TODNNIE: El amor no sabe de clases sociales (parte 1)

Capitulo 2 "Su primer encuentro"

Una vez que llegaron a la escuela justo en la última hora, Bon propuso un día en el que se vieran,  por supuesto que ese día no estaba tan cerca.

- Creo que ya deberías irte, Bon, ella podría ya estarte esperando, quién sabe en dónde.

- ahh, lo sé.

Se separaron y cada quien por su lado, pero mientras tanto, en otro lado, una muchacha muy bien arreglada, de tez morena y cabello rojizo caminaba por la calle mientras texteaba a alguien en el celular. A decir verdad, ella iba algo distraída por lo que no se fijó por cuál calle iba. 

Era una calle obscura  y demasiado estrecha; cuando se dió cuenta vió a su alrededor intentando reorientarse, pero no pudo distinguir nada más que la silueta de un chico, un muchacho que parecía estar grafiteando un muro, era fácil de notar, el aerosol azul volaba por el aire manchando la pared. 

Ella intentó caminar hacia ese lado, pero una voz retante y algo ronca le habló, haciendo así, que se detuvieran sus pasos.

- oye!, no puedes estar aqui, y menos en este callejón, una chica tan "de alta sociedad" como tú, no debería paserase por estos rumbos.-

La muchacha  lo vió,  llevó sus manos a la cadera prendió el teléfono para ver la hora, lo volvió a apagar y vió a ese muchacho peliazul.

- Ash, osea, y tú quién te crees como para decirme por donde irme y por dónde no??

- ahaha, bueno... .- el chico se recargó en la pared y la vió de pies a cabeza- de hecho, si tengo el derecho de decírtelo, ya que esta, es "nuestra calle"

- "nuestra", Tú y quien más??  .- rió levemente en señal de burla, cruzando los brazos.- osea, acaso tú y tus amigotes esos se creen "el brayan con la navaja" o qué?? 

- El qué?    ahaha, eso dices tú.

Ese chico, al estar recargado en la pared, se dejó resbalar hasta haber quedado completamente tendido en el frío suelo. Colocó su brazos en la nuca y cerró sus ojos. Sin embargo, la muchacha, tomando su celular, "prendió el GPS" y comenzó a caminar hasta haber llegado frente al chico y lo vió.

- Te importaría?

- importarme qué? Quitarme? realmente no.

- uhg, qué fastidio.

Y asi, sin pensarlo dos veces, esa testaruda diva, optó por pasar por encima del muchacho pisando su abdomen. Instantáneamente, el chico se levantó adolorido y comenzó a escupir.

- c-cuál es tu problema???

- Estabas en mi camino. Y el problema eras tú, osea, pareces salerito de adorno.

La chica comenzó a caminar en otra dirección hasta haber salido de aquel callejón, sin embargo, el chico se incorporó y la siguió desde muy lejos. 

Ella siguió texteando sin darse cuenta que la iban siguiendo y finalmente se detuvo frente a un gran enrejado que protegía una casa, más bien dicho, una mansión. Un hombre alto de complexión delgada abrió las rejas permitiéndole el paso a la chica. Poco después de haber cerrado la reja, el chico llegó.

- Vaya, vaya. Te has ganado un acosador, nena.

De un momento para otro, el chico trepó ágilmente las rejas, con precaución de no resbalarse y llamar la atención, puesto que ya empezaba a lloviznar. Aquel muchacho se quitó la capucha de la sudadera y dejó mojar su rostro y manos, y comenzó a brincotear por los charcos, de igual forma, no había quien le viera en semejante patio, o al menos eso era lo que creía...