12. "Decepción"

3 0 0
                                    

× Dos días después ×

Estaba quebrada. Desolada. Dolida.

Primero todo parecía comenzar a retomar su curso: los tres heridos lucían favorables y listos para sanar. El problema era que de pronto, las heridas resurgieron.

El primero en fallecer fue el guardia. Samuels. Pobre hombre, sus heridas estaban sanando y de la nada, se re infectaron. Fue una muerte horrible y dolorosa.

Pero fue solo el principio. Su propio esposo comenzó a sucumbir horas después. Aún lucha por su vida al igual que Mackenzie...Las heridas se reabrieron, infectaron...; Lo peor era que, por primera vez en años Dagby decidió pedirle ayuda a su hermana, la Reina Snow White.

La princesa tenía en el escritorio frente a ella la carta de respuesta que su hermana le envió


« Querida hermana.

Lamento mucho tu pérdida y tu dolor, sé lo que es perder a quienes amamos.

Lamentablemente, no puedo hacer nada por ti...No puedo enviarte la ayuda que necesitas. No tengo las pruebas ni nada que los involucre en ese brutal ataque.; Pero si posees las pruebas, entonces los llevaré ante la justicia yo misma...Hasta entonces...no puedo hacer nada.

Con todo mi afecto y mis condolencias.

Reina Snow White, de Enchanted Forrest... »

En parte era posible que entendiese la posición de su hermana: no habían pruebas físicas más que un relato de un ya fallecido, no habían sigils, nada físico que los conectase con el ataque. Sin mencionar que era posible que Snow no quisiera un levantamiento en su contra por el hecho de llevar una casa noble ante la justicia.

Pero, ¿Qué le costaba interrogarlos? Enviar emisarios para cuestionarlos y saber que era lo que podría haber pasado o si eran ellos los resposables o si fueron incriminados...No. Al final Dagby llegó a la conclusión de que no le importaba la justicia a su hermana, siempre y cuando la hija de la propia reina o el esposo o cualquiera cercano no estuviesen siendo heridos, denigrados, o se tratase de la Corona.

Dagby miraba de lejos la carta. Su mano sosteniendo su mentón, pensativa.

De un arrancón, agarró el pergamino y lo volvió un bollo de papel que tiró lejos de ella. Se levantó de su asiento. Caminaba por la habitación, de lado a lado, conteniendose de un arranque de enojo. Pero era imposible no estar enojada en ese momento: estaba sola y a la reina no le importaba nada.

Entonces lo entendió: se le vinieron a la mente las palabras de Thomas la noche anterior. Estaba en ella obtener justicia por lo que estaba pasando. A lo primero se negaba a sucumbir ante su instinto animal de ir y buscar, o mejor dicho, arrancar las respuestas de los labios de los involucrados ella misma. Ahora...ahora era un buen momento para ello.

Se detuvo en su caminaba, observó hacía el ventanal y el horizonte más allá...Esbozó una sonrisa ladina...esa noche...no se escaparían de ella...

❝Forgotten❞Where stories live. Discover now