La Mariposa (Emison)

El Plan Perfecto

*Emily*

Me encontraba en la oficina de mi padre. El era el Comisario General de la CIA, y yo una agente encubierta. Es algo gracioso, el estaba en la cima del cielo y yo en el piso. Estábamos a punto de tener una reunión para armar un plan en contra de "La Mariposa" y de una vez por todas atraparla. "La Mariposa" había estado causando pánico en las calles últimamente. Estaba matando a todo aquel que se cruzaba en su camino, desde el peón más insignificante, hasta el capo más poderoso. Además de eso, se estaba volviendo cada vez más poderosa. Por lo visto había fabricado una nueva droga, una droga que te hacia sentir los mismos efectos que las otras pero está droga no te dañaba. No podemos permitir que su poder siga creciendo. Ella debe caer, la voy a hacer caer.

Empezaban a entrar más oficiales a la oficina y yo me arreglaba el traje. De pronto entra el Sr. Hastings, Comisario Mayor de la CIA y mi mejor amiga, Spencer, abogada. No se que hace ella aquí, pero hemos sido amigas desde que teníamos seis años. Me sonrió levemente y se sentó en su correspondiente silla. Mi padre al fin llegó y empezó a saludar a todos, estrechando sus manos y dándoles unas cuantas palmadas en hombro. Luego se sentó en su asiento, que estaba en la punta de la mesa. A mi no me había saludado, y yo sabía perfectamente la razón. El no quiere que los demás piensen que por ser su hija todo será color rosa para mí. Estamos apunto de crear el mejor plan de la historia para atrapar a "La Mariposa". En esta sala se encontraban los personajes más gloriosos y respetados de la CIA, mi padre era uno de ellos, y yo me sentía muy orgullosa por ello.

"Bueno señores, estamos aquí reunidos para diseñar un plan, pero no cualquier plan, un plan perfecto, para atrapar a la susodicha Mariposa. Como todos ustedes saben desde hace unos meses la susodicha a estado narcotraficando drogas, lavando infinitas cantidades de dinero, matando a todo el que se atraviese en su camino, y causando pánico en las calles de Miami, y Nueva York. Señores esto no puede seguir así. Tenemos que atraparla! En estos momentos somos la burla de todos los Estados Unidos. DIOS, nisiquiera sabemos cómo es su cara. El Presidente nos tiene el cuello apretado, y todo el país piensa que somos unos estúpidos!". Discute mi padre mientras se pasea en círculo por la inmensa mesa de cristal rectangular, mientras todos nosotros le prestamos la mayor atención posible.

"Con su permiso Comisario, pero creo que nuestro mayor chance de atrapar a La Mariposa es estando cerca de ella". El Comisario Mayor Peter Hastings interrumpe y todos lo miramos cuestionando su idea.

"A que se refiere Comisario Mayor?". Mi padre pregunta inquieto.

"Pues como dice la frase mi General, al enemigo hay que tenerlo serca. Como único atraparemos a esa mujer es infiltrado a un agente en su cartel". Responde Peter y todos al momento empezamos a mirarnos unos a los otros dándonos cuenta de que el Comisario probablemente está en lo sierto. "Y quien mejor que su hija para ello". Continúa y mis ojos se agrandan. Si, este es el momento que he estado esperando toda mi vida.

Mi padre habre su boca y está a punto de hablar pero antes de que pueda tan siquiera sacar una sola palabra de su boca lo interrumpo. "Sería un honor, mi General". Respondo inmediatamente, mirándolo hacia los ojos con firmeza.

Todos miran a mi padre y puedo verlo preocupado, y nervioso. El no cree que pueda hacerlo.

"Puedo hacerlo señor, he entrenado por años para esto, soy capaz de entregarle a La Mariposa en bandeja de oro. Se lo prometo". Me levanto de mi silla y me encuentro frente a frente con mi padre. "Confíe en mí". En estos momentos le estoy implorando, suplicando, porque me deje hacer esto, lo necesito, se que puedo hacerlo.

"Esta bien, agente Fields espero que se de cuenta de la seriedad del asunto, y espero que cumpla con lo prometido. No espero menos de usted". Me dice mientras se ajusta el traje, algo que suele hacer cuando está inquieto.