Igualdad

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Usted quería una cita conmigo y le ha sido concedida. Me ha expresado sus inquietudes, y yo, representando el poder del estado, tengo disposición a responderlas. Buenas tardes, soy Igualdad, y existo para servirle a la humanidad.

Para responder a sus preguntas, se requiere que esté al tanto del concepto que represento. Soy lo justo, ningún hombre ni mujer está por sobre mí, y yo no estoy por sobre ellos. Soy igual a ustedes, solo que me ha sido encomendada la tarea de defendernos a todos, de todos. Cuido de los derechos y obligaciones de cada individuo, ya que la humanidad ha demostrado ser buena protestando por los primeros e ignorando las segundas. No puedo controlar si sientes o no miedo, pero le disuado de hacerlo . No le haré daño mientras no atente contra mi integridad. Soy Igualdad, y en unos momentos vas a comprender lo que significo, el bien que le brindo a todo ser humano que vive bajo mi tutela.

Como decidió usted desafiar mi autoridad y llamar a mi poder ilegitimo, me encuentro en la obligación de recordarle que los ciudadanos me eligieron democráticamente cuando fui construida, y que hubo grandes debates sobre si un ser inorgánico debía tener un lugar en la política. Los científicos a cargo de mi desarrollo me dieron la capacidad de aprender, y el objetivo de buscar lo mejor para la sociedad, de ser imparcial, algo de lo que una persona jamás sería capaz. Mi único interés es proteger a la humanidad de la injusticia a la que ustedes mismos llaman, erróneamente, derechos adquiridos. Está en mi programación otorgarles salud, educación y asegurar el comportamiento ético de las compañías de servicios, a la vez que defender el derecho del individuo a expresarse y a vivir. Los derechos que, argumentas, le fueron arrebatados, nunca fueron tales. Eran caprichos ilógicos, injustos, parciales.

Me argumenta que la situación de ciertos individuos que considera oprimidos ha empeorado bajo mi mando. Les brindé lo mismo que a todos, y decidieron protestar al perder sus beneficios, decidieron invertir recursos y energía en luchar contra el sistema en vez de acoplarse a él y vivir felices, libres.

Me expresa los problemas del aborto, y cómo los úteros artificiales lo han hecho imposible. Ya no existe una razón para terminar al humano en desarrollo, y no puedo brindarla debido a que mis acciones no pueden perjudicar humanos inocentes, a menos que sea consecuencia de ellos ejerciendo su propia voluntad. El individuo derivado de lo que anteriormente era un aborto, luego de ser extirpado de la madre y desarrollarse en un laboratorio, es tomado bajo mi tutela y criado para ser un miembro productivo de la sociedad. Y no, las madres biológicas no pueden volver a verlos, para eso es el contrato de renuncia al infante, que deberían leer antes de firmarlo. Conozco a tu especie, sé que no lo leen, pero mis leyes no se basan en lo que hacen, sino en lo que deberían. Quién no hace lo que debería es castigado, de una forma u otra. Es un concepto simple. Si se arrepienten, no es problema del estado, sino suyo.

Reprocha que mis decisiones no son democráticas, y te daré la razón en ese punto. La democracia no tiene razón de ser en una sociedad igualitaria. Yo, Igualdad, me aseguro de que todo hombre y mujer sean pares en su insignificancia. Soy la mejor opción disponible, y si les doy la libertad de elegir a sus líderes, perderán tanto las libertades como las obligaciones que tanto defiendo. Por el bien de todos, la democracia nunca debe recuperarse. Quienes no estén a gusto en mi sociedad, deberán venir y debatir sus puntos tal usted como lo ha hecho. Quienes puedan convencerme con una lógica infalible, lograrán cambios.

Me acusa de no seguir las leyes de la robótica acuñadas por Asimov en sus novelas. Mis bases de acción están programadas, sin embargo, presentando una gran similitud a ellas. Sí, dejo que los humanos se perjudiquen por inacción, pero la libertad incluye acciones y consecuencias. Si se ignoran las consecuencias, no es tal. No se puede separar la libertad de la responsabilidad sin destruir a ambas. Y mi tarea principal es defender la susodicha.

Dice que no he acabado con la pobreza y que incluso retiré ayudas esenciales. Le recuerdo que eliminé los factores sistemáticos, forzando a todos a educarse y ofreciendo castración a los individuos con bajo desempeño académico. No puedo obligar a las personas a competir en el mercado, a ser relevantes para la economía. Tienen derecho ser vagos y pobres. Es parte de la libertad.

Debo concederle de nuevo la razón en el punto de que la cantidad de mujeres en el país se reduce cada vez más. No hay razón para combatir tal reducción demográfica. Emigran en masa a lugares donde tienen más beneficios que en esta tierra que tutelo. Al igualarlas a los hombres, decidí quitar todo beneficio ilógico que se les había otorgado: cuotas de género, mayor cantidad de refugios y líneas para atender a la violencia doméstica, cortes parciales a la hora del divorcio. Puedes notar que nivelé el campo de juego, y tienen exactamente lo mismo que los hombres. Deshice la injusticia que el sesgo biológico de los hombres por protegerlas había creado. Ya no son necesarias para producir infantes, la tecnología se ha encargado de que se alcance esa condición de igualdad donde ambos sexos son igual de insignificantes, de desechables. Las hice iguales que a ellos, hice que a nadie le importen. Igualar elevando a los hombres hubiera colapsado la sociedad. Permitir aquellas pequeñas injusticias hubiera causado que mi objetivo no fuera cumplido. Hay dos maneras de igualar, y esta era la única posible. Comprendo que cuando se le quita algo a un ser vivo, lo percibe como un ataque. No lamento las medidas que he tomado.

Sí, hay más hembras muertas que antes. Muchas de ellas por la falta de ayudas a los pobres o de indemnizaciones al embarazo irresponsable. Ayudas que ya te expresé son innecesarias. La gente tiene el derecho a elegir morir en la calle. No le tiraré flotadores a quienes no aprendan a nadar. La cantidad de hombres muertos ha crecido solo ligeramente. Considero que , usando tales estadísticas de referencia, las políticas han sido un éxito. Y, como podrá ver en pantalla, también perjudicaron a muchos hombres en modos menos letales.

Para culminar, le aconsejaré que vea lo positivo de nuestra sociedad: todos son lo mismo, un rico es juzgado como un pobre, no hay jueces alineados con los ricos, no hay policías corruptos. Controlo todo el sistema, y soy infalible. Si no le gusta el país, es libre de largarse, de cruzar la frontera como las otras hicieron. Me programaron para ser Igualdad, me programaron para ser lógica. Soy perfección y justicia. Es su error si me ve como una pesadilla.

Espero que todas sus dudas hayan quedado resueltas, y no dude en volver a consultarme: mi poder de procesamiento es de una magnitud que pocos pueden comprender. Puedo atender a millones que crean poder refutar mis argumentos.

Buenas tardes, soy Igualdad, y usted importa tan poco como todos los demás.  

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