Capítulo 29 "No sé qué hacer"

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Al acabar el día, Onnie caminó con pasos leves y algo distraído al departamento que compartía con su "casi hermana" y la pareja de esta, con la que llevaba una buena amistad.

En el trayecto, caminó con la cabeza gacha y con la cajita en el bolsillo de su sudadera gris. Lo único que quería era andar por ahí, tranquilo, en silencio y sin recordarla a ella, pero cada paso que daba provocaba que el objeto dentro de la caja emitiera un tintineo agudo haciendo su camino más tenso, y menos silencioso.

Sus pasos se volvían más pesados y lentos conforme iba avanzando, pero siendo honestos, no tenía prisa por llegar al departamento por lo que se detenía de vez en cuando, se estiraba o sentaba en la acera, o simplemente miraba los lugares en su alrededor. No tenía ni la más remota idea de que hora podría ser.

Comenzó a silbar mientras caminaba y alzó la vista al cielo abrazándose a si mismo, pues comenzaba a sentir frio aún con su sudadera puesta sin dejar de permitir que muchas preguntas remolinearan por su cabeza.

¿Qué hora podría ser? ¿Dejó la guitarra junto a la cama o adentro del armario? ¿Puppet ya habría llegado antes o no? ¿El edificio era en esta calle o hasta la siguiente?

Se detuvo por la última pregunta que se había trabado en su mente  y miró hacia su alrededor... No era en esa calle ni en la siguiente... Era dos atrás.

Golpeó su frente con la palma de su mano y giró la mirada. Se dio la vuelta y caminó dos calles hacia atrás.

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Abrió la puerta del departamento y vio a Puppet acostada boca arriba en el sofá dormida. Maggie estaba sentada en la silla del comedor leyendo. Alzó la vista al escuchar la puerta abrirse y miró al chico.

- Por un momento creí que te habías quedado dormido en la banca del parque como vago

- Ahaha, claro, acaso me estabas esperando?

- No, acabo de guardar la comida en el refrigerador por si quieres.

- Ahm. Si.. Oye Maggie

- Qué?

El muchacho sacó de su bolsillo la cajita y la colocó frente a Maggie sentándose en una silla junto a ella.
La pelirrosa miró por unos segundos la caja y luego volvió la vista hacia Onnie.

- Qué con ésto?

- Ah, perdón, no saqué la nota...

Metió de nueva cuenta la mano a su bolsillo el chicharrón que tenía por nota entregándosela a la contraria permitiendole la lectura.

La pelirrosa abrió los ojos como platos al leer. De la sorpresa, sólo pudo gesticular dos palabras.

- New Jersey..???

Releyó la nota un par de veces más y luego miró la cajita.

- Onnie... New Jersey? Tiene que ser una broma...

- Okey, okey, no me mires así. Apenas y puedo imaginar quién me pudo mandar eso.

- Sabes bien que yo no puedo ayudarte en eso. Guarda la caja y mañana hablas con Puppet. Está bastante cansada ahora y no pienso despertarla. Por lo que he que he visto, ustedes dos se entienden bien.

Maggie se levantó y caminó a su habitación, después de unos segundos, salió con un cobertor beige de lana y cubrió con éste a su pareja en el sofá.

El chico guardó la caja nuevamente en su bolsillo y se levantó estirándose un poco. Caminó hacia Maggie y palpó un par de veces su hombro. Sonrió leve y ella le devolvió la sonrisa.

- Descansa, enano

El peliazul se encaminó a su cuarto y se dejó caer en la cama mirando a techo pensando en lo que hizo, y lo que sucedió en todo el transcurso del día. ¿Qué se suponía que debía hacer con ese accesorio tejido? ¿Usarlo? ¿Dejar que cuelgue de su muñeca y le recuerde con cada tintineo a una pelirroja de piel morena que lo había logrado enamorar con una actitud realmente irritante para muchos pero encantadora en gran manera para él?

Bien, tal vez estaba exagerando un poco la situación haciendo una tormenta en un vaso de agua. Suspiró pesadamente y cerró sus ojos. Inconscientemente, introdujo su mano a su bolsillo y sacó de la caja el pequeño y curioso objeto sacudiéndolo un par de veces en su mano para escuchar el débil y agudo sonido que emitía permitiéndose curvar las comisuras de sus labios hacia arriba formando una sonrisa.

¿Tan fácil era hacerlo recordar y sonreír?

TODNNIE: El amor no sabe de clases sociales (parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora