Capitulo 14.

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Cuando dije que no podía afrontarlo tenía toda la razón.

Una vez que ambas entramos silenciosamente a la casa podía escuchar la voz de mis padres en la sala de estar.

-Tal vez no debíamos decirle, Alejandro-.

-Ya lo hicimos y sabíamos que esto podía pasar-.

-¿Donde esta mi bebé?- sollozó mi madre.

-Ella está bien, mami. Tal vez no se alejó mucho- ¿mi hermana estaba viendo eso? Hice un gesto de dolor al imaginar a mi hermana presenciando aquella dolorosa escena. Y todo por culpa mía.

Lauren sólo esperaba pacientemente detrás de mi, aguardando el momento en el que por fin me presentara ante mis padres. Su mirada me invitaba de forma discreta a entrar, dándome aquella rara sensación de seguridad que solo ella podía darme. Ella señaló el lugar donde se encontraban mis padres con un leve cabeceo animándome. Reuní fuerzas y determinación y me adentré lentamente a la habitación donde se encontraba mi familia.

La escena que ví me destruyó por completo, cualquier barrera que pudiera llegar a haber tenido se vino abajo, toda esa fuerza cruzó el mundo y se largó a alguna parte muy lejana, probablemente fuera de este planeta. En el fondo sabía que no estaba lista parta entrar pero sinceramente sentía que jamás lo estaría y tarde que temprano iba a tener que entrar.

Mi madre estaba derrumbada en el piso frente a la pequeña mesa del centro que estaba rodeada de papeles, el teléfono de la casa estaba ahí, inerte y sin pila. Había cobijas en el sillón detrás de ella en el que mi padre estaba sentado, supongo que ni siquiera subieron a su habitación en toda la noche, mi madre no debió tan siquiera ir al baño por esperar noticias de mi. Su cansancio y desesperación era evidente, no imagino el infierno que pasan las personas que no encuentran a sus seres queridos por un largo tiempo. Vestía la misma ropa con la que la vi la tarde anterior, tenía un aspecto fatal, totalmente derrotada.

Mi padre por otro lado había cambiado su ropa por una pijama mas cómoda y caliente, llevaba las pantuflas de siempre y tenía una cobija en la espalda. Él sí había dormido, por lo menos más que mamá. Sofi apenas podía mantener los ojos abiertos pero estaba recargada sobre el hombro de mamá, acariciando con suavidad y ternura una de sus manos en un fallido intento por consolarla.

Mi papá levantó la mirada en cuanto escuchó mis pasos al intentar acercarme y sus ojos se llenaron de brillo, pude escuchar que dejó escapar un breve suspiro, el cual llamó la atención de Sofi. Mi hermana miró extrañada a papá y desvió la mirada para dirigirla al lugar hacia el que papá estaba mirando. Al verme se levantó lo más rápido que pudo ya que el cansancio la volvía más torpe, salió corriendo hacia mi  y abrazó mis piernas prácticamente estrellándose con ellas.

Puse mis manos en su espalda y me acerqué a ella lo más que pude.

-Te extrañé, pequeña- susurré en su oído.

-Y yo a ti, Kaki- susurró de la misma manera.

Aparté con dulzura a mi hermana sólo para verla correr de vuelta con mamá.

-¡Kaki volvió!- gritó mi hermana.

Mi padre se alejó lentamente de mi madre para darme el espacio suficiente para que pudiera acercarme a ella.

Mi mamá no levantó la mirada, seguía fija, en el piso, en la nada.

-Sofia, no juegues con eso por favor- dijo mi madre con voz tranquila mientras la pequeña la sacudía con emoción.

-N-no está jugando...- dije por fin con voz débil y entrecortada, apenas había emitido un leve sonido de mi boca.

Mi mamá levantó la mirada.
Tenia los ojos hinchados de tanto llorar, era mas que notorio que había dormido poco y no había descansado.

-Mami- dije con la voz quebrada, apenas un leve susurro no mayor a mi anterior y pobre frase, nunca había sonado tan vulnerable, hacía tanto tiempo que no me había sentido de aquella forma tan particular,esa sensación de que era una niña pequeña que lo único que quería era estar rodeada por los brazos de su madre.

-Mi niña...- suspiró con alivio mientras extendía sus brazos hacia mi para que pudiera abrazarla, simplemente corrí hasta llegar con ella y aventarme dentro de sus brazos.

Nos fundimos en un cálido y cómodo abrazo. Ambas llorábamos aunque no sabia exactamente cual era la razón. Su corazón latía demasiado rápido pero apenas era evidente, se aferró a mi como si la vida se le fuese en ello, estaba apretando demasiado fuerte y estaba empezando a faltarme el aire. Cuando se dio cuenta se separó de mi y las preguntas empezaron, una tras otra como millones de gotas de lluvia cayendo durante una tormenta.

-¿Estas bien? ¿Donde estabas? ¿Te pasó algo? ¿Alguien te hizo daño?¿Que hiciste toda la noche? ¿Donde dormiste? ¿Ya comiste algo? ¿Tienes hambre?- dijo mientras me revisaba de pies a cabeza. La sangre cubría sus ojos, podía distinguir cada pequeña vena inyectada con aquel liquido rojo acompañadas de ocasionales gotas destellantes que sobresalían de su lagrimal.

-Estoy bien, me quedé con Dinah, dormí ahí, no me pasó nada ni me hicieron nada, no he comido y.... Sí, sí tengo hambre-.

-¿Que hiciste antes de ir con Dinah?-.

Mierda. No soy buena mintiendo. Piensa, Cabello, piensa...

-Estaba...-.

-Ella no estaba muy lejos- dijo Lauren-.

-¿En donde estabas, Kaki?-.

-Sólo estuve dando vueltas por ahí, ningún lugar especifico- ¿Como rayos salió tan natural esa frase?.

-¿Estás segura...?- interrogó mi papá. Lo vi a los ojos, no me creía, estaba segura de eso.

-Segura...- respondí en voz baja.

-Yo la encontré, muy cerca de aquí en realidad, pueden estar seguros- aseguró Lauren.

Sofia vino tambaleándose hacia mi y extendió sus cortos brazos para que la levantara, en cuanto lo hice se acurrucó jalando con fuerza mi ropa en señal de que no quería que la dejara. Empecé a tararear con calma para que pudiera relajarse con facilidad y arrullarla. Mientras pasaba mi mano por su cabello Lauren se acercó para quitarle sus diminutas pantuflas de los pies para evitar que cayeran y me sonrió un poco. En un leve suspiro Sofi exhaló dos palabras que arrancaron lagrimas de mis ojos de nuevo.

"Te quiero..."

Sonreí ante las tiernas palabras de mi hermana y por fin miré a mis papás.

El ambiente estaba totalmente tenso, se sentía la pesadez en el aire a pesar del alivio de mis padres y el sudor recorría toda mi espalda hasta llegar a mi cadera. Estaba nerviosa pero no entendía por qué.

Mi hermana no tardó en quedarse dormida por lo que me ofrecí a llevarla arriba, cosa a la que mi mamá se opuso por completo y comenzó a gritarme.

-¡¿SABES LO QUE PUDO HABERTE PASADO, KARLA?! Me dejaste tan asustada, no vuelvas a hacer eso en tu maldita vida- gritaba mientras las lagrimas no dejaban de caer por sus mejillas.

Sofia seguía dormida y calmada a pesar de los gritos de mi madre.

-No vuelvas a irte, Camila- sollozó mientras rodeaba mi cuerpo y el de mi hermana con sus brazos. Mi padre se acercó y se unió al abrazo mientras Lauren miraba con ternura la escena.

-Estoy en casa, mamá...- susurré.

Estoy en casa...






Después de tres años de no actualizar por fin estoy de vuelta.

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⏰ Última actualización: May 30, 2020 ⏰

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Primer Amor. (Camren Fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora