soulmate.

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Cuando eres apenas un cachorro tus padres te cuentan historias de heroísmo, batallas y por supuesto, amor. En todas las manadas se cuenta la misma historia, no importa si eres del sur o el este. Todos sueñan con encontrar a su alma gemela, esa con la que compartirás las desgracias y la gloria. Esa persona que te cubrirá en los días fríos y que te amará por el resto de tu existencia.

Los viejos sabios decían que el conocer a tu otra mitad en tú forma animal es mucho mejor ya que el sentido de protección y posesión se muestran con mayor intensidad. Y él lo sabe, conocer a ese imponente lobo a la mitad del bosque hizo que su instinto y su lado sumiso se hiciera presente.

Ese olor a roble y café le hicieron tabalearse, trato de calmarse y volver a respirar. A pesar de ser el hijo omega del segundo al mando del pueblo nunca nadie lo había visto en su forma animal, muchos sospechaban y dicen que no es digno de pertenecer a la manada, pero a él simplemente no le gusta que lo vean, no quiere que nadie le quite lo que aún le perteneces, lo que es suyo. Su lado salvaje.

Es por eso que sufre el rechazo de todos y en especial por parte del primogénito del líder. Ese alfa que se empeña en hacerlo sufrir, como si cada lágrima que derrama le diera un poco más de vida. Comentarios hirientes y uno que otro golpe "involuntario".

Y eso es lo que más le asusta, el haber reconocido a ese lobo y saber que su cuerpo y alma estaban destinados a él y se resigna, sabe que no puede hacer nada, que no puede ir en contra del lazo y las fuertes palpitaciones que su corazón genera. Está perdido.

Ese día no huyo, no corrió lejos. Si lo intentaba el lobo lo alcanzaría y lo haría sufrir, a demás su omega lloriqueaba para que se quedara ahí, rogaba por sentir más ese fuerte olor y tal vez un poco de su calor.

Esa noche no hubo desprecio, solamente eran dos lobos que acababan de conocer a su otra mitad. Miradas de sorpresas y corazones sincronizados. Acurrucados en el pasto y la luna velando por ellos. Antes de que el amanecer apareciera, el omega corrió hasta llegar a su hogar en donde se descargó al saber de su destino.

Habían sido varias las noches en las cuales se encontraba con su destinado y antes de que el sol saliera, huía. Sabía que el lobo quería conocerlo en su forma humana, quería saber quién era su compañero y a quien cuidaría por el resto de su vida. No debía arriesgarse, sabía que sería rechazado.

Y no pasaron muchos días cuando a mitad de la calle central su celo se hizo presente, el calor y las ganas de tener a su alfa a lado se hicieron insoportables, su padre lo cargo y corrió lo más rápido que pudo. Su bebé, su pequeño retoño no merecía las miradas de sorpresa y deseo, merecía estar en su cálido hogar, con nada más que mimos y amor.

Fue tan rápida la huida que no se dio cuenta, él no sabia y no quería. Su alfa, su otra mitad lo descubrió, sabia quién era. Y ese que ese dulce aroma a melocotón y freesia, le hicieron perder la cordura y que su lobo interno aullara por seguir esa suave y refrescante esencia. Su mente se nublo y sólo siguió su instinto.

Al llegar a su destino escaneo todo el lugar, hasta que sus ojos se posaron en la ventana con las persianas a bajo y es que lo sabía, sabía que su omega estaba ahí, podía sentir sus suplicas y el calor que emanaba. La conexión que habían forjado en el bosque era más fuerte. Estaba perdido.

A regañadientes y con furia fue que abandono el lugar, tenia que actuar rápido. No supo cuanto fue que duro el celo del omega, pero cuando lo diviso por las calles del pueblo era un poco tarde ya que él iba de la mano de Rosse, la omega a la cual le había propuesto matrimonio hace menos de dos días.

En la gran fiesta de compromiso a la cual tuvo que asistir, con el corazón y el alma rota, con sus rojos e hincados ojos, con todo el dolor tuvo que presenciar como su alfa, su destinado, su alma gemela se comprometía con alguien más.

Y le dolía ver como la tomaba de la mano y le regalaba los más dulces besos.

Antes de que hiciera lago indebido, antes de que se echara a llorar y suplicara salió de ahí y corrió hasta el lugar donde conoció a su alfa. Tanto era su dolor que no percibió al lobo que lo estaba haciendo sufrir.

— ¿En serio creías que iba a estar contigo? – sus palabras salían con furia y asco — Nunca, escucha bien Niall Hora. Nunca pensaría en formar el lazo contigo, con tu asquerosa persona.

— Pero, pero – tartamudeo el omega — Debemos hacerlo, es nuestro destino.

Y ahí con la luna nuevamente, con Niall de rodillas y Harry observándolo como si fuera la peor escoria del mundo fue que soltó. — Yo Harry Styles, el próximo alfa de la manada, rechazo la unió que el universo y el destino me ha dado con Niall Horan, rechazo el lazo y el vínculo. Yo rechazo a mi soulmate.

Tan rápido como sus palabras que abandonaron sus labios se fue, dejando al castaño de ojos azules con el alma desecha y con la certeza de que no sobreviviría, no podría hacerlo sin su otra mitad.  

(...)

Sólo quiero desearles un feliz año nuevo, que todas las metas y propósito que tengan logren cumplirlos. Que su años este lleno de buenas vibras y amor.
Recuerden tratar a los demás con amabilidad y respeto.
Todo el amor, k. 🍀
(perdonen las faltas de
ortografía que tenga)

one shots; narryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora