oro de los tontos.

653 68 6
                                    

1655 palabras. no es lo mejor. 


Lo supe desde la primera vez que te vi.

Supe que no eras para mí, pero de igual manera quería embriagarme de ese dulce aroma que te caracterizaba, quería volverme un adicto de tus dulces labios y quería volar a la mismísima nirvana con tan sólo escuchar tu risa.

Quería todo de ti y sabia que no recibiría nada.

Eras esa estrella brillante, esa que segaba a todo aquel que se cruzara en su camino, aquella que iba de constelación en constelación.

Gente bailando, moviendo sus cuerpos al compás de la estridente melodía. Cuerpos sudorosos y excitados. Alcohol por todas partes. Besos calientes y roses candentes.

Así era como se vivía el ambiente en the rose, el más viejo y llamativo club de la ciudad. 

Era difícil entrar, tenias que pagar una exagerada cantidad de dinero o por supuesto tener influencias.

Ser él hijo del primer ministro tenia sus ventajas.

Todos querían estar a su alrededor, todos querían presumir que eran amigos del hijo menor del ministro Styles, nadie se preocupaba por ser realmente su amigo, bueno excepto Adam, ese pelirrojo era su amigo desde los diez años.

En ese lujo lugar, aburrido de todos fue cuando lo vio. Bailando atrevida mente con ese chico moreno.

Caderas estrechas  y piernas delgadas.

Su mirada no se apartaba.

Paso veinte minutos observando el movimiento de esas caderas, imaginando como seria sostenerlas, perdiéndose en ese meneo. 

Tenia luz propia. Quedo segado.

Se acercó como la destreza digna de un caballero, él acompañante del castaño había desaparecido.

Por supuesto que no seria fácil  acercarse. No lo logró, él chico moreno llego como alma que lleva el diablo al ver como más de un hombre quería acercarse a su chico.

Tal vez era lo mejor.

Miro por ultima vez a la pequeña chispa y salio de the rose.

Me perdí en su belleza, no podía dejar de verlo aún cuando se encontraba a tan sólo dos metros delante de mi. 

Los exámenes estaban matando lentamente al rizado, eran los finales y tenia que dar lo mejor de si. 

Los mensajes llegaban uno tras otro, sus amigos querían saber cuando iría de nuevo al antro. Tal vez era hora de darse un descanso, lo merecía. 

Agosto era un mes un poco caluroso, pero esa noche una brisa fresca era la que se sentía. No era necesario llevar un abrigo. 

Un pantalón ajustado, una camisa negra transparente y sus chelsea favoritas. 

Una mirada de los guardias basto para que le abrieran las puertas, cuando paso a su lado un "Buenas noches joven, Styles le dedicaron

El ambiente siempre era el mismo, quería beber uno o dos tragos y se iría de nuevo. 

Al llegar a la barra y ver a sus conocidos se arrepintió, su cama era la mejor opción. 

Harry, compañero. Cuanto tiempo. - Adam le dice mientras pasa su brazo por sobre los hombros del rizado. 

 Fueron pocos días.- contesta a la pregunta no formulada de su rojizo amigo.  

one shots; narryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora