrisa.
-¿Que haces aquí tan tarde?- Lo dice preocupado, cómo si lo hubieran visto con las manos en la masa- Mañana tienes escuela, vuelve a la cama.
-Mañana es sábado...- Le dije.
-Oh cierto, de todas maneras vuelve a la cama.
Lo hice caso y regrese a mi habitación.
Y este es el comienzo de otro problema...