Capítulo VIII: Estoy sola.

19 1 0
                                    

Sólo podía llorar.

Lloraba como si de eso se tratase mi existencia, no había nada que me calmara en estos momentos, me sentía tan inútil, tan sola...

Las saladas lágrimas recorrían mis mejillas chocando contra la comisura de mis labios, era imposible detenerlas, sin embargo no hice el mínimo intento de hacerlo tampoco.

Ahogaba mis gemidos en la almohada para que nadie pudiera escucharme, estaba tensa, mis ojos se encontraban totalmente rojos y cansados de tanto llorar, era evidente que al día siguiente, despertaría con los ojos totalmente hinchados sin poder ocultar el hecho de que he pasado una mala noche.

No tengo mensajes de él.

No tengo sus buenas noches.

Había alejado a la única persona que consideraba mi soporte, mi razón de estar.

No tengo nada de él.

Podría decir que al menos tengo a mi mejor amigo, pero eso tampoco era cierto.

Decidí alejarme de él para no hacerle daño, pero ahora más que nunca lo necesito.

Necesito contarle lo sucedido, necesito que me diga que todo estará bien, que él estará pasando por esto conmigo... que no estoy sola.

Después de todo si sentía algo por Christian, si le tenía un cariño inmenso.

Pero no lo noté hasta que lo perdí.

Que irónico, ¿cierto?

Sólo quería "deshacerme" de él, y ahora que lo logré estoy llorando, estoy mal, porque lo extraño, porque lo necesito.

Necesito hablar con alguien.

¿Mi mejor amiga?, no ella no.

Ella y yo ya casi no hablamos y si lo hacemos, no hace más que sólo hacerme sentir peor.

Hace unos meses que está muy diferente, ya no es la misma, y recordarlo me duele.

Inmediatamente mi llanto se intensifica al recordarla, la extraño demasiado.

¿Y si llamo a Katie?

Puede ser una buena opción, siempre está para escucharme, siempre está para mí.

Inmediatamente tomo una respiración profunda para tratar de calmarme un poco.

Inhalo profundo por mi nariz y suelto lentamente un soplido por mi boca.

Repito esta acción unas cuantas veces más en vano, pues mis lágrimas sólo seguían escurriendose cada vez más por mis mejillas.

Hago un último intento de repetir está acción, tomo un profundo respiro y exhalo.

Finalmente logro calmar un poco mi llanto.

Trago saliva tratado de ahogar un gemido que estaba por escaparse de mi boca, realmente me siento fatal.

Desaría desaparecer permanentemente para no tener que pasar por todas estas cosas.

Si tan sólo tuviera una vida feliz...

No hay día que la pase bien, no hay día que esté bien, no hay día que me pase algo bueno.

Constantemente se repiten las cosas malas, no logro salir de una situación y ya tengo que atravesar otra, es algo interminable.

Desearía acabar con todo esto ya.

Tomo mi celular y busco a Katie entre mis contactos.

Marco el símbolo para realizar llamadas y espero.

ClarityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora