10:30 P.M // Night 01.
Eran aproximadamente las diez de la noche. El clima era fresco, podría sentirse el viento correr a aquéllas afueras del coche. Me encontraba con mi cabeza apoyada en la ventanilla del coche. Mientras qué sentía cómo mi cuerpo comenzaba a temblar proveniente del frío. TaeHyung se encontraba haciéndole compañía a YoonGi, para qué éste no se durmiera. Aunque luego éste haría un cambio, y optaría por conducir para qué así el pelinegro tomara un pequeño descanso.
— Tengo mucho frío, Hyung... — Se escuchó la voz de Woozi el cuál segundos antes estaba en un profundo sueño.
— Ya, cariño. Buscaremos mantas, deberíamos de estar acercándonos a algun pueblo. — Aclaró el mayor.
— También nos estamos quedando sin gasolina. Tarde o temprano, nos quedaremos tirados en el medio de la carretera. — Completó TaeHyung.
De repente las luces del coche iluminaron a una silueta. Parecía un infectado, sea lo qué sea provocó qué YoonGi detuviera el coche de un golpe. Mientras se escuchó un insulto de su parte.
— ¡Jodida mierda! — Golpeó fuerte el volante para luego preguntar si todos nos encontramos bien por lo cuál respondimos un 'Sí.'
Rápidamente éste tomó su arma dispuesto a salir del coche. Por lo cuál rápidamente me dediqué a tomar su brazo por detrás del asiento.
— ¡No! ¡No vayas! — Exclamé rápidamente sintiendo mi voz entrecortada. No lo conocía, era un desconocido para mi pero no quería qué Woozi perdiera a su hermano cómo sucedió con su madre.
— No vayas YoonGi Hyung... — Dije en un susurro pero audible para éste. Hasta qué Tae habló.
— YoonGi. Vamos, quédensen en el coche. ¿Bien? Mira, Kookie. Toma esto, por cualquier cosa. — Habló el castaño entregandome su cuchillo el cuál había encontrado en el local qué recorrió con Yoongi.
Sentí cómo mis manos comenzaron a sudar, cómo mi cuerpo temblaba. Y no por frío... Apreté con fuerza el cuchillo mientras miré a Woozi dándole una cálida sonrisa brindandole paz al menor qué se podría ver el temor en sus ojos. Finalmente YoonGi preparó su arma haciéndole una seña a TaeHyung con la mano para qué cada uno rodeara el coche. Se acercaron al frente de el vehículo mientras qué el pelinegro apuntaba fijamente observando un gran charco de sangre.
— ¡N-NO ME MATEN! ¡NO SOY UN INFECTADO! ... ¡M-MI BRAZO ESTÁ HERIDO! — Se escuchó una voz masculina para luego oír cómo aquélla persona no tardó en romper el llanto.