Parte 19

380 29 22
                                    

Me ha costado comenzar a escribir.
Frenéticamente he hecho algo que jamás esperaría de mí en ningún momento de mi vida.

Hoy fue un día demasiado largo. Y mientras espero escondida a la hora final, escribo las que creo que son mis últimas palabras.

Pero os haré el favor de recordar todo lo que ocurrió desde primeras horas de este día para vosotros, que estaréis leyendo esto, seguramente curiosos por saber qué ocurrirá con una osa como yo o simplemente ignorantes de mi situación.

En las primeras horas de este día, Shirogane me insistía en querer salir lo antes posible de nuestro escondite y acabar con esta tortura, vengando a nuestros amigos.

Nunca me esperaría que alguien como él me dijera eso, pero estábamos en situaciones extremas y el no podía esperar más.

Por lo tanto, ambos salimos de allí preparados para cualquier circunstancia. Y armados hasta los dientes, buscábamos a Idate para atacar al destino que nos tenía preparado ese desgraciado.

Cuando lo encontramos, la pelea empezó.
Estábamos muy igualados con el, estábamos poniendo todo nuestro cuerpo y mente en ese combate, a la vez que teníamos detrás muchas víctimas que seguro nos estaban dando su apoyo.

Harto de la situación, Idate comenzó a ser más brusco y descontrolado al ver que no podía contra nosotros y se empeñó en acabar de una vez conmigo.

Pero yo sigo viva.

Shirogane no.

Porque ese lobo valiente me protegió.
Y me dijo... en sus últimas palabras..

"Confío más en ti que en mí mismo, se quede tú podrás vengarnos a todos"

Fue entonces cuando sentí que verdaderamente estaba sola.

Idate me miraba con una sonrisa torcida, mientras sentía que nos enviábamos un mismo mensaje sin siquiera mirarnos.

"MAÑANA, UNO DE NOSOTROS MORIRÁ"

Y cuando Idate se marchó. Lleve a Shirogane al lugar donde estaban todos mis amigos.

La cueva de este lobo donde descansaban todos eternamente.

Lo coloqué sobre su bloque de hielo y al salir cambié mi misión por cumplir mañana.

Yo no iba a morir si era necesario junto a Idate. Yo sobreviviré, para recordar a todos ellos.

Y reencontrarme junto con Mafuyu, para por fin vivir una vida en paz.

Cuando volví al pequeño hogar que Shirogane y yo nos habíamos construido en una remota zona para resguardarnos, estaba helada al ser ahora el silencio mi compañero.

Los echo de menos, echo mucho de menos a todos y cada uno de ellos.

Sufro mucho que ahora no estén conmigo.

Los añoro, quiero estar con ellos.

Quiero volver a jugar con Mafuyu, quiero comer con Peraco y sus hermanos, quiero discutir con Rock, quiero ignorar a Suno, quiero preguntar a Nekoyama por el más allá, quiero hablar con Yukisada, quiero enfadarme con Shirogane.

¡Yo quiero quiero quiero más que nada que ellos vuelvan a estar conmigo o yo con ellos!
No puedo aguantar esto.

Mientras descansaba con el corazón consumido por el dolor, algo me molesto en la mitad de las horas de sueño.

Inesperadamente cuando abrí los ojos me encontré algo que prefería que fuera una pesadilla, aunque ahora creo que era peor que un mal sueño.

Idate estaba sobre mi, agarrando mis extremidades y hablándome cara a cara, demasiado cerca.
Podía oler su pútrido olor de sangre en su ropa de los amigos que me había quitado.

Aunque esperando la muerte, el me propuso algo completamente inesperado.

"Escucha Rocma, creo que podemos hacer un pacto"

De entre todas las promesas o pactos del mundo jamás había escuchado uno tan ridículo y que por primera vez me había pillado desprevenida.

"Si te acuestas conmigo te dejaré vivir. Para que vayas con esa foca o lo que quieras.
Es decir, una segunda oportunidad"

Estaba muy aturdida en ese momento así que le pedí en que me aclarara lo que me estaba diciendo y su rostro se volvió algo rojo cuando lo repitió.

"Qué.. tengas sexo conmigo"

No oí mal. Y no me acuerdo si mi rostro se puso caliente por la ira o la vergüenza.

Mientras él esperaba mi respuesta de la que yo me quedé muy sorprendida, empezó a tocar mi cuerpo de arriba a abajo.

Mi respuesta tardó en retardarse contra el, por el impacto que me había causado la situación.

Pero la repugnante orca no paró, ignorando mi respuesta siguió más de lo que debía, hasta que en un momento, confusa por mis sentimiento, le golpeé en la entrepierna.

Dejándolo paralizado, lo que aproveché para apartarlo de mi.

El asesino de mis amigos sentía algo por mi y eso era repugnante, jamás le daré perdón y mucho menos esto.

Por muchas oportunidades y diferentes pactos que me dé, es imposible perdonarlo por lo que hizo como para que ahora me venga con esa cara de idiota a pedirme algo así.

Se fue muy enojado de allí, dejándome un mensaje que ya conocía.

"Mañana nos veremos y lucharemos por nuestro último día"

Solo han pasado cortos minutos desde aquello.
Y antes de escribir esto, como antes dije, hice algo muy inesperado en mi.

Lloré.

Lloré mucho, a cataratas, como mareas, desgarradoramente lloré por todo el dolor que tenía encerrado dentro de mi.

No quería seguir aguantando esto.

Y ahora espero por el veredicto final del destino.

Tengo mucho miedo. Pero como hizo Shirogane, hay que enfrentarse a él.

Amo a todos mis amigos y los vengaré hoy.
Lucharé por ellos y todos en el mar recordarán quienes fueron.

Tengo esperanzas.
Hoy lucho junto a todos y con nadie.

-Rocma

Las páginas perdidas de RocmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora