No me levante con muchos ánimos el día de hoy, pero antes de que el maldito de hijikata llegue a levantarme para ir patrullar y me ponga de mal humor pues me levanto yo solo, termine de bañarme, cambiarme, hasta de cepillarme los dientes pero es extraño ya que el maldito de hijikata no llega para levantarme, después de que el maldito silencio de mi habitación me hiciera divagar, recordé que hoy era el maldito día libre del adicto a la nicotina.
-¡maldita sea! ¡Hoy es la cita del bastardo!- grite eufóricamente molesto para después salir rápidamente de mi habitación, mire a kondo-san que estaba muy tranquilo tomándose un té, así que rápidamente me acerque lo tome de la camisa y le grite.- ¿¡Kondo-san donde está el maldito de hijikata!?- me sorprendí por mi actos ya que yo le estaba faltando el respeto a la persona que más admiro todo por celos, el me miro confundido mirando su camisa entre mis manos para luego yo recobrar la compostura y soltarlo lentamente dejándolo donde estaba antes.
-toshi se fue muy temprano para ir a recoger a la niña china de la yorozuya, ya que tendrán una cita y aquí entre nos... le di unos preservativos por cualquier cosa.- esto último lo dijo en un susurro y de manera seductora algo que me hizo enojar y salir rápidamente del lugar con un carácter de los mil demonios, sentía que quería cortarle la cabeza a cualquiera que me topara o cruzara mi camino.
¡maldita sea! No sé dónde tendrán esa maldita cita...camine y camine pero no vi ni seña de ellos, tenía hasta las malditas ganas de irrumpir en todos los malditos hoteles y moteles de la ciudad y sacar a esa china de cualquier cosa que estén haciendo, ya que le prometí que yo sería el siguiente, pero a lo lejos logre divisar a la mujer gorila y rápidamente me dirijo a donde estaba y no me importa lo que piense de mi.- ¡oye! Donde está la china.- le dije algo molesto mire su cara de duda ante mis acciones.
-okita-san a ¿kagura-chan? Ella está en una cita.
- me contesto pero maldita sea eso no era lo que pregunte.- ¡eso ya lo sé pero donde esta ella!- le grite muy enojada y un miedo se notó en su rostro para lo cual trate de tranquilizarme y repetir mi pregunta con más calma, después de que se lo dije más calmado ella sonrió y dijo.
-okita-san sin ofenderlo pero no puedo decirle donde están ya que... No quiero que interrumpan su felicidad, okita-san usted debería dejarla ser feliz, ella ya esta...- la interrumpí ya que ella no quería decirme donde estaba y eso me hizo enojar además de que no quería escuchar lo que quería decirme o darme a entender cosa que me hizo entristecerme por la idea de perderla por mi falta de madurez.
- ya veo, bueno con su permiso.-dije un poco cabizbajo y sin más me retire del lugar.
Empezó a patrullar por mi cuenta sin que el maldito de hijikata me estuviera obligando o algo por el estilo, sentía que si no me ocupaba en algo empezaría a imaginar a la china con otro acariciando su piel, besándola o mirando esos hermosos ojos, sentía un gran vacío en mi corazón que se había posicionado desde la plática con esa mujer, el sentir que había perdido la pelea sin siquiera haber intentado algo con ella sino más bien complicando las cosas y molestándola, pero en eso la maldita de nobume me saco de mis pensamientos llamándome y tocándome el hombro.- okita ¿pasa algo?.- ella me miraba directo a los ojos con un leve sonrojo de bajo de ellos, y aunque ni yo mismo me la crea avance mucho con ella aunque no negare que fue muy difícil al principio pero cada vez ella se soltaba más con migo y eso me ayudaba y sin pensar la tome del rostro acariciándolo un poco y le digiera cosas sin sentido.
- nobume, te necesito, por favor ayúdame.- la mire con algo de nostalgia era como despecho el sentimiento que se apoderaba de mi la tome de la mano y sin decir nada nos alejamos al hotel más cercano, además de que ella no se negó o me rechazo por la invitación, la verdad no se ni como hice que ella accediera, tal vez sintió lastima al verme así, no lo sé pero solamente me deje llevar por el momento......... y solamente paso.
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El océano en tu mirada
Hayran Kurguokita sougo es él hombre mas sádico y orgulloso que puede existir, pero... ¿Todo cambiara por un sentimiento como lo es él amor? kagura esa eterna rival del que es difícil aceptar cualquier tipo de atracción, como enamorarse de una mocosa que lo úni...