CRECER EN UNA NUEVA VIDA.
El valor depende del contenido que vamos generando. ¿No es el dolor? : que todos rechazamos, que nos hiere en lo profundo, el que dispara nuestra inmediata reacción de replegarnos sobre nosotros mismos para encontrar alivio y calor frente a lo inesperado, lo cruel, lo triste. ¿ no es acaso el mismo que nos hace capitalizar esfuerzos, sacrificios, realidades? Que postura tomaremos, encerrarnos y bañarnos en el charco de la autocompasión ó muy por el contrario salir al ruedo a dar pelea, por que cada caída nos entrena las facultades para levantarnos, y si no nos ejercitamos corremos el riesgo de atrofiarlas, insensibilizarlas y tornándolas inútiles correrá esa suerte nuestra vida.
Nunca es tarde para buscar sentidos, para crecer, cambiar, todos estamos inmersos en la misma realidad, " La Humanidad" la misma que a veces nos dignifica otras nos envilece. Está en cada uno de nosotros ser generadores de lo bueno, armar el rompecabezas aprendiendo el valor y necesidad de cada pieza, no estemos por estar, " Estemos , transitemos con sentido": de alegría, agradecimiento, bondad, paciencia, mansedumbre, templanza, misericordia, etc.
De vos depende hacer de tu lugar: un lugar en el mundo donde disfrutes y no padezcas, no esperes un click de afuera, si no estás conforme ¡ salí ! Reveláte, siempre vamos a encontrar: una mano tendida, una frase, un corazón abierto, una mirada, una sonrisa, entonces ¡ tómalos! e inicia "un camino nuevo": con nuevo destino: el desafío de desarrollar ó encontrar lo que te haga crecer, lo que te haga creer en vos y creer en el otro.
Empecemos con el ejercicio de registrar que hay muchos otros, detrás de ellos hay necesidades, y hay muchos ejemplos de lo que vale la pena realmente. Todo está en TÏ, sólo aventuráte el resto irá llegando por añadidura.
No te aquietes, no seas indiferente, despierta del letargo y construye tu vida, tomando conciencia que está en tus decisiones y acciones el hacerla edificante desde los cimientos no llegando más alto de lo que nos permiten los mismos, porque correremos riesgo de quiebre y derrumbe. La base ha de ser la intangibilidad de nuestros valores, creencias, sentimientos. En ese lugar primario encontramos el "COMPARTIR", allí nos involucramos, protagonizamos, reflexionamos, nos descubrimos en la necesidad de dar y estar con el otro.
No hay dicha que se compare a la de dar y darse uno mismo, nos llena de vida, de motivos, de sentidos, nos moviliza y nos hace acariciar nuestro sueño de Felicidad.
Muy por el contrario el guardar, amarrocar lejos de un propósito de seguridad, nos convierte en prisioneros de una carrera sin fin, en donde sacrificamos nuestro tiempo , el empleo que hacemos de él, nuestros momentos de alegrías, de compartir a veces con el que más cerca estamos físicamente nos separa un muro de diferencias que no nos permiten conectarnos sin tener que discutir ó morder el polvo por no hacerlo. Es necesario que sepamos distinguir lo que hacemos en pos de una vida digna, de aquello que alimenta nuestra sed de poder, de control, de autosuficiencia, se trata de una competencia que siempre se mide más alto y todo lo que se obtenga siempre será una parte de aquel TODO que nos espera. Aquí me detengo en unas palabras del Periodista y escritor Alfredo Leuco: basadas en el testimonio de una terapeuta que asistía a enfermos terminales, ó a quienes producto de un accidente sufrieron un menoscabo importante en su vida y capacidades. Decía más ó menos así: A donde se fue el tiempo que no jugué con mis hijos, los momentos que no compartí con mi esposa/o, con mis amigos, las invitaciones y reencuentros que tantas veces postergué, las sonrisas que tanto me costaba dibujar en mi rostro y en el de los que amo, adonde se fueron las emociones de la niñez, de la juventud, de la madurez, adonde están los tiempos buenos por venir que todavía no alcancé a vislumbrar, a donde se fueron los versos no dichos, las canciones no disfrutadas, las voces de nuestros seres significativos, las palabras más importantes que no dije, los gestos que no tuve, lo que no supe ó no quise compartir, los regalos ó el legado que siempre modificaba de acuerdo a como se portaran conmigo, los anhelos, los sueños, es interminable la lista pero renglón aparte se merece EL AMOR QUE NO DI, EL ABRAZO QUE NO ME ATREVÍ, LOS BESOS QUE NO DÍ A MIS HIJOS, LAS EXPRESIONES Y GESTOS DE ESE AMOR QUE ME QUEDÓ ALLI dentro como un reservorio ¿ para qué? Si ya se nos aproxima el final, nadie se apena por el ascenso que no obtuvo, ni por no haber sido conservador ó audaz ó emprendedor, etc. Todo lo que les entristece tiene que ver con el corazón, con los sentimientos, con lo amarretes que han sido a la hora de vivir mientras podían hacerlo, es tomar conciencia que el tiempo se diluye en nuestras manos y no hay más aviso que unas canas, unas arrugas a las que nos acostumbramos ó los que pueden y quieren lo solucionan. Pero el tiempo no para, seguimos pedaleando con más ó menos fuerza sin advertir que renunciamos a diario a crecer en el espítritu, a alimentar nuestras almas, a hacer de nuestra vida un espacio de plenitud abierto a todo el que lo necesite sin tener que mediar intereses, el desarrollo personal que nos dignifica y podemos transmitir por donde quiera que vayamos. SE TRATA DE APRENDER A AMAR, A DAR, A COMPARTIR, NO REPRIMIR LOS LLANTOS DE ALEGRÍA Ó TRISTEZA, ESCUCHAR, ESCUCHARSE EN LOS HIJOS, REDEFINIRSE EN LOS PADRES, REENCONTRARSE CON LOS HERMANOS, REELEGIRSE CON LOS AMIGOS.
En definitiva estas palabras nos hacen preguntar por donde estoy yo, estoy a tiempo? Sí claro que lo estás mientras tengas un hálito de vida podés cambiarlo. Muchas veces hay señales que no queremos ver ó escuchar, no seamos necios y desconfiados, de nosotros depende EJERCITARNOS EN EL ARTE DE VIVIR BIEN. AMANDO.DANDO. CELEBRANDO. Y le agrego una muy importante CREYENDO, ESPERANDO para todos los que creemos en Dios que es la luz sin fin en nuestro camino y en el de los que no lo descubrieron pero hicieron de su vida una melodía de amor presta a ser oída por todos.
YOU ARE READING
Abriendo Caminos
SpiritüelLos ríos de la vida me trajeron a este lugar, el silencio y la soledad adquirieron otro sentido y a través del encuentro conmigo misma sentí la necesidad de liberarme y liberar a otros.