Han pasado unas cuantas semanas, realmente no sé cuantas, mi médico me dijo que era recomendable ir a terapia y mi padre le cumplió su capricho. Subimos al auto, mi padre trata de ayudarme con mis muletas, ya puedo mover completamente mis piernas y mi padre no lo sabe.
Mi padre conduce hasta el lugar que le recomendó el médico, eran las 6:12 pm, llegamos 2 minutos tarde, espero que no sea demasiado tarde.
Entramos al edificio, nos dirigimos a una puerta, que en la parte superior decía "Terapeuta Luan" yo primero hable con el terapeuta, obviamente el no sabia con exactitud por lo que pasaba o cómo me sentía en realidad, sus consejos no funcionaron, pues básicamente me dijo que no me suicidara, pero hasta el momento no sé si funcionará, me gustó que alguien me escuchara, pues ya no estaba Yaneth para que lo hiciera.
Terminó de hablar conmigo, era el turno de mi padre, creo que mi padre se tardo más tiempo que yo.
Estaba sentado, a un costado estaba la puerta en donde se encontraba mi padre con el terapeuta.
Mi padre finalmente salió, el terapeuta se despidió de mi, salimos del edificio.
Entramos al auto, me senté en el asiento izquierdo atrás, para no ver a mi padre de ninguna manera, en un momento del camino cerré mis ojos y quería que todo fuera como antes, que estuviera Yaneth conmigo y que nunca hubiera aparecido Ingrid en la vida de mi padre ni en la mía, pensé que con el tiempo Ingrid y yo hablaríamos más, pero no, ella y yo apenas cruzamos palabra en la noche, cuando cenamos, -¿Me pasas la sal?- Es lo único que me dice, usualmente.
-No sé qué estoy haciendo aquí- Dijo mi mente al abrir los ojos.
Por alguna razón se me hizo un nudo en la garganta, es muy molesto, ¿eso significa que quiero llorar?, pues nunca había retenido mis lagrimas durante mucho tiempo.
Veo que el carro de mi padre conduce a una farmacia, -Voy por algo, no me tardo-Fue lo que me dijo cuando salió del carro, asentí con la cabeza, aunque no sé si me vio.
Veo por la ventana, veo los demás carros ir y venir.
No preste atención cuando mi padre entró al carro, escuché que mi padre dejaba una bolsa en el asiento del copiloto, supongo que puso la bolsa ahí para que no viera lo qué hay adentro.
Seguimos el camino hacia la casa.
Ya era oscuro, entramos a la casa, veo que Ingrid está en la cocina, tal vez está preparando la cena, y así era.
Ya en la cena, Ingrid trataba de hacer la plática a mi padre, pero mi padre no estaba de humor para hablar, supongo.
Al terminar, mi padre me dio lo que compró en la farmacia, no quise ver lo que había adentro, quise esperar a estar en mi habitación para ver lo que había, así que fui a mi habitación, me senté en la silla que estaba enfrente de mi escritorio, prendí la lámpara de noche, y dejé la bolsa sobre el escritorio, noté en primer vistazo que era una caja, no tan grande, tal vez podrían ser vitaminas, pensé.
Saque la caja de la bolsa, era una caja verde con blanco.
Y leí:
Antidepresivos.
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Mi extraña manera de decir adiós ⛈
Novela Juvenil¿Quien se supone que eres? Me pregunto todos los días. ¿Que hago aquí? Es lo que me cuestiono cada momento. ¿Se sentirá lo mismo estar vivo que estar muerto? Es lo que quiero saber.