Secuestro

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ETHAN

A la mañana siguiente la cosa no fue mejorando, la verdad, el celo de Noah estaba peor y no lo digo solo cuando sentí una sensación en mi entre pierna que me hizo abrir los ojos bajo un gemido, Noah se estaba encargando de despertarme de una manera demasiado placentera, al abrir los ojos se estaba metiendo mi miembro en su boca y yo por inercia pues estaba empalmado por que... los hombre siempre amanecemos así... quise detenerle pero otra vez sus instintos estaban a punto de reventar, y no ayudaba que se encontrara desnudo metiendo todo en su boca dejándome ver una imagen sexy ahora mismo así que me abalancé sobre sus labios, todavía con el pelo enmarañado y el cuerpo entumecido él me agarró de la cintura elevándome y agarrándome del culo para llevarnos a la ducha y poder preparar un baño caliente para quitarnos la suciedad del cuerpo, aunque dentro del baño tuvimos otra segunda ronda en la que la regadera de la ducha nos daba algo de privacidad para callar nuestros gemidos, el agua caliente y el jabón hicieron el resto restregando lo que podíamos por nuestros cuerpos llegando otra vez a la penetración en una bañera algo grande donde tuve que ponerme encima para poder hacerlo mejor, el agua desbordaba por la bañera empapando el suelo pero poco nos importó cuando Noah empezó a restregar una esponja por mi cuerpo con un jabón aromático que solo hacía querer más de lo que me estaba dando para luego terminar otra vez corriéndonos dejando que el agua se llevara todo. Luego vino una ducha y un baño tranquilo en el que me tumbe entre las piernas de mi lobo y colocando mi cabeza en el pecho de Noah disfrutando de su calidez y del gran espacio de la bañera, sus manos me estaban acariciando la cabeza y el tacto con mi pelo solo hacía que me entraran ganas de dormir ahora mismo, es muy relajante... 

Después de arrugarme como una pasa quise salir así que dejé a Noah que disfrutara del baño que yo traería algo de comer para los dos en una bandeja, me sequé con una toalla y me puse unos pantalones sin necesidad de colocar mi ropa interior, luego coloqué la toalla alrededor de mi cuello y decidí salir de la habitación encontrándome con una estancia bastante vacía, ¿No había nadie? En fin... bajé lentamente las escaleras ya que me dolían las piernas bastante, por no hablar que el culo lo tengo algo escocido, aunque Noah lubriqué mucho yo era nuevo en eso así que era difícil que saliera todo sin dolor. Para mi mala suerte al prender la luz de la cocina e intentar coger algo de comer alguien se lanzó sobre mis brazos subiéndose a mi espalda y tuve que agarrarme a la mesa para no caer

-¡Por fin salís de ese cuarto conejos, no habéis parado de gemir en toda la noche y no habéis dejado dormir a nadie! - bajé a Elisabeth de mi espalda y algo rojo por la vergüenza por lo dicho por sus palabras, solo le saqué la lengua y volví a la nevera para coger algo de comer, como si estuviera en mi casa, al girarme todavía seguía ahí la morena sonriente 

-¡¿Que?! ¿Que me miras tanto? - me estaba empezando a poner nervioso

-La marca de tu cuello, así que por fin ha tenido lugar vuestra unión... Me alegro mucho Ethan, ahora somos compañeros en esto de tener a nuestro lado un hombre lobo - Elisabeth alzó la mano para que la chocara con la mía y tímidamente así lo hice - Bueno, bueno, cuéntame todo, quiero saber como ha sido, en cuantas posturas y quien ha hecho de quien

-¡No pienso decirte eso guarra!

-¿Por que no? Si no tiene nada de malo - dijo haciendo un puchero

-Déjale en paz, si no quiere contar nada no insistas - detrás de la morena apareció Matt con una sonrisa traviesa, ¿Que le pasa hoy a todo el mundo con las sonrisitas? Elisabeth se giró hacía el castaño y le señaló con el dedo

-Tu tampoco te vas a librar Matt, he oído por mi confidente que tu también te has unido a Isa, así que dame detalles de todo - el castaño soltó una carcajada y nos enseñó a los dos su marca en su hombro, un lobo rodeado por pequeñas llamas - La verdad es que nuestra unión ocurrió mucho antes de que muriera mi padre pero nunca tuvimos la oportunidad de decirlo

El Vampiro y el AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora