La mentira

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Una semana después, en la yorozuya

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Una semana después, en la yorozuya

El sol empezaba a salir y gin-chan aun no regresa a casa pero eso no es lo increíble sino, que ahora ya no llega con resaca, con señas de haber vomitado en cualquier esquina, sino que ahora llega con una sonrisa y como si hubiera recargado energías toda la noche, no sé qué está pasando a mi alrededor, he notado cambios muy drásticos en mi entorno, aunque sospecho un poco lo que gin-chan ha estado haciendo y con quien, eso no es lo que me impresiona, porque aunque esos dos de gin-chan y tsuky no lo hubieran dicho en voz alta se notaba desde hace muy buen tiempo que sentían algo el uno por el otro, me alegro mucho que ahora estén juntos, pero lo que me confeso shinpachi y prácticamente su declaración de no retroceder ni un paso y conquistarme, el que toda esta semana el sádico cuando me mira pone una sonrisa siniestra, no sé qué es lo que tenga entre manos pero eso no me da muy buena espina, pero bueno el día apenas está comenzando y no lo desperdiciare estando aquí todo el día con mis teorías y esas cosas.


Sacudí mi cabeza y procedí a levantarme para darme un baño, cuando estaba desvistiéndome se escuchó la puerta abrirse y con ello la voz del megane anunciando su llegada.- ¡Gin-san! ¡Kagura-chan! ¿Están en casa?- escuche el grito del megane buscando nuestra presencia, eso me hizo saber que aún no llegaba gin-chan, pero procedí a contestarle desde el baño, ya que no saldría desnuda apunto de tomar un baño.

- ¡oye megane, gin-chan no ha llegado desde anoche! ¿Así que podrías preparar el desayuno en lo que llega-aru?- conteste muy tranquila mientras procedía a lavar mi cuerpo para salir lo más rápido posible y desayunar ya que ayer no tuve tiempo de cenar y el hambre me estaba matando, cuando termine rápidamente me cambie para salir ya que el olor a comida me llamaba, Salí con mi cabello mojado y suelto ya que este día tenía una flojera tremenda para peinarme, mire a shinpachi acomodando la mesa para desayunar, cuando me miro se sonrojo y me dijo.

- kagura-chan tu cabello ha crecido, te vez muy linda de esa manera.- me sorprendió su comentario ya que lo dijo mirándome directo a los ojos pero eso no causo nada en mí, a veces me siento mal por no poder corresponder sus sentimientos, pero que se le puede hacer no soy una máquina de complacencia humana, sin contestar a su comentario procedí a sentarme y tomar lo que ya estaba servido, comimos en silencio, cuando lo mire notaba su mirada de tristeza pero algo dentro de mi hizo que unas palabras de aliento para el megane salieran sin previo aviso.

- Hey shinpachi, no me digas que solamente por eso que paso te vas a rendir tan fácilmente...- cuando lo note él estaba sorprendido e igualmente yo, no sé qué rayos me está pasando siento que me estoy convirtiendo en una persona muy pero muy gentil, y al salir de mi trance por mis acciones él estaba sonriéndome, me sentí nerviosa así que solamente me levante lo más rápido que pude, tome mi sombrilla y trate de salir pero su voz me detuvo.- ¡Gracias kagura-chan!.- solamente estuve parada sin mirarlo.- No te emociones megane, créeme que no la tendrás tan fácil, saldré a dar un paseo, adiós.- después de mis palabras apresure mi salida del lugar para encaminarme al parque de siempre, no sin antes comprar mis preciadas tiras de sukombu.

El océano en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora