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Permanecía a una cuadra de la casa de Woozi. Estaba emocionado por conocer cómo era esta, también a su familia. Estaba seguro qué eran unas personas agradables. Ubiqué ambas manos en los bolsillos de mis vaqueros fijando mi vista en los pies por unos segundos. Cuándo levanté a está un coche venía hacía mi dirección a toda velocidad. Mi corazón se aceleró quedándome en shock sin ni siquiera poder moverme. Cerré mis ojos con fuerza sintiendo unos brazos rodear mi cuerpo haciendo qué caiga al césped.

— ¡¿Qué mierda creés que haces?! ¡¿Acaso querías matarte?! — Al abrir mis ojos me encontré con una persona que no deseaba ver en este momento.

— Háblame, verga. ¡¿En qué estabas pensando?! Pudiste haber muerto, Jungkook. — Exclamó reincorporando mi cuerpo del césped.

— ¡Ya basta, TaeHyung! ¡No es necesario qué me grites en la jodida puta cara! ¡Puedes dejar de molestarme e irte con tu maldito niño con él que hablabas y decías cosas hirientes sobre mi! — Comenté elevando mi voz para acto seguido trasladar mi mano a su mejilla dándole una fuerte bofetada.

Comencé a correr alejándome de lo sucedido. Si... El me ha salvado la vida. Pero no sé merece absolutamente nada de mí. Volteé por unos segundos a verlo mientras qué el permanecía con su vista fija en mi. Había quedado sorprendido por mi acción.

— ¡Te odio! — Grité.

— ¡Jungkook cuidado! — Respondió; regresé mi vista al frente encontrándome con una persona... La misma tenía una cantidad de sangre en su playera. Su piel se veía pálida. Una gran herida en la parte de su mejilla. Su pie izquierdo estaba quebrado provocando qué caminara con una dificultad a mi dirección. Se acercaba velozmente a mi, se movía de una manera un tanto espeluznante. Comencé a dar marcha atrás hasta llevé por delante una piedra provocando que cayera. La persona se aproximó hacía mí cayendo sobre mi cuerpo. No sabía lo qué carajos era pero mi fin se hacía presente.

— Hijo de perra. — Escuché a su vez qué abría mis ojos de golpe viendo que la persona por la cuál iba a ser atacado estaba sobre mi pecho mientras que un palo traspasaba su cabeza. Grité al vivir eso en carne viva. La persona que lo había matado estaba frente a mí con una barra de metal. No pude hacer nada que sentí cómo me quedaba inconsciente al ver todo lo que estaba pasando. 

— ¡Hey, mueve tu culo maldito mocoso! — Escuché finalmente a lo lejos una ronca voz.

SCARAMANZIA. ' YOONKOOK ' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora