Así termino mi día, salgo del colegio, trato de ver el auto de mi padre, lo logro ver y me dirigí a él, sin mirar a nadie más, solo caminé aprisa para salir de este lugar, por fin llegué.
-¿Como te fue en tu primer día hijo?- Dijo mi padre tratando de ver mi rostro por el espejo delantero del auto.
-Bien- Dije.
-¿Hiciste nuevos amigos?- Lo dice tratando de transmitirme su "felicidad".
-No- conteste.
Mi papá esta intentando que yo olvide lo qué pasó hace 1 semana. Creo que es imposible.
-Se que esto es difícil, y que fue demasiado triste, pero debemos de olvidar lo qué pasó, ¿No crees?-Dice mi padre.
-¡Lo dices cómo si fuera algo tan simple!-Le digo mientras miro por la ventana.
No me contesta y el auto arrancó.
Una lágrima corre por mi mejilla, recordando como pasó todo, íbamos en una carretera, eran las 11:43 de la noche, el camino estaba muy oscuro...
-Llegamos- Dijo mi padre apagando el auto.
Sin darme cuenta estaba llorando aún más, agarro mi mochila y salgo del auto, abrí la puerta de la casa y me dirigí a mi cuarto, cerré mi puerta con seguro, no quería que regresara mi papá, quería estar completamente solo.
Deje mi mochila en el suelo y me acosté en mi cama, solté un ligero grito de tristeza y solté en llanto.
Inconscientemente me quede dormido, mire mi reloj: 7:08 pm. Supongo que aún es temprano, solo me cambie de ropa y me volví a dormir, no tenía ganas de hacer algo, ni comer, ni ser alguien, ni ir a la escuela... ni vivir...
Suena mi despertador.
Tenía que bañarme, desayunar, e ir a la escuela.
Al terminar de ponerme ropa, baje a la cocina y encontré una nota, era de mi padre, tenía un poco de enojo hacia el, por lo qué pasó ayer, así que no la leo, la deje intacta.
Agarre mi bicicleta y fui a la escuela.
Básicamente pasó lo mismo.
-¡Hey! ¡Alex! ¡Hola!- Me dice alguien gritando.
Reconozco esa voz, esa irritable voz, volteo, y como sabia era ella le devuelvo el saludo.
Creo que no es su culpa ser tan castrante.
Aparco mi bicicleta.
-¿Que tal?- Me anime a decirle.
-Bien, bien, ¿y tú?- Me preguntó .
-Igual- no quise estar más tiempo con ella, digo, ya tenemos dos clases juntos, para mi eso es más que suficiente.
-Genial, solo quería recordarte que hable con el maestro de literatura, ya estás conmigo en el proyecto, así que ya es tiempo que nos pongamos de acuerdo con el trabajo.
-Si, ¿crees que nos podamos ver en....- No quería que ella estuviera en mi casa, así que cambio el final de la oración- tú casa?.
En sus ojos se le notaba un brillo inusual.
-Claro, ¿puedes esta noche?
¡¿Noche?! ¿Por qué en la noche? Supongo que lo dice bromeando.
-¿Esta noche?- Le pregunte mientras entrábamos al colegio.
-Mmmm... bueno, podemos mañana si quieres.
-Si, mañana, le avisaré a mi padre- Le dije.
-Esta bien- sonó la campana- nos vemos en literatura.
-¡Espera!- Le dije, al instante voltea- ¿cuál es tu nombre?.m
-Yaneth- contesta casi gritando.
-Esta bien, nos vemos en literatura, Yaneth.
Cada día se hacían mas largas las clases de Literatura e Historia, me gustaba de verdad estar con Yaneth.
Decidí hablar más con ella, ¿que malo podría pasar? Hablábamos casi de todo, terminamos exitosamente nuestro primer proyecto.
Pero no me di cuenta que olvidaba algo.
Estábamos en la clase de historia:
-¿y en que trabajan tus papás?- Me preguntó-
-Mi padre... trabaja en una empresa m"demasiado importante"...- ojalá yo fuera tan importante como su empresa para el.
-Genial-Dijo ella- ¿y tú mamá en donde trabaja?.
Todo era tan Genial, tenía que ser arruinado por la única persona en mi vida, y no, no me refiero a mi, me refiero a ella.
No quise hablar de eso, ni siquiera salir corriendo de ahí.
-No quiero hablar de eso- Lo dije sin expresión.
-Ammm... ¿por qué no?- Insistió ella.
-¡Solo no quiero hablar de ella y ya!- Le dije gritando.
Toda la clase me escucho, el maestro se quedo mudo, sosteniendo el listo de texto con su mano, fijamente observando, claro, habíamos interrumpido su clase.
-¿Sucede algo Alex?- El maestro pregunto con delicadeza.
Me quede congelado, esta es la hora perfecta para llorar, decía mi corazón. Claro que no, dijo mi cerebro, solo tienes que salir corriendo.
Me volví a sentar, mirando a la nada.
Tenía tantas ganas de llorar, pero obligue a mis ojos que no sintieran, por lo menos en ese momento, fue algo estúpido, comencé a llorar.
-¿Todo está bien, joven Alquicira?- Me preguntó el maestro.
¡¿Por qué me preguntó eso?! Era claro que lo menos que estaba sería estar bien.
-¿Quieres estar un tiempo solo?-.
Inconscientemente dije que si.
-Ven conmigo.
Abrió la puerta del aula, salí detrás de él.
Me llevo a la biblioteca, me dijo que podía estar el tiempo que quiera.
-Se muy bien por lo que estás pasando ahora, sé que es muy duro y que nadie podrá hacer que te sientas feliz por ahora, hablaré con tus profesores para que entiendan tu situación- Me dio una palmada en la espalda y se fue.
Genial, mi padre había hablado con mi profesor de historia, y él les dirá a todos mis demás maestros por lo que estoy pasando, eso me molesta, pero no puedo hacer nada...
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Mi extraña manera de decir adiós ⛈
Novela Juvenil¿Quien se supone que eres? Me pregunto todos los días. ¿Que hago aquí? Es lo que me cuestiono cada momento. ¿Se sentirá lo mismo estar vivo que estar muerto? Es lo que quiero saber.