El océano en tu mirada

obligada

parece ser que tendré que hacer esto a la mala.

oye... no me hagas ir por ti, necesitamos arreglar unos cuantos asuntos. -nada de lo que le decía la inmutaba ni un poco, y mi paciencia estaba llegando al límite. - deja de comportarte como una mocosa y ven aquí.

¿a quién le dices mocosa? bastardo. -igual de insensible que siempre, su comentario tan característico de ella me saco una sonrisa al parecer estoy avanzando.

- ¿acaso vez a otra mocosa, enana y plana aquí? -mire la habitación en forma de burla para molestarla más. - no ¿verdad? entonces no hagas preguntas ridículas. - al parecer mi último comentario si logro molestarla ya que se levantó y camino hacia a mí, me tomo de la camisa y me miró fijamente.

- ¿acaso quieres comenzar una pelea maldito bastardo?.-no negare que a pesar de sus palabras me hizo sentir felicidad que volviera a hablare.

necesitamos hablar. -dije directo y sin dejar de mirarla a los ojos, entonces ella la desvió, me soltó y estaba dispuesta a alejarse de mí, pero la tome del brazo y la obligue a mirarme.

¿por qué me evitas? -solamente me miraba, pero no decía nada. - ¿por qué? ¿qué paso? ¿que hice? ¿por qué no respondes? ¡¡HABLA!! - mi tono de voz fue subiendo hasta que solamente se percibían gritos de mi parte, pero ella seguía, en silencio. - ¡maldita sea!.-  la solté y enrede mis dedos entre mi cabello jalando un poco de estos. - ¿hasta cuándo planeas seguir así? - ella seguía sin respuesta alguna y eso me frustro en sobremanera, comencé a caminar por la habitación tratando de calmarme un poco, pero por más que lo intentaba no lo lograba, necesitaba respuestas, y ella no parecía querer ayudar. pasamos unos largos minutos hasta que su voz hizo que la mirara y me acercara a ella.

¿porque te importa tanto? ¿respuestas? ¿acaso las necesitas? ¿por qué? - sus preguntas me provocaron más ira, más enojo, y ella lo decía como si nada.

- ¿de que estas hablando?; ¿porque te importa tanto? ¿respuestas? ¿acaso las necesitas? ¿por qué? no preguntes idioteces, ¡¡porque me importas!! necesito saber que está pasando con nosotros, lo que pasa a mis espaldas. -mi tono ya era más necesitado, que, enojado, pero ella seguía ida.

- ¿te importo? ¿por qué te importaría yo? sí solamente somos rivales, nada más. -su respuesta me impresiono, me dejo en shock.

- ¿de que estas hablando? si estas jugando, esto no es gracioso, china. -lo único que buscaba eran respuestas.

- ¿podrías dejar de hacerlo? dejar de fingir interés, no te preocupes conmigo ya no tienes que actuar, ya lo sé todo. - ¿pero de qué diablos está hablando?

-y.... se puede saber según tú, ¿qué sabes? - esto es frustrante.

¿cuánto más piensas seguir burlándote de mí? ya deja... - esto me estaba llevando a mi limite así que la tome de las muñecas, la zarandeé un poco y la obligue a mirarme a los ojos, estaba llorando, pero cuando estaba a punto de preguntar el porqué de sus actos ella, me gano.

te odio, por fingir interés en mí, por enamorarme de ti de esta manera y que tú y nobume se burlaran de lo que siento. - ¿de qué estaba hablando? ¿de qué rayos hablaba?

¿estas enamorada de mí? - fue lo único que llego a mis pensamientos, ella estaba enamorada de mí, y saberlo me originaba un calor en el pecho, ella se sonrojo al darse cuenta de lo que dijo y bajo el rostro. - no sé qué tanto te hayan dicho, pero créeme esto que te voy a decir. - la tome del mentón y la obligue a mirarme a los ojos. - me enoja verte con otros hombres, me encanta verte caminar, me enoja que cualquiera te dirija la palabra, me encanta tu forma de ser, me enoja que seas tan linda y que robes la atención de los hombres cuando caminas, pero a pesar de todo me encantas, y esta de menos decir que.... me gustas mucho. me gustas tanto que me aterra lo que provocas en mí. -empecé a sentir como mis mejillas se humedecían mientras la miraba y le decía todo lo que sentía con la expresión más sincera que podía poner. -me gustas tanto que solo te quiero para mí. - su rostro reflejaba la impresión de mis palabras.