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Ambos se encontraban detrás de un árbol viendo aquella pelea situada frente a sus narices.
Ellos solo observaban y esperaban el desenlace. Tal vez uno se cansaría, o quizás decidirían dejar de pelear, pero ojala ese quizás o ese tal vez hubieran sido la mejor decisión, sin embargo no fue así.
Uno de ellos saco una navaja e intento apuñalar al otro pero los papeles se invirtieron, ahora después de unos minutos uno esta muerto y el otro corrió a quien sabe donde.

Los dos niños tomados de las manos se acercaron al cuerpo del apenas fallecido.

-¿quien es?- pregunto la pequeña niña.

-creó que es David Norori, siempre se metia en problemas- respondió el dulce niño-yo hubiera preferido que me mataran si fuera el otro tipo- continuó - no me gustaría vivir con la culpa.

-yo tal vez si mataría- dijo ella,ambos se vieron a la cara, el sorprendido y ella lo bastante seria -sería sólo en defensa propia- explico.

-No lo se, tengo remordimientos muy fuertes.

-bueno, a mi no me gustaría que me quitaran la vida.

-ya vámonos, pronto llegara la policía y no quiero que nos interroguen- concluyó el niño jalando a la niña de la mano con la que la sujetaba.
***

Nunca, pero nunca hagan la pregunta ¿que podría salir mal? Porque todo va a salir mal.
Primero dejenme decirles que tratar de entrar a una propiedad ajena se considera delito
sin contar que:
1- Mateo no puede atravesar paredes
2- la única visible y responsable es Amaia.
3- los dueños de dicha casa te encuentran en la movida y llaman a la policía.

Así que nuevamente Amaia esta detenida y siendo interrogada como si fuera una criminal.

-¿y ahora cual es su excusa señorita cox?- preguntó el oficial sarcástico.

-unos alienígenas me secuestraron y termine justo donde me encontraron- cotorreo cruzada de brazos.

-¡oh! Claro, ¿expliqueme señorita, a parte de ser la principal sospechosa sobre la desaparición del joven tomas, usted que pretende buscar en casa del susodicho?- interrogó el oficial con fastidio.

-algo que pruebe mi inocencia, señor oficial- defendió.

-por supuesto su inocencia, eso se demostrará asta que el joven aparezca,mientras tanto usted se debe mantener alejada de todo lo que tenga que ver con el joven- sentencio este viendo directamente a Amaia quien a pesar de estar muriendo de miedo por dentro mantenía su rostro con una expresión neutral

-¿entonces no debo asistir a clases hasta que el aparezca?- inquirió riendo.

-sabe a lo que me refiero Cox. Ahora puede retirarse, tendremos los ojos puestos en usted.

-claro- y salió de ahí.

-No puede ser, odio esto, ¿cuando lo vida se volvió tan complicada?- hablaba sola mientras caminaba rumbo a su casa.

- la gente te ve, creerán que estas loca- dijo Mateo con una ceja levantada.

-¡no me importa lo que crea la gente!- grito exaltada, atrayendo la atención de las personas que se encontraban a su alrededor y murmuraban - gente chismosa- dijo lo suficientemente alto para que unas cuantas personas la escucharan y siguieran con su camino.

(...)

Al llegar a su casa subió a su habitación para tratar de dormir, estaba demasiado cansada. Por suerte su padre no supo lo que le ha pasado, últimamente a estado muy ocupado con el trabajo.
Amaia entro al baño, se ducho y salio dispuesta a dormir hasta en siguiente  día, aunque apenas fueran las 5:00 pm.

-Amaia- hablo Mateo a la susodicha que ya se encontraba acostada boca abajo lista para un profundo sueño.

-¿que quieres Mateo? - dijo de mala gana.

- crees que esto es mi culpa ¿verdad?- interrogó cabizbajo

-no, no lo creo Mateo- dijo ella volteandose y viéndolo fijamente a los ojos, Mateo le dio una sonrisa de lado- no lo creo- repitió- estoy segura que es tu culpa- espeto molesta y volviendo a su antigua posición pero esta vez con una almohada en los oídos.

-¡oye!- exclamo  Mateo- debes de ser mas blanda- dijo el refiriéndose a su manera de expresarse sin remordimiento.

-ni que fuera almohada- soltó ella ahogando una risita en el colchón

-estúpida- dijo en susurro pero ella logró escucharlo.

-oí.

-¿y?

-estúpido- expreso Amaia lanzándole una almohada.

-esto es guerra- dijo el devolviéndosela y comenzando una lucha de almohadas.

Después de destender toda la cama, despeinarse, romper una almohada y caer en el piso, ambos se estuvieron muriendo de risa.

-lo siento- se disculpa Mateo.

-¿porque?

-por ser el culpable de todo lo malo que te a pasado- dijo agachando la cabeza y observo sus manos.

-quien lo diría.

-¿el que?

- tu.

-¿yo?

-si, tu- hace una pausa- El fantasma que me aterrorizaba todos los  días y por el cual estoy aquí el que ahora me pide una disculpa por lo que causo al llegar a mi vida, pero que es por un fin y lo averiguaremos a como de lugar- dice tomando la mano de Mateo la cual el aun observaba, haciendo que el volteara a verla.

-¿enserio?

-enserio... Y sera juntos.

-juntos- repite el.

- hasta el final- dice ella.

-Amaia y Mateo- concluye el.

A pesar de que todo cada vez es mas confuso, ellos seguirán hasta el fin, hasta saber que realmente pasa, que realmente paso y que es realmente lo que esta por pasar
Pero sin duda sera algo que ellos descubrirán y lo harán juntos
Como Amaia y Mateo.

MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora