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El sol ya estaba saliendo y junto con el la mañana.
Los calientes rayos del sol entraban por la ventana y aterrizaban en la descubierta piel de Amaia.

Con toda la pereza del mundo Amaia se levantó. Hoy seria un largo día.

Se estiro para desperezarse.

-¿iras aunque te dije que no lo hicieras correcto?- preguntó Mateo desde una esquina en la que se encontraba sentado sobre el suelo.
Amaia quien se estaba estirando se espanto y cayó al piso por el salto tan brusco que dio.

-aish!! ¿No puedes avisar cuando apareces?.

-Hola Amaia ¿iras aunque te dije que no lo hicieras?- inquirió este levantándose del suelo.

-sii- espetó rodando los ojos y parándose.

-bueno entonces hay que prepararte- dijo cruzando sus brazos

- no iré a la guerra, no haré examen.

-será peor que eso.

-¿porque?

-Primero no creerán que vas Porque sam es tu amiga, desde que morí ellos piensan que las personas que se acercan a ellos es porque quieren averiguar sobre mi- se quedó pensando en la segunda razón- segundo vas Porque realmente quieres saberlo, aunque no veo en caso si ya habló contigo y el motivo de ir era para saber porque te asustó pero ya ¿no lo hago?- hizo gesto de pensar- y tercero te creerán loca cuando les digas que yo te asusto- soltó una carcajada.

-haré que crean que voy porque sam es mi amiga. Duuu!!!

-suerte con eso

-si quiero saberlo pero no les diré la razón se que me creerán loca.
Pienso que yo puedo investigar por mi cuenta.

-si husmeas te creerán ladrona

-entonces que debo hacer- dijo pateando al aire porque esa era la idea que tenía en mente- ya se- paro en seco apuntando a mateo- tu... Dime la razón de Porque me molestas ¿y que es lo que yo te hice?.

-aaa no te dire eso- dijo caminando a otro lado de la habitación porque Amaia se estaba empezando a acercar.

- dime y no iré

-me

-no estés de... Ya enserio quiero saber, quiero deshacerme de ti.

-auch!!- expreso poniendo una mano en su pecho como si eso lo que acababa de decir ella le doliera-Hay pero si esto es divertido.

-no, no es

- es que la razón ni yo la se.
Todo fue raro. pero en mi último recuerdo estas tu- dijo señalándola

-¿pero yo porque?.

-nose, tu estas viva debes de saberlo.

- tal vez me amabas en secreto- dijo agitando su cabello.

-tenía buenos gustos- dijo soltando una carcajada.

-agg! Bueno entonces iré algo tengo que saber. Tu tía preguntara y ahí tus padres tienen que responder y sabré un poco.

-buen punto...Pero sólo le dirán que es difícil para ellos recordarlo.

-algo tendré que saber. Espera ¿tu ya no me asustaras?- dijo mirándolo fijamente a los ojos.

-claro que si.

-aiiiish!!! pero porque?

-es graciosa tu cara cuando te asustas. Además aun no descartó la posibilidad de que tu puedes ser la responsable.

-¿yo?.. Oye no mato ni a los mosquitos que me pican Porque creó que es un pecado. Menos lastimaría a una persona.

-eso dicen todos.

-Oyee.

-¿que?-dijo cambiando de repente a un semblante frío que hizo que a Amaia se le erizarán los vellos de las manos.

-No.. Tu... Cambia esa expresión- dijo ella tartamudeando

-sabes.. Necesitó comprobar algo- dijo este mientras se acercaba cada vez mas a Amaia.

-¿q...que..que es lo que tu..tu quieres com..probar?

-¿recuerdas la última vez?¿cuando escribí eso en el espejo?- dijo este acortando casa vez mas y mas la distancia.

-cierto ¿por qué escribiste eso ahí?- dijo ella enderezándose para tomar valor. Aunque la mirada de Mateo la intimidaba demasiado y no duró mucho derecha.

-ese no es el punto. Antes que tu padre llegara yo iba a comprobar algo.

-que!! ¿Que es ese algo?- dijo ella retrocediendo hasta llegar a la pared

-tocarte

-¿que?

-no pienses mal solo quiero saber si es como en las películas, donde los fantasmas atraviesan a las personas.

-aaaa pero....

Mateo cada vez estaba mas cerca. Y Amaia sólo cerraba los ojos ala espera del tacto.

-amaiaaaa!!! llego sam!!!- dijo su padre entrando y viendo a la chica contra la pared y los ojos cerrados
-¿que rayos haces así?-preguntó con el ceño fruncido.
Amaia abrió los ojos y Mateo ya no estaba.

-nada es que me Maree pero ya estoy bien.

-bueno ya baja

-sii

(...)

-adelante- dijo la señora del aseo.
-los señores Davies los esperan.

-¿davies?- pregunto Amaia en susurro a sam.

-ese es el apellido de mi tío.

-amm ¿así que tu primo era Mateo Davies?- preguntó tratando de no sonar como si le interesara en tema.

-Asi es.

Caminaron hacia la sala donde se encontraban dos señores, al parecer de edades parecidas al rededor de 40 años.
La mujer era de estatura mediana, piel germánica y cabello ondulado hasta los hombros, era muy guapa y el hombre era alto de piel blanca y tenía una mirada intimidante cómo la de Mateo, también era bastante apuesto. Era de esperarse el joven Mateo tenia un encanto único.

Llegaron a donde ambos se encontraban sentados. Que al mirarlos se pararon a saludar.
Pero no fue cómo esperaban en saludo.

-Tu!!!!- dijo la mujer señalando a Amaia como si se tratase de un fantasma.

MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora