Capitulo 10- Escondite

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-L: (Me quedé callada por unos momentos) Si...

-A: ¿Quieres que valla a tu dormitorio o...

-L: No, veme en el auditorio en 5 minutos.

Fin de la llamada.

Enseguida me levante del suelo, entre nuevamente a mi dormitorio y solo me puse mis zapatillas deportivas e inmediatamente después me fui de ahí.

Sali rápidamente del edificio y comencé a correr lo mas rápido que pude al auditorio.

Una vez ahí, subí las escaleras corriendo hasta que llegue al escenario, me puse en el centro de este y me senté sobre el para luego recostarme sobre el suelo.

Después, solo cerré los ojos y comencé a pensar.

Estaba comenzando a sentir mucho frió, pues la noche era helada y como salí rápidamente de mi dormitorio ni siquiera me permití tomar un abrigo.

-A: ¿Lauren?

Cuando escuche la voz de Ally, rápidamente abrí los ojos y la mire. Ella estaba parada justo a un lado de mi observándome con sus expresivos ojos.

-L: Hola.

-A: (Sonrió ligeramente) Hola.. ¿Me puedo sentar? (señalo a un lado mio).

Yo solo la mire con una pequeña sonrisa y asentí. Enseguida ella se recostó a mi lado, y comenzó a mirar al techo como yo lo estaba haciendo.

-A: ¿Porque me llamaste?

-L: (Gire mi cabeza y la mire) No lose. Supongo que.. quería verte.

-A: (Asintió son una pequeña sonrisa) Parece que lees mentes.

-L: ¿Leo mentes? (Asintió) ¿Porque dices eso?

-A: Porque justo cuando me llamaste, yo... también quería verte.

-L: ¿De verdad?

-A: Si, de verdad.

Eso me hizo sonreír y volví a fijar mi mirada en el techo del auditorio.

Ally y yo habíamos entrado en un tipo de silencio, pero no era ese tipo de silencio incomodo que se genera cuando ya no sabes que decir o cuando tienes pena, era mas bien un silencio tranquilo, agradable, ese que no con todas las personas se logra generar, pero con ella, ese silencio estaba.

Yo estaba temblando mas, pero cuando sentí la mano de Ally sobre la mía mi temblor se genero con mas fuerza.

-A: ¿Tienes frió?

-L: Si, algo.

Enseguida Ally se sentó y se quito su jersey, y sin indicación alguna, ella me lo puso.

-L: ¿Tu no... tu no tienes frió?

Ella me miro y negó con la cabeza, pero yo pude notar como su piel comenzaba a erizarse, así que me acerque a ella y la abrace. Ella me rodeo fuertemente con sus brazos mientras yo escondía mi rostro en su cuello.

-A: ¿Porque llorabas?

-L: (Saque mi rostro de mi escondite y la mire) ¿Que?

-A: Cuando me llamaste, note que tu voz estaba temblorosa, entrecortada y ahora que veo a tus ojos, no tienes ese brillo, el verde que me gusta no esta en ellos.

Cuando ella termino de hablar yo solo escondí mi rostro nuevamente dejando al silencio apoderarse de mi.

-A: ¿No quieres hablar de eso? (negué con mi cabeza en su cuello) Bueno, entonces.. solo hay que permanecer calladas.

La apuesta (Alren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora