Capítulo 8

86 12 5
                                    

Capitulo 8

¡Yuuri pelea, no dejes que te casen con alguien que no amas!

Esas palabras retumbaban en la cabeza del azabache, este escuchaba el sonido de los cascos de los caballos.

Los secuestradores lo habían guiado a un carruaje y así comenzó su viaje. Para el omega el lugar al que se dirigían era un misterio total porque en esa dirección no quedaba su hogar. No le obstruyeron la vista del panorama por lo que podía ver el camino, el joven se sentía frustrado porque claramente los alfas que estaban a su lado lo subestimaban, “¿Que puede hacer un simple omega ante varios alfas?”, podía apostar su vida a que ese era el pensamiento de los hombres.

Pensó nuevamente en su amigo rubio y se preguntó qué haría el menor si estuviera en su lugar, se le escapo una pequeña carcajada, si el objetivo hubiera sido el omega rubio lo más seguro es que este los habría derrotado. Además, el joven podía apostar nuevamente con su vida a que Otabek no habría dejado que se acerquen al rubio omega.

No dejes que te casen con alguien no amas.

Intento ignorar esas palabras que fueron gritadas por el menor, el joven ya no deseaba huir, no deseaba tener más problemas.

A diferencia del rubio omega, el solo era un simple personaje secundario sin valor, el rubio podía forjarse un camino mientras que él tenía que aceptar lo que la vida le había dado, el omega debía aceptar que nunca estaría con su amado.

BAM

El carruaje estaba pasando por un camino que estaba lleno de rocas por lo que el sonido del choque de las ruedas con el suelo no paraba.

El joven comenzó a inspeccionar el interior del carruaje lo que no hizo cuando le llevaron a este, era un lugar cómodo, además que en el asiento delante de él habían dejado un recipiente con frutas para que pueda comer si tenía hambre, una manta por si tenía frio y por último una cantimplora.

Su mirada siguió vagando por el interior del carruaje hasta que se fijó en las puertas, noto que ambas no tenían ninguna traba.

-Realmente me subestiman. - El joven omega bufo molesto.

No dejes que te casen con alguien no amas.

El omega intento nuevamente ignorar esas palabras que seguían retumbando en su cabeza.

Decidió volver a fijar su mirada en el cielo, estaba libre de nubes, era un hermoso día y el omega amaba días como esos, no exactamente por el buen clima si no por lo que representaba para él.

-El cielo es hermoso porque tiene el color de tus ojos, Victor. - Yuuri se sintió tan cursi por lo que dijo, no importa cuánto tiempo pasara, el seguía buscando a su alfa destinado.

Decidió concentrarse más en el camino por el que iba, vio que el camino rodeaba un enorme bosque, veía los grandes árboles y no pudo evitar que el omega recordara más de su niñez.

-Son perfectos para escalar. - Dijo en un susurro.

El omega dejo que su mente lo llevara a cuando tenía 6 años y se la pasaba lastimándose por intentar escalar árboles, recordó como veía a varios niños escalar a lo alto de los árboles y esconderse en estos.

¡Yuuri pelea!

Fue una iluminación.

Fijo su vista en sus manos que seguían atadas, luego se fijó en el recipiente de la fruta, volvió a centrarse en el camino, podía ver los grandes troncos de los árboles, decidido volcó el recipiente de la fruta y puso este en la manta para luego envolverlo.

Sin perder tiempo dejo en el suelo del carruaje el recipiente envuelto con la manta, respiro hondo y lo piso con todas sus fuerzas.

No hubo sonido alguno, a pesar del golpe que había dado, podía sentir aun como el recipiente no se rompía, frustrado, nuevamente su vista se dirigió al paisaje exterior y vio que solo quedaban unos cuantos metros antes de que salieran del camino del bosque, apretó los dientes y rogando internamente de que los soldados no lo escucharan, salto encima del recipiente, este cedió a su peso y se rompió sin emitir ningún sonido.

Aliviado, desenvolvió el objeto de la manta para ver como el antiguo recipiente estaba roto en varios pedazos, agarro el pedazo que vio más filudo y comenzó a frotarlo contra la cuerda que ataba sus manos.

Ya al estar libre volvió a ver el exterior, le quedaban pocos metros.

Ato la cantimplora a su cintura y con la manta hizo una bolsa improvisada donde metió la fruta para luego atarla en su espalda.

Agarro el pedazo del recipiente roto con el que se liberó de sus ataduras, respiro hondo.

¡Pelea!

Se armó de valor y sin dudar de una patada abrió la puerta que se encontraba del lado opuesto al bosque, el carruaje se detuvo, su corazón latía desenfrenadamente, escucho como sus secuestradores que estaban montados a caballo se acercaban a la puerta abierta.

Cuando los sintió cerca, cuidadosamente abrió la puerta que daba al bosque y de un salto salió.

- ¡Oye tú, regresa acá! - Escucho gritar a uno de sus secuestradores, no volteo, solo corrió.

¡PELEA!
------------------------------

Hola, les saluda AleSly, me sorprendió ver mensajes que pedían que continúe la historia y me hizo muy feliz, sé que este capítulo es corto y me disculpo por ello.
Aceptó críticas constructivas 😅 y la historia en si ya la tengo completa pero en mi mente, escribirla me es difícil.
Espero les guste y haré lo posible por no dejarlo, gracias por los comentarios que pusieron.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 16, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El caballero y el omega (Otayuri) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora