— ¿Qué haces aquí? Déjame en paz. ¿Tanto te cuesta hacerlo, Jennie? — Un suspiro dejé liberar de mis labios al estar frente a ella. Sí... Mi jodida ex novia. Con la cuál tuve un año de relación pero luego todo se fue al carajo al saber que tan solo me estaba siendo infiel.
Ignoré cada una de sus palabras para así retirarme de aquélla casa. Comencé a caminar en dirección a lo qué sería mi casa. Al llegar a la misma observé qué mi hermano menor ya se había ido a la preparatoria. Mi madre no estaba. Sólo accedí a mi habitación para luego darme una cálida ducha. Un par de minutos finalizaron de concurrir, ya me encontraba con una vestimenta nueva y relajado. Admitía que aquél dolor que permanecía en mi rostro no se esfumaba. Malditos golpes.
Narra JungKook.
Era un día un tanto fresco. Había mucha neblina últimamente. Caminaba por las frías calles en dirección al colegio. Al llegar al establecimiento encaminé hacía mi salón encontrándome con un chico de cabello rosa junto a Jimin. No solía juntarme con él pero tenía buena pinta de ser alguien agradable.
— ¡Hola! Woozi, ¿Verdad? — Había un chico nuevo en mi salón. Prácticamente tenía una buena conducta tanto cómo notas por aquélla manera lo cambiaron a éste curso. Tomé asiento del lado derecho a su lado mientras qué delante mío permanecía Jimin junto a otro compañero.
— ¡Sí! Woozi, ¿Tú eres...? —
— ¡Oh! Mi nombre es JungKook. Encantado de conocerte. Bienvenido a nuestra clase. Cualquier duda qué necesites, puedes contar conmigo.
— Muchísimas gracias, Kookie. Te llamaré así. — Murmuró el pequeño de cabello rosa.
La mañana en él colegio había sido muy buena. Repleta de risas por parte de Woozi junto con Jimin. Los tres ya nos habíamos hecho amigos. Me gustaba la idea de conocer a Jimin. Todo marchaba bien. Hasta qué se me dió por preguntarle a Woozi si deseaba qué lo acompañara a su casa junto con Jimin. Pero éste se negó. Había llegado por mi parte a casa; mi mamá no se encontraba así qué sólo concurrí a mi habitación a hacer la tarea para mañana y luego dedicarme a dormir.
Narra YoonGi.
Estaba mirando un poco de televisión hasta que la puerta de entrada se abrió. Provenía de mi hermano. Una sonrisa se dibujó en mis labios al verlo con sus cuadernos y el mismo se veía feliz.
— Hola, Woozi. ¿Por qué tan animado? —
— ¡Hyung! Hoy he hecho nuevos amigos. — Respondió felizmente el pelirosa.
— Mhm, ya veo. Me da gusto por tí. Ahora deberías acabar con tú tarea e ir a la cama. — Aclaré con suavidad reincorporando mi cuerpo del sofá para así ir hacía mi habitación.
Sí, parecía un padre. Pero, él era mi pequeño hermano. Siempre cuidaría de él. Pase lo qué pase. Al estar en mi habitación mi móvil comenzó a vibrar; era Jennie. Prácticamente opté por silenciar el móvil y sin más cerré mis ojos cayendo en un profundo sueño.
De repente reincorporé mi cuerpo de golpe al oír cómo varios sonidos de aviones y algunos qué otros tiroteos. Mierda, ¿Qué estaba sucediendo? Me asomé al balcón de mi habitación. Eran aproximadamente las 5:00 A.M En el cielo se podrían ver los aviones concurrir al centro de la ciudad. Que carajos...
