De lo profundo clamo

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Salmos 130:1-2

De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

Señor, oye mi voz;

Estén atentos tus oídos

A la voz de mi súplica.

Este salmo es de David y es un salmo que nos invita a entender como nos sentimos cuando clamamos desde lo profundo de nuestra alma. El salmista comienza a suplicar que Dios conteste su oración y su ruego, pero antes este mira su corazón para ver que hay dentro de este mismo.

V.3-4

JAH, si mirares a los pecados,

¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón,

Para que seas reverenciado.

Estos son versos muy reales, pues es verdad... si Dios nos juzgara por los pecados que cometemos ¿quién seria justo? o ¿quién recibirá las contestaciones de sus oraciones?..., por eso el salmista clama con humildad y pidiendo misericordia, sabiendo que en Dios hay perdón y gracia.

V.5-6

Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;

En su palabra he esperado.

Mi alma espera a Jehová

Más que los centinelas a la mañana,

Más que los vigilantes a la mañana.

Es esa misma palabra la que nos invita a anclarnos en la Fe sabiendo que por esa misma palabra conocemos a Dios y que por medio de ella, saldremos bien de todo. La palabra nos asegura el presente y nos invita a caminar hacia un futuro glorioso de la mano de Dios.

Las centinelas o vigilantes era un nombre común de un soldado armado que por un tiempo determinado se coloca de guardia en el puesto que se le encarga. También se puede decir a una persona que vigila o está en observación de alguna cosa.

Y así se sentía el alma del salmista, desesperada por la presencia de Dios. Vigilando todo el tiempo en busca de ella.

V.7-8

Espere Israel a Jehová,

Porque en Jehová hay misericordia,

Y abundante redención con él;

Y él redimirá a Israel

De todos sus pecados.

Aplicación del salmo

Es un salmo corto pero hermoso, nos deja ver la desesperación del salmista de buscar a Dios a pesar de que pueda haber cometido alguna falta (como todos nosotros lo hacemos ) que bueno es saber que Dios a través de su Palabra y sus actos nos deja ver cuan grande es su misericordia, que nos perdona y nos bendice a manos llenas, dándonos no solo el perdón que necesitamos para seguir si no la misericordia para levantarnos.

Un Salmo a diario no hace dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora