Incomodidad.
Eso era lo que sentía en estos momentos, abrir los ojos y lo primero que veo es a Yuri dormido, ver esos hermosos labios color carmín era una tentación total.
Ver ese pequeño cuerpo intentar acurrucarse a mi lado me generaba ternura, pero también me incomodaba, ya que esas actitudes de Yuri me generaban un conflicto interno entre lo que era correcto y lo que no, mi instinto me dictaba que debía reclamar a Yuri como mío, lo cuide desde que éramos niños así que mi instinto gritaba que Yuri me pertenecía.
Delicadamente me separe de él, ya que no deseaba despertarlo, merecía descansar, a fin de cuentas, habíamos viajado dos días sin parar y al encontrar esta pequeña posada fue que decidimos tomarnos un descanso y recuperar energía.
Decidí asearme, por lo que salí de la habitación rumbo a los baños.
Sentir el agua recorrer cada parte de mi cuerpo me relajo de tal manera que no pude contener un leve gemido de conformidad, pero a pesar de esa relajación que me embargaba mi cuerpo se sentía inquieto.
Desde que comenzó el viaje, Yuri había tenido un cambio total, de lo que normalmente me repelía y discutía por cualquier nimiedad conmigo, ya no lo hacía, era más dócil y acataba todas las ordenes... además que se apegaba mucho a mí.
Su nueva actitud ponía a prueba mi autocontrol, mi cuerpo hervía con cada rose de manos o mirada furtiva que me daba, porque en más de una ocasión lo atrape observándome.
Al terminar mi respectivo aseo me dirigí a la habitación que compartía con Yuri, al entrar a este mis ojos inmediatamente fueron a la cama y la encontré vacía.
-Yuri – Lo llame
-Estoy aquí Otabek – Escuche su respuesta.
- ¿Qué estás haciendo?
-Me estoy alistando ya que seguro deseas continuar con el viaje ¿cierto? - Apareció ante mí, ya preparado – Solo necesito ponerme mi capa – Me dijo dándome una tierna sonrisa. - Ya tengo tu ropa preparada, así que puedes cambiarte si deseas. - Pronuncio para luego darme la espalda y seguir alistando nuestro equipaje.
-Qué te parece si nos quedamos por hoy – Le dije – Esos dos días que avanzamos sin descansar evitaran que nos retrasemos, además... – Me acerqué a Yuri, que tenía una mirada sorprendida, posé mi mano derecha en su mejilla y con el pulgar acaricié su mejilla – Tienes ojeras, aun debes estar cansado. No debí exigirte tanto, lo lamento – Yuri no me respondió, seguía sorprendido, al notar lo que hice intente alejar mi mano de su mejilla, pero no pude hacerlo porque Yuri lo impidió, con sus manos sostuvo mi mano derecha y volvió a ponerla en su mejilla.
-Gracias por preocuparte por mí, y lamento ser una carga Otabek – Desee refutar lo que dijo, pero las palabras no salieron de mi boca.
-Vamos a comer algo – Le dije mientras que con un poco de fuerza separé mi mano de entre las suyas – Debes tener hambre – Lo vi agachar la cabeza y escuchar un "si".
Mientras Yuri se ponía ropa más cómoda para salir a comer, decidí ver el mapa y calcular cuánto demoraríamos en llegar al punto de encuentro, no deseaba sobre exigir de nuevo a Yuri, era un abuso para un omega.
-Otabek, ya estoy listo.
Al escuchar su llamado, guardé el mapa y fui a su encuentro.
La comida habría sido placentera de no ser por esos malditos alfas que veían a Yuri a cada momento, mi instinto reaccionaba a cada momento; los miraba de la peor manera hasta espantarlos y que alejen su mirada de Yuri.
Entre los alfas teníamos ciertos rangos, mi rango es alto ya que soy un caballero, podía intimidar a muchos alfas ya que mi esencia los alertaba y hacía que escaparan.
No me gustaba propagar mi olor y demostrar mi superioridad porque debíamos mantenernos al margen, pero no me pude controlar debido a que cada alfa que pasaba cerca de nosotros posaba sus ojos en él, algunos maravillados con su belleza y otros con una mirada que no pronosticaba nada bueno lo que hacía despertar en mi un instinto asesino.
Yuri era ajeno a lo que estaba ocurriendo a su alrededor, o ese pensé hasta que
-Otabek...-Le escuche susurrar. - Podrías por favor contenerte, tu aroma me está mareando – Verlo así de perturbado hizo que mis ganas de marcar territorio ante los demás alfas bajara, nunca lo vi quejarse de ese tipo de cosas. - Creo que ser o... bueno eso me ha hecho ser más consiente de los olores, que desprende cada uno. - Lo escuche decir débilmente mientras intentaba regularizar su respiración, instintivamente rodee su estrecha cintura con mi brazo y lo lleve a unos pequeños asientos que se encontraban algo alejados de la gente.
- ¿Tienes fiebre? - Las mejillas de Yuri habían adquirido un fuerte color rojo. -Lamento lo que hice, no era mi intención, pero... - No podía decirle a Yuri que me encontraba celoso de cómo lo miraban, eso sería impropio de mi parte. - Tengo que ocultar tu aroma, muchos alfas se encuentran en este lugar, alguno podría sentir tu aroma y darse cuenta que eres omega, por lo que debo dispersar mi aroma para que no sientan el tuyo. - Le dije lo más serio posible para que me creyera.
-Y-ya veo, sabía que era por eso. - ¿Su voz tenía un toque de decepción, o será mi imaginación? - No te preocupes por mi aroma, mi abuelo me dio unas pastillas para controlarlo, como no tengo conocimiento de cuando comienza mi celo y para ocultarlo más eficientemente debo tomar la medicina semanalmente, así que no debes molestarte.
Su voz me intentaba tranquilizar, pero su semblante apesadumbrado hacía que no le creyera. Se veía tan frágil, y sus hermosas esmeraldas demostraban tristeza y desolación; quería estrecharlo entre mis brazos y demostrarle que podía confiar en mí, que sus penas también son las mías, porque lo único que deseo desde que lo conozco es verlo feliz.
Aunque no esté conmigo.
Esos días que pasamos juntos, no eran buenos para mí, mi mente gritaba que los sentimientos que tenía para quien sería mi futuro rey estaban mal, que debía honrar a mi familia y cumplir bien el trabajo que me habían encomendado, el cual era ayudar a Yuri a ocupar su lugar como rey sin importar que mi vida pudiera peligrar.
El silencio reinaba entre nosotros, Yuri se encontraba viendo el paisaje y yo... solo deseaba encontrar la manera de eliminar mis sentimientos por Yuri y como si mis suplicas fueran escuchadas pude captar un dulce aroma, busqué el lugar de donde provenía tan dulce aroma y al girarme vi a un joven con unos hermosos ojos color chocolate.
---------------------------------------------
Siento que falto algo de emoción, pero es que tengo tantas ideas que no se como ponerlas. Espero que les guste y acepto criticas para poder mejorar, gracias y disculpen la demora.
ESTÁS LEYENDO
El caballero y el omega (Otayuri) (Omegaverse)
FanfictionEra un día soleado cuando aquel reino se fue abajo, los súbditos del palacio trabajaban arduamente en los preparativos para conocer al heredero de la corona; quien sería presentado al pueblo ante el incontrolable deseo de éstos de poder por fin tene...