Capítulo 20: En otra vida

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...Y con esas palabras, he querido decir...

¿Cuál es el sinónimo de negado?...

- Cariño, la cena está lista - No presté mucha atención y seguí pensando.

- Enseguida voy - dije sin apartar los ojos del papel.

- Es lo que siempre dices. Y luego te quedas por horas escribiendo.

- ¿Sinónimo de negado?

- Renuente -dijo en un suspiro.

- Renuente, gracias.

- Jordan... - Dijo mi esposa impaciente. Me voltee hacia ella. Tenía que terminar de escribir la carta. Era la quinta que escribía.

- Sólo un minuto...

- ¡No!... no... digo, no por favor - dijo tratando de calmarse. En este punto, no me sorprendía nada este tipo de ataques de ira instantáneos. Le sonreí -Si no te ha respondido antes, no lo hará ahora - me miró suplicante.

- Está bien - dije dandome por vencido - pero sabes que no podemos seguir así.

- No hablemos más de eso. Vamos a cenar. Hice tu favorito.

- ¿Pavo en miel?

- Pavo en miel - dijo con una pequeña sonrisa.

La tomé del brazo y nos dirigimos al comedor. El olor del pavo inundaba la planta baja de la casa. Anne había cambiado nuevamente las cortinas de toda la casa, los muebles y cuadros. No sabía como una mujer podía hacer tantas cosas en un día.

La mesa estaba bien preparada. Atiborrada de todas las cosas que a mi me gustaban. Pavo en miel, rollos rellenos de queso, fruta, vino tinto... pan. Mi esposa se había esmerado esta noche. Si no la conociera diría...

- ¿Hay algo que quieras pedirme o decirme que me engatusas con mi comida favorita? - dije bromeando. No obtuve respuesta. No una con palabras al menos. Pero pude ver en sus ojos la lucha interna que llevaba dentro de si.

- Anne... ¿Qué pasa? - dije preocupado. Ella quería decirme algo, pero algo la detenía. Eso me alarmó mucho más. Anne normalmente era muy decidida en cualquier situación. Que estuviera nerviosa por eso me indicó que era verdaderamente serio.

- Yo.. no se como decirtelo... no quería que pasara, y mucho menos tu... yo..

- Anne, tranquila. Todo está bien - la tomé de la mano. Vi como sus ojos se cristalizaban.

- Espero un bebé.

Y ahí lo entendí. Todo se paró en ese instante. No podía ser. No era posible. Bueno, si era posible, pero no debía...

- ¿Cómo pasó esto? - dije bruscamente. Sabía que no debía actuar así. No era culpa de Anne, pero ella era la única aquí. La unica con la que podía canalizar el torbellino de emociones que llevaba dentro.

- Jordan, tranquilo. No se cómo pasó. Me he sentido... extraña estás últimas semanas.

- ¿No estabas visitando al doctor Glasberg? - dije impaciente.

- Si, pero... - intentó explicar, pero no la dejé. Me levanté de la mesa y empecé a dar vueltas en torno a ella.

- ¿Pero? Demonios, Anne. Creí que habíamos acordado que no dejarías de tomar los anticonceptivos. No después de lo que pasó - Fui subiendo la voz en cada palabra.

- ¡Yo no los dejé de tomar! - dijo ahogando un sollozo. Tapó su cara con las manos.

- ¿Y cómo explicas esto? ¿Estás segura? - ella no respondió. Se limitó a entrar una mano en uno de los bolsillos de su camisa y sacó un papel que luego me extendió. Lo tomé. Era el resultado de una prueba de embarazo firmado por el doctor Glasberg.

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