Capítulo XII: Orquídeas

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Un mes pasó desde entonces, mi relación con Mikael notaba que se convertía en una amistad cada vez más fuerte, estoy agradecida de que haya pasado todo lo que pasó, pues me enseñó a verdaderamente apreciar la gran amistad que me brinda.

Sin embargo no todo estaba bien, si bien es cierto que las cosas con Mikael iban cada vez mejor, yo empeoraba emocionalmente cada día más, mi consuelo era siempre el hombro de mi mejor amigo.

Hace un mes estaba decidida a salir adelante y enfrentar todos mis problemas, pero ¿qué carajos pasó?.

Es cierto que siempre que hallo el valor para algo se esfuma rápido, pero es que todo parecía ir tan bien que me dejé engañar de muy mala manera esta vez.

Thomas se había vuelto muy frecuente en mi vida, de hecho podría decirse que llegamos a tener cierta relación que ahora no se como llamar, pero eramos conocidos con cierto grado de confianza, incluso muchas veces sentía que coqueteaba conmigo pero la verdad eso era tan irrelevante para mí que simplemente hacía caso omiso a aquellas actitudes de su parte.

Pese a que hace un mes estaba decidida a aclarar las cosas con Cristhian, actualmente me sentía tan confundida conmigo misma que no era capaz de siquiera intentar hablar para aclarar las cosas, y es qué ¿como pretendo aclarar algo que ni yo misma tengo claro?.

Me sigo lastimando constantemente a mi misma, y no sólo a mi misma sino también a él por ser incapaz de aclarar mis sentimientos y eso es realmente frustrante.

Durante el último mes si bien no he hablado de nada de lo que estaba pasando con Danielle, hemos vuelto a hablar con normalidad sobre temas irrelevantes y una que otra vez le lanzo alguna indirecta sobre mi situación actual, que parece importarle, sin embargo la verdad no lo hago intencionalmente, sucede que una parte de mí me dice que necesita que hable con ella urgentemente y eventualmente se me escapa algo de eso en nuestras conversaciones, y estoy consciente de ello pero no me molesta en absoluto.

La verdad si me pongo a analizar, mi vida a mejorado eventualmente, sin embargo la depresión en la que me encuentro hundida no ha cambiado ni un poco desde entonces, siendo sincera he considerado el necesitar ayuda profesional para tratar ese problema.

Pienso que mi situación en lo que se podría llamar "hogar" influye bastante en mi estado de ánimo.

Como quisiera poder compartir mis anécdotas del día y discutir con mis padres a cerca de mis sentimientos, e incluso me gustaría el poder tener una buena relación con mi hermano, porque de eso debería tratarse una familia, ¿no?.

Cada vez que intento desahogarme o hablar con mis padres, me ignoran, me regañan, o simplemente ellos están muy ocupados para escucharme, me hacen dudar constantemente de si realmente tengo valor como persona, en espacial para ellos.

He llegado a pensar que si desapareciera o me pasara algo, a ellos realmente no les importaría, lo que también me lleva a pensar en sobre si a alguien le importaría, quien sea, si me llegara a suceder algo, ¿quién estaría conmigo? ¿alguien realmente se preocuparía por mí?.

Siempre termino llegando al mismo callejón sin salida con todas esas dudas que invaden mi mente y no me permiten concentrarme en otra cosa que no sea la miseria que llevo de vida, o al menos así lo veo actualmente.

Extraño bastante a mi familia, a lo que un día llamé familia, cuando todo estaba bien y yo era alguien realmente importante en sus vidas, o al menos eso me hacían creer.

Ya la verdad no se ni siquiera si todo aquello que me hicieron creer fue una mentira.

Por ahora prefiero dejar de pensar en todo esto y dormir, pues mañana tengo que levantarme realmente temprano para mi gusto para poder asistir a clases.

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