Mi extraña manera de decir adiós ⛈

6. ¿En dónde estas? 1/2🌧

Fue cuando vi que...
El maestro solo nos veía, fijamente.
-¿Quien está listo para el examen?-Dijo sonriendo.
Me sorprendí al ver que no estaba Yaneth con el.
-No- dijeron al fondo.
Sentí una gran decepción...

Llegó viernes, sin Yaneth, no he sabido nada de ella desde la última vez que me llamó.
Me puse a pensar por qué Yaneth no fue a la escuela como me había dicho, pensé en las mejores opciones que tenía como para descubrir porque no fue toda la semana.
-Tal vez... se murió alguien de su familia y por eso no pudo asistir toda la semana a la escuela- Dijo mi mente, tratando de convencerme.
Tal vez no era eso...
Llegué a casa, todo parecía no haber cambiado en nada, subí a mi cuarto y dejé mi mochila en la cama y me senté en mi escritorio.

Suena mi celular.
-Yaneth!?- digo sorprendido.
Contesto.
-Hola Yaneth!- digo rápidamente.
-Ammm... hola-a- Dijo con un tono apagado.
-¿por qué no fuiste a la escuela?- pregunté.
-Perdón, tuve un problema, no pude llegar- sino algo apresurada.
-Amm... está bien, pero irás el próxim... -Me interrumpió.
-oye, perdón, me tengo que ir, luego te marco, cuídate- colgó.

Sentí preocupación por ella, pero no quería entrometerme en su vida, tal vez, ella me dejaría saber qué es lo qué pasa en su vida, pero yo no soy de esas personas.

-¿Yaneth? Ehh... hola, solo quería saber cómo estabas, espero te encuentres bien, bye. -término de grabar el mensaje que me permitió su contestadora.
Colgué el teléfono y lo dejé en el mismo lugar, en la sala, me pareció incómodo hablar por teléfono mientras Ingrid está en la sala, no es que le importe mi conversación, o por lo menos algo de mi, no debió importarme.

-¿A quien tanto le marcas?- Me preguntó Ingrid, que estaba viendo la tele esperando a mi padre.
-¿Realmente te importa?- Dijo mi mente.
-Es una chica de mi escuela- contesté.
-¿y por qué le hablas tantas veces si la ves en la escuela?- Dijo con un tono, molesto, pero ya no me importaba su actitud.
No le conteste y subí a mi cuarto.
Cerré la puerta y di un gran suspiro.
Cerré los ojos y me incliné hacia mi puerta.
-¿En donde estás Yaneth?- dije en voz baja -Todo estaba mejor contigo, ahora solo empeoro todo.
Dije, con la esperanza de que Yaneth me escuchara en donde sea que esté.
-La escuela es peor que nunca, en mi casa parece que no existo- cuando digo eso, algo sale de mis ojos, sabía perfectamente lo que era, pues ya se habían acostumbrado a salir.

Claramente Yaneth no tiene la culpa de lo que pase en mi vida, solo que siento que las cosas cuando estaba Yaneth no importaban, solo las dejaba pasar, y eso me hacía sentir bien, no tenía que preocuparme por nada.
En cambio, sin ella...
Todo logro perfectamente empeorar, supongo que ahora en la escuela soy el blanco perfecto para alguien que está enojado o quiere desquitarse con algo o "alguien".
Lo mejor de todo, es que parece que a ningún maestro le importa, digo, no es que me vean sangrar por los pasillos y con moretones en la cara y que se pasen de largo; sino que en general no les importa ni un carajo cualquier alumno.
Solo, lo dejo pasar, y si alguien pregunta que qué me pasó, solo le digo que... No lo sé, nunca había pensado en alguna excusa para cubrir lo que me había pasado en ese momento.

Y... finalmente la casa, mi padre me dijo que ya estaba grande como para que él siga recogiéndome de la escuela.
Así que ahora después de la escuela tengo que caminar hasta mi casa, pero no es que viva súper lejos de la escuela, solo que quiero que esto termine.
Llego a la casa, y hay dos opciones, que Ingrid este en la sala viendo la tele esperando a mi padre, ó que nadie esté en la casa y que mi padre junto con Ingrid regresen la tarde del día siguiente.
Y mi pregunta es, ¿si no hubiera pasado el accidente en donde mi madre murió, todo sería diferente?
No busco la respuesta, pues ciertamente no lo sé.
En este punto empiezo a cuestionar todo con el accidente, o con Yaneth, o con mi existencia.

-¿Todo estaría mejor si yo no existiera?...-