Capítulo XIII: Un nuevo compañero

9 3 0
                                    

La verdad todos mis días son extremadamente cansados y monótonos por el hecho de que no hago más que caer en la rutina y prácticamente vivo de ello.

Sin embargo me he vuelto bastante cercana a Thomas y de cierta manera cambia mis días.

Cada que me lo cruzo, logra cambiar mis malos estados de ánimo, siento una extraña felicidad al estar con él, y una calidez bastante inusual. ¿Somos amigos? Tal vez, no lo sé.

Podría decirse que lo somos, sin embargo últimamente me he estado tomando muy en serio eso de saber elegir qué personas pueden entrar en mi vida.

En cierta forma me ha resultado beneficioso y espero que así siga siendo.

¿Por qué lo pienso mucho con él? Por el hecho de que al principio no me dio buena espina, además su coqueteo me resulta bastante incómodo, digo, en ocasiones...

Otras veces simplemente lo paso por alto, por lo tanto no me molestan para nada.

Las cosas con Cristhian han mejorado un poco podríamos decir, somos buenos amigos y estamos aún como dándonos un tiempo a ver si lo intentamos de nuevo, ya saben, para no terminar como hace mes y medio más o menos.

No estoy totalmente convencida de que él sea el chico con quien deba estar, mucho menos luego de todo lo que pasó, sin embargo ese apego que me ha estado atormentando por un gran tiempo, hace imposible que pueda estar alejada de él y sin la monotonía de la relación que aún llevamos.

Sé que resulta sumamente tóxico el seguir empeñada en levantar algo que ya sé que no funcionará, pero la necesidad de él me atormenta día y noche, y el hecho de imaginar que se aleja de mi vida me atormenta aún más.

Prefiero por ahora seguir manteniéndolo conmigo mientras que logro aclarar mis ideas, creo que mientras tanto, es lo mejor.

Esta noche en particular, no pude pegar un ojo debido a que mis pensamientos no me dejaban tranquila.

Pensaba en qué estaba haciendo con mi vida actualmente; lo bueno y lo malo que ha pasado en ella, los buenos amigos y las personas que he perdido, las cosas que intento lograr y todo aquello que no me ha salido para nada bien... en serio que esto a veces se torna un poco complicado.

Al final logré solo dormir una hora de las ocho recomendadas por especialistas, realmente estoy acostumbrada a ésto ya.

Me levanté como de costumbre al sonar mi despertador y me dirigí hacia el baño para tomar una ducha y comenzar a arreglarme para el colegio; nada que no sepan que hago todos los días, así que omitiré las siguientes dos horas de rutina.

Saliendo de la clase de física me topo con Cristhian.

Seguido de él, Thomas venia en dirección hacia mí, así que decidí tomarlo como un escape para evitar momentaneamente a mi novio, o ex, ya en realidad no se qué carajos somos, y sin pensarlo dos veces caminé directo hacia él acortando la distancia entre ambos.

Thomas coquetamente me saludó dejando un lento y delicado beso sobre mi mejilla, ocasionando que la sangre se me subiera a las mismas, cosa que gracias al cielo sucedió de manera bastante discreta.

Al finalizar el saludo Thomas siguió su camino y yo me giré con bastante cautela para observar de reojo a Cristhian.

Pude notar que con bastante incomodidad estuvo observando todo lo ocurrido anteriormente y ahora permanecía aun fijo como recordando la escena.

Decidí ignorar esto y seguí mi camino al igual que Thomas, esta vez en busca de Katie, quien se encontraba en el piso de abajo, pues minutos antes de que sonara el timbre del cambio de aula, había pedido permiso al profesor para ir a el sanitario y aún no volvía.

ClarityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora