Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.
Este salmo es de David y es uno de los salmos mas importantes en la vida de este fue después del suceso con Betsabé que trajo pecados de adulterio, y homicidio entre otros.
2 Samuel 11:26
Cuando Betsabé se enteró de que Urías, su esposo, había muerto, hizo duelo por él. Después del luto, David mandó que se la llevaran al palacio y la tomó por esposa. Con el tiempo, ella le dio un hijo. Sin embargo, lo que David había hecho le desagradó al Señor.
Alguna vez te ha pasado que has pecado de manera tal que simplemente te empiezas a sentir alejado de Dios, no porque Él se haya ido, si no porque el mismo pecado te ha nublado la capacidad de ver a Dios en el asunto. Creo que a todos nos ha pasado ... y de eso se trata este salmo.
David sabía muy bien escribir los salmos se puede ver una pasión entre líneas única era como si conociera hasta cierto punto el corazón de Dios y con sus palabras le quisiera tocar.
Le dice ten compacion conforme a ese gran Amor. Y es que la misericordia de Dios y el Amor de este van de la mano infinitamente.
Ese amor y esa bondad nos dejan limpios. El pecado ensucia el alma y nos hace bajar la cabeza, sentirnos sucios y así se sentía David, pero este conocía el gran Amor de Dios y el sabía que Dios lo amaba y lo ayudaría a salir de esta... pero enfrentando una consecuencia.
V.3-6 Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre. Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría
El pecado si no lo dejas ir en confesión delante de Dios te empieza a perseguir.
Pero que tremendo es cuando nos humillamos ante Dios, del David que decía en tu ingridad he andado, ahora al David que dice he pecado y tu justicia es la correcta.
¿Te has humillado de esa manera ante Dios alguna vez?
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David penso este suceso en mi me ha enseñado lo débil que soy y lo grande de tu fdelidad. Dios nos permite muchas veces ver bien adentro de nosotros mismos y darnos cuenta que sin su perdón no hay vida, no hay gozo, ni alegría simplemente no hay nada.
V.7-9 Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad.
Esto significa purificame con tu toque, dame tu perdon y estare puro delante de ti.
V.10-13
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga. Así enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se volverán a ti.
Después que le pide que lo limpie de su pecado le dice renuevame, esta parte es importante después de que una persona cae tiene que Dios renovarla, devolverle la Pasión y la visión original, en otras palabras devolverle la firmeza de Espíritu como dice el salmista.
Devuelveme la alegría y es que no hay duda, que el pecado hace que tengamos tristeza por no sentir a Dios, como lo sentíamos antes de que pasara el suceso.
El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.
El salmista finaliza este gran salmo con una verdad tremenda, que le llena el corazón de esperanza a cualquiera y que Dios no desprecia un corazón contrito y humillado, me sorprende que bien conocía David a Dios ya el sabia como Dios ama un corazón arrepentido, quizás por que con ese corazón Dios puede trabajar de nuevo dándole oportunidades como nunca antes. En un corazón orgulloso Dios no es permitido pero en uno humilde y sincero Él puede habitar con confianza.
Aplicación del salmo
Alguna vez has fallado y te sientes lejos de Dios, al punto que no sientes su presencia, sabes que Dios llega mas fácil aún corazón humillado que ha un corazón orgulloso que no reconoce que necesita a Dios. Entonces volvamos a Dios y digámosle escudriña saca de mi eso que me estorba eso que me aleja de ti, límpiame déjame como la nieve renuevame con una oportunidad nueva y devulveme el sentir tu presencia porque sientiendola lo tengo todo. Y si peque de esa forma tan devastadora ya no lo hare más.
