El Vampiro y el Alfa

Nereida

ETHAN

Tras varias horas de caminata llegamos por fin al lago donde vi a los excursionistas, no se cuanto tardamos en llegar pero se estaba haciendo de noche. Llevábamos casi dos días desde que nos fuimos de Los Ángeles y aunque parecía que nos iba a llevar mas tiempo del previsto pudimos hallar rápido la guarida del Consejo

En cuanto al embarazo de Isa no contaríamos nada hasta que rescatemos a Noah, Matt y Sarah, así ella podrá darle la noticia a su lobo, sería ahora preocupar mucho a los demás y no podemos permitirnos dar más vueltas, lo importante ahora es rescatar a los hermanos

Desde el lago caminamos hacía el norte en dirección a las montañas para encontrar su escondite, espero que no sea demasiado tarde y se hayan enterado de que estamos aquí para cambiar de base por que entonces sería volver a empezar de cero y vuelta a la búsqueda. Hicimos varias paradas debido a que Blake no podía caminar tan deprisa como nosotros y aunque queríamos ayudarle él se negaba en rotundo a aceptar nuestra ayuda, se le notaba muy cansado y no quiere admitirlo. Aún así no estoy muy seguro de que venga, es cierto que Alyson le ha dado una pistola por si las moscas pero unas simples balas de plata no servirán para matar a vampiros y demás si él duda. O dispara o lo matan... También es cierto que Isa ha conjurado un hechizo protector alrededor de su cuerpo para que pueda protegerse pero si Isa se desconcentra un segundo el conjuro desaparecerá y Blake será mas vulnerable que partir un lápiz por la mitad

Luego de unas cuantas horas más de camino pudimos llegar a lo profundo del bosque entre las montañas para encontrar su guarida, entre la pequeña hendidura de las montañas había una gran puerta que seguramente conduciría hacía las entrañas de las rocas para llegar a una base bajo tierra y ahí es donde tienen que tener a Noah y los demás

-Parece que hay más seguridad de la que nos dijiste Ethan - Elisabeth estaba preparando todo tipo de armas y guardando las que podía en su cinturón, botas y demás prendas de ropa, sus látigos los tenía en mano para atacar en cualquier momento, las pistolas estaban en su cinturón mientras que en las botas guardaba cuchillos y dagas y luego pequeñas agujas con las cuales se hizo una cola de caballo por si se quedaba sin armas

-¿Es necesario tanto armamento?

-Creo que recordaros que yo no tengo poderes especiales por lo tanto solo puedo luchar con armas, tengo que estar bien preparada para lo que sea

-Bien, dejando eso a un lado veo que sigue habiendo más guardias y no parece que se vayan a ir en cualquier momento, Isa ¿Estas preparada? - mi amiga observaba los alrededores sacando su pequeño libro de hechizos y empezó a conjurar en un lenguaje que era latín como todos los hechizos que ella profetizaba para la lucha. Un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo desde la punta de los pies hasta el último pelo de mi cabeza

-Con este conjuro solo puedo mantenernos invisible durante unos minutos, tenemos que darnos prisa y rescatarlos cuanto antes, lo más seguro es que vayamos Ethan, Liam y yo

-¡¿Que?! ¡De eso nada, tenemos que entrar todos juntos, es muy arriesgado separarnos! Recordemos que el Consejo no es tan fuerte como Licaón y los suyos pero aún así no han llegado a donde están por ser hijos de, ¿Me entiendes?

-No hay tiempo Alyson, escúchame, entraremos todos pero solo Ethan, Liam y yo buscaremos donde están ¿De acuerdo? Mientras, tu, Blake y Elisabeth pondréis las bombas alrededor de la montaña, necesitamos hacer esto lo más rápido posible y si nos separamos aunque sea un rato podríamos abarcar más territorio así que por favor hazme caso, se lo que hago - las palabras de Isa no parecían tranquilizar a Alyson pero aún así aceptó con tal de que luego nos reuniéramos todos juntos 

-Esta bien pero tengamos cuidado

-Corred que están abriendo la puerta, demonos prisa - la advertencia de Elisabeth hizo que fuéramos corriendo hacía la puerta con algo de nervios, no parecían darse cuenta de que estábamos aquí pero en una ocasión me dio la sensación de que miraban hacía nosotros, la única regla es que no podemos hablar ni hacer tanto ruido así que con paso calmado conseguimos entrar y acto seguido cerraron la puerta dejando salir a dos vampiros que venían a revelar a los que estaban de guardia. No parecía haber nadie, el conjuro de Isa se esfumo