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— Somos un maldito cliché.
— ¿Eso crees?
— ¿No lo crees tú?
— Nah, somos especiales y no me respondas con otras pregunta. - murmura enfurruñado.
— Pero mira quien se enojo. - menciona el rubio mientras aprieta las mejillas de su novio. — Mi bebé.
— Ni, no hagas eso.
— ¿No te gustan mis caricias?. - un puchero aparece en los labios del rubio mientras que su voz se torna triste.
— No mi vida, no digas eso. Amo todo de ti y amo todo lo que me das. - el rizado dice para después besar con cariño a su chico.
— Te amo, Harry.
(...)
— Ni siquiera lo pienses, no lograrás nada.
— ¿Cómo sabes eso?.
— Él es imposible Harry, ¡vamos! piensa en alguien más. - menciona Louis mientras niega con su cabeza.
— ¿Por qué es imposible?, no voy a cambiar de idea Lou, él me gusta.
el delgado chico palmea su frente en un acto de desesperación. — Harry, es de Niall Horan de quien hablamos y ¿aún preguntas porque es imposible?
— Se de quien hablamos y aún así no entiendo tu punto.
— Veamos. Ese niño es el presidente estudiantil, buen alumno; un ejemplo, pura luz y luego estas tú...
— ¿Qué tengo de malo?. - menciona el oji-verde mientras su ceño se frunce.
— ¿En serio?.- hace una pausa y al no recibir respuesta continúa. — Todos los profesores te odia, los alumnos te tienes miedo, tus notas apestan y bueno, eres tenebroso. - un escalofrío fingido recorre el cuerpo de las pequeño.
— Puedo lograrlo.
— De acuerdo, ¿tienes algún plan?
— Sólo le diré que me gusta.
— "sólo le diré que me gusta". Eres un bobo, no vengas a mi cuando el pequeño solecito te diga que no. -
— Ya lo veremos, ya lo veremos. - dice para si mismo pues su amigo ya lo había abandonado.
Sólo llegaría, tocaría el hombro del rubio y le diría que le gusta. No podía salir mal, su idea era buena.
Por supuesto que saldría mal, no pudo pasar de la primera silaba. Todo iba bien, lo siguió, le llamo pero al tratar de decirle me gustas el tartamudeo se apodero del él. ¿Qué carajos? nunca tartamudeaba, no se ponía nervioso. Él no era así.
Ver esos orbes azules y esa sonrisa tímida, hicieron que se paralizara. No reacciono y el chico que estaba frente suyo aguanto una risa, al no saber que quería el rizado solamente le dijo adiós y lo ahí lo dejo. Solo en el pasillo, embobado.
