-Estoy cansado.
-Yuri hace poco hemos descansado. - Refuto Otabek.
-Pues ya me cansé. - Le respondió molesto. - Además, hace poco no descansamos porque "yo" me sintiera cansado, lo hicimos porque este cerdo tenía hambre. - Dijo señalando a Yuuri, quien al escuchar lo dicho por el rubio agacho la cabeza apenado.
-Maldición Yuri, no le digas eso a Katsuki. - Le reprendió al rubio. - Lamento este comportamiento. - Esta vez Otabek se dirigió al azabache que no tardó en responder que no era nada importante, lo que hacía enfurecer más al rubio. - Muy bien descansaremos. - Dijo Otabek bajando de su caballo y acercándose al caballo del azabache para ayudarlo a bajar.
Yuri veía la escena.
Un intruso.
Así se sentía el rubio, un intruso. Los actos de Otabek demostraban que estaba cortejando al omega, era la única explicación para la manera de actuar de Otabek con el azabache, lo ayudaba a subir y bajar del caballo, era muy dócil con el omega, tanto que Yuri se sentía asqueado con solo verlos, y ese era el motivo por el que su enojo solo aumentaba.
Otabek sabía que Yuri era un omega, pero a pesar de tener ese conocimiento no lo trataba tan delicadamente como lo hacía con el azabache, o como lo sería con cualquier otro omega.
-No deseabas descansar Yuri.- Pregunto Otabek al notar que el rubio no bajaba de su caballo.
-Eres molesto. - Fue la escueta respuesta del rubio, que se dispuso a bajar del caballo y acostarse en el pasto, apartado de quienes consideraba una molestia.
El ojiverde veía el claro cielo, mientras intentaba enterrar todas las locas ideas que se formaban en su cabeza, la idea más descabellada que le venía era que Otabek y el cerdo ya se conocieran de antes y que su encuentro solo había sido un teatro que se les salió de las manos ya que no esperaban que el omega entrara en su estúpido celo.
Yuri hacia memoria y aunque no deseara admitirlo, la idea no sonaba tan descabellada porque desde que Otabek cumplió los 11 años había lapsus de días en los que Otabek se marchaba, cada cierto tiempo el desaparecía entre tres a cuatro días. Tal vez en esos días que desaparecía de su vista, Otabek se iba a divertir con omegas, y el cómo un grandísimo idiota no estaría enterado de nada, con todos esos pensamientos que le atormentaban el rubio se quedó dormido.
-Parece que se ha quedado dormido. - Decía Yuuri viendo de lejos al rubio recostado bajo un árbol. - Debió estar muy cansado, no creo que debamos despertarlo en estos momentos.
-Tampoco deseo despertarlo. - Otabek no dejaba de ver al rubio. - Parece que el viaje lo está cansando demasiado. Sería mucho pedirte que lo cuides en mi ausencia. - Dijo Otabek dando una leve reverencia al mayor. - Se que ustedes necesitan protección, pero a este paso no llegare a encontrarme con mis compañeros, y no deseo exigirle mucho a Yuri. Así que por favor Yuuri, en mi ausencia cuídalo.
El omega mayor solo sonrió al menor y acepto, Yuuri podía notar lo enamorado que estaba el alfa del rubio omega.
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Cuando cierto rubio abrió sus ojos ya no veía un claro día, si no oscuridad, la noche había caído y él no lo había notado por estar durmiendo.
-Por fin despertaste. - Escucho a su costado, así que fijo su mirada de donde provenía la voz. - Acércate un poco al fuego, está comenzando a enfriar y te puedes resfriar. - Le dijo el mayor al rubio.
El rubio ignoro al omega mayor y busco con la mirada a su alfa más no lo encontró.
- ¿Dónde está Otabek, cerdo? - Le gruño al mayor al hacer la pregunta.
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El caballero y el omega (Otayuri) (Omegaverse)
Fiksi PenggemarEra un día soleado cuando aquel reino se fue abajo, los súbditos del palacio trabajaban arduamente en los preparativos para conocer al heredero de la corona; quien sería presentado al pueblo ante el incontrolable deseo de éstos de poder por fin tene...