Las páginas perdidas de Rocma

Parte 20 ( Idate )

Veamos, ¿Como se empieza esto?

¿Un saludo? ¿Una depresiva introducción de lo mala que es la vida? Jaja.

Sí, supongo que lo captaron pronto.
No es Rocma quién escribe esta última nota, sino que soy yo, Idate, un mejor escritor, e de decir.

Seguro que están preocupados ahora:
"¿Porque yo?", pensarán. "¿Una atractiva orca que está escribiendo en las páginas de la osegna?"

Es fácil, como era obvio:
Murió

No os desconsoléis tristes lectores del futuro,
si es que algún día alguien encuentra estas páginas perdidas en medio de la nada y lee esta "trágica" historia de como ocurrió una masacre.

Por mucha furia que tengan, ella ya está muerta, y para cuando alguien lea esto, yo tal vez este muy muy lejos de aquí, ¡Jajaja!

Jamás pensaría que una chica tan ruda como Rocma haría estas niñerías del diario.

Ahora al menos se que me odiabas con todo tu potencial, Osita.

Contaré cómo acabó este penoso final para esta familia de la Isla Iceberg.
Se que me odiáis , no me es molesto, más bien me regodeo de mí buen trabajo.

Rocma había llegado a la Costa Helada donde yo suelo fumar. Estaba preparada para intentar destruirme. Su rostro lo decía todo:

"No tienes perdón"

Fue una pelea intensa, en verdad estoy orgulloso de como peleo con todo lo que tenía, incluso me hizo heridas bastantes graves.

Antes de darle un golpe final, arrastrándola a lo más profundo del mar, le propuse de nuevo su supervivencia a cambio de un raro favor.

No se que veo en ella, es solo una víctima más. Pero algo me decía que tenía que ser mía.

Tal vez porque siempre me prestaba atención, o me dio un cálido perdón cuando me invitó a comer.

Ufff, mi corazón se siente como si se encogiera.

Supongo que es esto lo que llaman los humanos amor.
Aunque para mí, más bien, es una deliciosa obsesión.

Me atraía tanto, me sentía muy excitado.

No podía resistirme a darle la oportunidad de vivir por la misma propuesta que siempre le daba.

Tenía que ser mía.

Pero no la acepto, como era natural.
Persistía como una idiota guapísima.

La tuve que matar, no me quedaba otra.

Lleve su cadaver a la cueva donde estaban los otros cuerpos.

Bueno, no puedo negarme a que jugué algo con su cuerpo sin vida antes de dejarla ahí, jaja. Era tentador.

Tras dejarla, oí un fuerte ruido en el mar, cuando salí hacia el lugar donde provenía me encontré con un calamar gigante verdaderamente feo.

Pero de algo me recordaba ese calamar.

Simplemente había venido para dejar algo, un "regalo" muy extraño.

Más bien que un regalo, algo que debía dejar en la isla.

El cuerpo de una niña foca sin vida.

Me acordaba de haberla visto junto a Rocma, muy apegada a ella, a sí que cuando la vi, se me escapó una sonrisa de mi rostro.

Me hacía demasiada gracia.

Todos los habitantes muertos, incluso los niños, los pájaros, un muñeco de nieve...
¿Qué más? Era muy divertido.

Sin dar mucha información a ese apenado calamar por la muerte de la niña, me la lleve junto a los demás a la cueva.

Allí di un severo golpe al hielo para cubrir la entrada y que nadie pudiese encontrar prueba de la masacre.

A menos que encuentre estas páginas, claro está.

Sinceramente, no sé porque hice esto.

Asesinar esta bien, me siento completo haciéndolo. Pero el acabar con Rocma...

Con toda su felicidad, con todo lo que la rodeaba, con su existencia..

No está bien. No me siento bien.

Se supone que no me debería sentir así, tal vez sean efectos secundarios de es "amor".

Ahora me acuerdo, lo último que hizo antes de morir fue algo ridículo..

No os penséis que fuese una frase, o me digiera que se vengaría de mí en el otro lado.

Yo me esperaba cualquier insulto, o ultimo golpe. Tal vez una ironía agresiva.
Al menos prefería eso antes de lo que hizo.

Cuando la atravesé por el torso con mi mano...

Ella simplemente dio su último suspiro balanceándose hacia mí.

Acostando su cabeza en mi hombro.

Podía sentir por segundos como la calidez de su cuerpo se iba yendo de ella.

No sé si por su cuerpo, que se colapsó de aquella manera, o que ella voluntariamente quisiera dejar su vida tan cerca del ser más repugnante del mundo.

¡¡¡JAJAJAJA!!!

¡¿Te lo puedes imaginar!? ¡¡Lo que está haciendo esta obsesión sentimental conmigo!!

¡Estoy llorando!

¡Salen lágrimas de mis ojos y jamás he sentido una adrenalina tan dolorosa, mi pulso va a cien!

Es increíble lo que las emociones pueden hacer contigo.

Jamás pensaba que diría esto.

Pero, lo siento Rocma.

Nos reencontraremos en el más allá .

Y junto a los demás, leeremos estas páginas perdidas recordando la masacre por la que siempre me odiarás.

-Idate

F I N