Estas semanas no han sido diferente, como según Luan me había dicho cómo iba a ser, se podría decir que Luan ya me diagnosticó como "estable" o incluso "fuera de peligro de auto suicidio" si tendría que definir todo el tiempo que estuve en el consultorio de Luan diría: Pérdida de tiempo.
Desperté, miré atentamente el techo, decidí si hoy iba a ser diferente, mi vista giró hacia mi escritorio, ahí estaba el libro que vi por primera vez en la biblioteca y recordé a Yaneth, me paré de mi cama y tomé el libro, pase hojas al azar, recordando las anécdotas del escritor sembraba en el libro.
Paré en el año hoja, resaltaba el titulo:
29. Algún día.
Vi que lo que decía ese capítulo no era demasiado largo, así que lo leí.~Espero que algún día te fijaras en la persona que tienes enfrente, la persona que realmente te ama sin lugar a duda, la persona que espera siempre una respuesta tuya, la persona que se ilusiona a lo tonto con fantasías que son irreales pero tú las puedes volver realidad.
Seguiré esperando ese "algún día".Cerré el libro y lo volví a dejar en mi escritorio.
Suena mi celular, era una llamada, no conocía el numero, contesté:
-Bueno?
-Hola, Alex!...
Sentí una especie de alivio al escuchar esa vieja voz.
-Yaneth?!- Dije con algo de entusiasmo.
-Si, soy yo- Dijo con una gran risa en su voz- Quería decirte que regrese a la ciudad, y volveré al colegio este lunes- No puedo creer lo que estoy escuchando, pensé.
-Me alegraría volver a verte- Le dije.
-Yo igual, bueno, ya me tengo que ir, tengo que ayudar a desempacar todo nuestras cosas- Dijo apurada.
-Mmm vale, nos vemos el Lunes.
Me colgó.-No puedo creer lo que acaba de suceder- Dice mi mente en alto.
Ordene y prepare mis cosas para ir a la escuela, nunca había ordenado mi mochila, supongo que Yaneth es la mejor cosa para hacerlo, no fue gran cosa.
Yaneth era la única razón por la que iba a la escuela, hace mucho tiempo.
Cuando ella se fue ya no sabía que hacer, era como si ella se hubiera llevado mis ojos, tenía presencia de las cosas, pero no podía verlas, y sabía que estaban ahí, de alguna forma era como... un zombie?.y
También prepare mi ropa que me iba a poner el Lunes.
Dormí temprano, aún que la voz de Yaneth no me dejaba dormir, moría de ansias de volver a verla.
Llegó el Lunes, me desperté temprano, me bañé, y me puse mi ropa, decidí que era buena ponerme la misma ropa con la que me conoció, era una sudadera negra, un pantalón negro y tenis rojos.
Bajé a desayunar, ahí estaba Ingrid, preparando el desayuno de mi padre y también el mío.
Me senté y empece a desayunar con ansias.
Sentí la mirada de mi padre que estaba desayunando en la silla de enfrente
-¿Te ocurre algo, Alex?- Dijo con la mirada extraña.
-No...- Me limité a decir y continúe desayunando.
Tiempo después los dos salimos de la casa y entramos al auto.
El camino hacia el colegio se me hizo eterno, pero después de todo, llegamos.
-Nos vemos al rato, padre- Le dije saliendo del auto, nunca me había despedido de él me sentí extraño y supongo que él también.
Camine hacia la entrada de la escuela, giré mi cabeza muchas veces para ver si ya había llegado Yaneth, me pregunté si después de todo este tiempo habrá cambiado.
Tal vez es un poco más alta, aún que su estatura nunca me importó, tal vez ya no sea tan infantil pues supongo que ya maduró, o tal vez no; a lo mejor ahora habla diferente, eso no me gustaría pues siempre me gustó su voz, era dulce y clara.
De ella siempre me gustó que era tan gentil, siempre me preguntaba: ¿Como ella puede ser tan linda y amable en un mundo en donde solo existe crueldad y el mundo se encarga de que todas las personas están bañadas de crueldad? Y de ahí llegaba otra pregunta ¿Como no podía caerle ninguna gota de crueldad a Yaneth? Supongo que ella es demasiado dulce para que esté manchada con esa gota de crueldad del mundo.
La campana sonó, dieron inicio las clases, fui a mi salón, me senté en frente del pizarrón, por qué sé que a Yaneth le gustaba estar enfrente y poner "demasiada" atención.
Sentí miradas que venían de atrás, pues a mis compañeros les extraña que me siente enfrente y que me haya quitado el gorro de mi sudadera.
Llegaron todos los alumnos de esa clase.
-Yaneth no a llegado- Dije en voz baja-.
Escucho la puerta del salón abrir, pienso que es el maestro o tal vez el directo con Yaneth, pues nos dirá que una alumna regreso o algo así.
Veo que el maestro solo sostiene la puerta, esperando que alguien pase, no logro ver nada al instante, esta demasiado emocionado que mis piernas no dejaban de saltar.
Y ahí fue cuando vi que...
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Mi extraña manera de decir adiós ⛈
Ficção Adolescente¿Quien se supone que eres? Me pregunto todos los días. ¿Que hago aquí? Es lo que me cuestiono cada momento. ¿Se sentirá lo mismo estar vivo que estar muerto? Es lo que quiero saber.