Capítulo IXX: Se acabó

8 1 0
                                    

Después de todo Christian tenía razón y mi intuición también estaba en lo correcto. Que estúpida me sentía al haberle abierto mi corazón a un extraño, no debí... no debí hacerlo.

Era una sensación bastante extraña, me dolía, sentía una pequeña punzada en mi pecho que ardía, pero sin embargo aún no terminaba de asimilar las cosas. Mi mente aún estaba en un estado de negación bastante fuerte, había visto que Thomas me estaba mintiendo con mis propios ojos, pero aún así quería continuar con él, y busqué las mil y un excusas para justificar lo que estaba haciendo.

Dos meses y 17 días comenzando a escribir una historia distinta con Thomas y había sido todo mentira... No, no lo es. Tiene que haber algo mal, estoy juzgandolo mal solo porque los celos me estaban haciendo una mala pasada, tal vez fue un accidente o ella lo obligó o fue solo una apuesta, un reto... estoy segura de que él no me haría eso a mí, él es diferente.

Me encontraba acostada mirando hacia el techo de mi habitación con la luz apagada tratando de convencerme de que todo estaba bien. Tal vez estuviera totalmente ciega y no viera las cosas como en realidad estaban pasando, pero lo único que importa ahora es que lo que pienso es lo que quiero pensar y nada me hará cambiar de opinión hasta que se demuestre de verdad lo contrario.

¿Que cosas no? Ahora estoy yo en esta posición, Angeline Evans está pasando por ésto, no tiene sentido.

Decidí tomar mi móvil con la intención aún fresca de escribirle a Thomas para saber cómo se encontraba, sentía que necesitaba hacerlo y además también quería hablar un rato con él. Luego de tanto pensarlo decidí que todo estaba bien y que todo lo que había visto no había pasado, era un error o simplemente producto de mi imaginación, prefiero pensar que estoy loca y me niego rotundamente a aceptarlo.

Mis nervios y la ansiedad estaban tomando control sobre mí al ver que Thomas se encontraba en línea y pasados unos 10 minutos desde que le escribí, aun no respondía.

-Tal vez está ocupado, no lo presionaré. - Pensé.

Realmente esto no ayudaba ni contribuía para nada a mejorar la situación, pero intentaba dejar al margen toda clase de pensamientos inseguros que tuviera a cerca de él.

-Hey ¿cómo estás? 

Mi mente dió un profundo descanso por un momento y yo me sobresalté al ver que al fin había respondido.

-Eso te pregunto yo ¿cómo estás? ¿te encuentras bien?

Pasados unos 5 minutos desde que le envié aquel mensaje, se digno a responder.

-Pues si, me encuentro excelente ¿qué haces despierta?

Tenia razón, era la 1 de la mañana y ya debería estar durmiendo, pero la verdad es que no encontraba conciliar el sueño puesto que mi mente se encontraba haciendo miles de viajes a través de los recuerdos de lo ocurrido en el día.

-Me alegra saberlo.
No logro dormir ¿hablamos un rato?

-Pues quisiera muñeca, pero ya es tarde y estoy bastante cansado.

-Está bien entonces descansa, no te preocupes.

-Descansa tu igual, nos vemos en el instituto.

-Buenas noches.

No voy a mentir, su actitud había sido realmente tajante aunque él hubiera tratado de que no fuera así, y sumado con el tiempo en que tardó en responder los primeros mensajes, realmente tenía un mal sabor de esto y los nervios e inseguridad volvieron a mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ClarityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora